Según un estudio reciente, ciertos tratamientos médicos relacionados con la salud mental pueden resultar ineficaces o incluso peligrosos cuando se aplican a personas que no son 100 % diestras.

Desde los años 70, se han llevado a cabo una gran cantidad de investigaciones sobre las conexiones entre los dos hemisferios del cerebro y las emociones, que han supuesto grandes avances en la medicina. Sin embargo, la mayoría se centra casi exclusivamente en las personas diestras. Según Daniel Casasanto, que es profesor asociado de desarrollo humano y psicología de la Cornell University, esto ha afectado en gran medida a los resultados obtenidos.

Según Casasanto, la forma de funcionar de nuestro cerebro está relacionada con la mano que utilizamos preferentemente. De hecho, el modo en el que las emociones se dividen entre ambos hemisferios del cerebro varía en función de si somos diestros o zurdos. Lo mismo ocurre con las personas ambidextras y con quienes solo tienen preferencia parcial por una mano. A modo ilustrativo, debemos tener en cuenta que solamente el 50 % de los humanos son completamente diestros.

Casasanto advierte sobre los problemas derivados de los tratamientos médicos que implican la estimulación de un hemisferio. Considera que existe la posibilidad de los pacientes zurdos sufran efectos adversos y de que la terapia sea ineficiente en personas que carezcan de una clara preferencia por una de las dos manos. Por último, Casasanto hace hincapié en la necesidad de seguir investigando para poder comprender mejor esta relación entre la mano que usamos de forma preferente y el cerebro.

¡Ojalá tengamos novedades pronto!