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Pilas no incluídas - A menudo, los juguetes y dispositivos regalados en Navidad no traen pilas. Sin embargo, si tienes la suerte de recibir uno que las incluya, no pruebes si funcionan con la lengua. En serio, podrías morir.

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Todos nos caemos - Hacerse una foto con Santa es una fantástica tradición para muchos niños. Sin embargo, Santa necesita asegurarse de que tiene la situación bajo control. Los niños podrían hacerse daño si se caen de su regazo.

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Cocínalo bien - La abundancia de comida es uno de los elementos básicos de esta época. Esto, combinado con las prisas a la hora de cocinar y la gente hambrienta puede traer graves consecuencias, sobre todo, cuando se trata de carne mal cocinada. No dejes que una indigestión te arruine las Navidades.

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No te quedes atascado - Muchos padres intentarán darles a sus hijos una experiencia navideña completa. Es una idea fabulosa, pero no intentes bajar por la chimenea disfrazado de Santa Claus. Te podrías hacer daño, además de malgastar el tiempo de los bomberos.

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No los dejes al alcance de los niños - Los cascabeles y las campanillas tienen diferentes formas y tamaños. Por tanto, ten cuidado con los adornos que dejas al alcance de tus hijos para no pasar la Nochebuena en urgencias.

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No te enredes - Las luces navideñas aportan una atmósfera agradable en Navidad. Puedes ponerlas en el árbol o en diferentes puntos de la casa. Eso sí, asegúrate de que no se te van a enredar en los pies o en el cuello.

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Electrocución - La electrocución no es un tema que tomarse a la ligera. La cantidad de accidentes ocurridos por electrocución en esta época es aterrador. Normalmente, las luces de Navidad son las culpables.

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Cocina con precaución -

Estar demasiado tiempo delante de los fogones en una posición inadecuada o cargar con platos demasiado pesados puede pasar factura. Ten cuidado para no acabar con una contractura o algo peor.

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Desenvuelve los regalos con delicadeza - A veces, la emoción por ver qué te han regalado puede salir cara. Extrema las precauciones si usas tijeras o cuchillos para abrir la caja.

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Evita las alergias - Un árbol de Navidad es la clave de los adornos en muchos hogares. Algunas personas tienen árboles artificiales y otras los prefieren reales. Eso sí, si prefieres los naturales, asegúrate de que ni tú ni tus hijos seáis alérgicos.

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Revisa que no haya plagas - Si vas a guardar tus adornos o el árbol en el ático o en el sótano, asegúrate de que no llevan polizones indeseados. Nadie querrá lidiar con un montón de picaduras durante las vacaciones.

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Montar el árbol, un deporte de riesgo - Montar el árbol debería ser una experiencia maravillosa. Por eso, ten cuidado con las ramitas para no sacarte un ojo.

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Come conscientemente - La Navidad es tiempo de excesos y siempre estamos comiendo alguna cosita, como monedas de chocolate. Por esta razón, extrema las precauciones para que tus hijos no ingieran algo que no sea comestible.

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No juegues con fuego - Rociar un pastel con licor y encenderlo parece una idea fantástica, pero ten cuidado: estás jugando con juego. No querrás entrar en la lista de quemados en Navidad.

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Cuestión de moderación - El alcohol juega un papel muy importante en las celebraciones de Navidad. Estés en casa con tu familia o en una fiesta con tus amigos, no te pases o acabarás como el chico de la foto.

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Mastica bien - En las comidas familiares, las distracciones son habituales, pero mastica de forma adecuada para no atragantarte y pasar un mal rato. Además, revisa bien los juguetes que reciban tus hijos para comprobar que no hay piezas pequeñas con las que se puedan atragantar.

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Revisa las nuevas prendas - Cuando nos regalan alguna prenda de ropa, nos sentimos tentados de vestirla al momento para mostrarnos agradecidos. Simplemente, asegúrate de quitar primero todos los alfileres.

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Juguetes con exceso de velocidad - Lo creas o no, los coches de carreras de juguete han causado más de una herida en Navidad. Manipular los ajustes de velocidad no es una buena idea.

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Afilados - Un árbol de Navidad es algo maravilloso. Queda aún más lindo cuando lo decoran. Sin embargo, cuelga los adornos con cuidado, pues podrías clavarte algunas agujas del abeto.

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El agua, un elemento peligroso - El agua y la electricidad no se llevan bien. En absoluto. Así que, si tienes un árbol natural y te toca regarlo, asegúrate de echar el agua solo en la base y de que las luces estén desenchufadas.

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Cristales rotos - Los adornos navideños son muy lindos, pero también muy frágiles. Si uno se cae accidentalmente del árbol, asegúrate de limpiar los pedazos con cuidado y mira donde pisas.

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Bloqueo escritor - ¿Todavía mandas postales de Navidad a tus cientos de seres queridos y conocidos? Bueno, no las escribas todas el mismo día o acabarás con el síndrome del túnel carpiano.

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Quemaduras - Tal vez tengas que cambiar una bombillita fundida esta Navidad. Asegúrate de desenchufar las luces y esperar unos minutos a que se enfríen antes de hacerlo para no electrocutarte o quemarte.

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Decoraciones exteriores - Si decoras el exterior de tu casa, sé prudente al subirte a la escalera. Un inocente resbalón podría acabar en desgracia.

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Árbol de Navidad - Los árboles de Navidad son muy pesados. Pide ayuda para moverlo o acabarás atrapado bajo él.

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Cuidado con lo que lanzas - A todo el mundo le gustan las peleas de bolas de nieve, pero asegúrate de que lo que lanzas realmente es nieve. Si lleva alguna piedra de hielo en medio, el desastre estará servido.

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Los utensilios existen por una razón - Los abridores son ese tipo de cosas que nunca aparecen cuando las necesitas. Entonces, suelen ocurrírsenos ideas de bombero, como abrir botellas con los dientes. ¡Piénsatelo dos veces!

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Cuidado con los 'crackers' - Los crackers de Navidad pueden ser muy peligrosos. Ten cuidado para no provocarte una distensión muscular. De hecho, hay gente que incluso se ha roto un brazo intentando abrirlos.

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Baila -

Si estás planeando ir a alguna fiesta o club en esta época, mantente hidratado para poder disfrutar como es debido.

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Sigue las instrucciones -

Si tu nuevo juguete o dispositivo dice "usa un destornillador", haz lo que te indica. No cojas un cuchillo por pereza y así reducirás las posibilidades de sufrir accidentes.

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