© Shutterstock

¡Ayuda! -

A veces, el cuerpo humano se expresa de las formas más extrañas.

© Shutterstock

Mensajes confusos - Muchos de nosotros hemos oído que la sed puede mostrarse disfrazada de hambre, por lo que es mejor beber un poquito más que comer en exceso.

© Shutterstock

Inflamación -

Las investigaciones más recientes ofrecen una conclusión unánime: el estrés mental es una de las principales causas de inflamación, que puede afectar al cuerpo de formas diversas.

© Shutterstock

¿Qué significa todo esto? -

¿Cómo sabemos cuando nuestro cuerpo nos está pidiendo un cambio? ¿Cómo podemos ayudarnos a nosotros mismos?

© Shutterstock

Estrés -

Todos experimentamos estrés en nuestro día a día. No obstante, este se puede manifestar de forma física de las siguientes maneras.

© Shutterstock

Estrés - Por ejemplo, el dolor de espalda crónico puede tener su origen en el estrés.

© Shutterstock

Estrés -

La indigestión y algunos problemas de estómago como la gastritis también pueden ser generados por el estrés. La mente y el estómago están muy conectados.

© Shutterstock 

Estrés - Puedes sentirte exhausto todo el tiempo y comenzar a olvidar cosas.

© iStock

Estrés -

El estrés puede provocar una reducción de la libido y dificultades para respirar. Todos estos efectos están demostrados científicamente.

© Shutterstock

Estrés - El ejercicio es una de las mejores formas de combatir el estrés. Cuando nos sentimos un poco saturados, nuestro cuerpo entra en modo de pelea y espera una respuesta física para completar el "ciclo del estrés".

© Shutterstock

Estrés -

Intenta bajar la velocidad de forma consciente. Comprueba tu ritmo mental durante el día y observa en qué momentos comienzas a sentir más presión.

© Shutterstock

Estrés - Comienza el día de una forma tranquila y sosegada. Respira hondo un par de veces, realiza algunos estiramientos y bebe agua antes de comenzar tus actividades.

© iStock

Estrés -

Siempre deberías consultar con un doctor si empiezas a sentirte abrumado/a por el estrés. Recuerda que la opción de un terapeuta online también es totalmente válida.

© Shutterstock

Problemas de movilidad -

La movilidad reducida también es una señal de que tu cuerpo necesita algunos cambios.

© Shutterstock

Problemas de movilidad -

Dolor muscular, agujetas, articulaciones dormidas... La movilidad reducida ejerce un gran impacto en la calidad de vida de quien la sufre.

© Shutterstock

Problemas de movilidad -

A veces, ¡la mejor forma de soltar tu cuerpo es dándole tarea! Puedes comenzar por algo simple de lo que disfrutes, como una caminata, una clase de baile o una carrera ligera en el parque.

© iStock

Problemas de movilidad -

Presta atención a tu cuerpo cuando te muevas. Si sientes los músculos contraídos o un dolor intenso en un área particular, no fuerces.

© Shutterstock

Problemas de movilidad -

Asegúrate de que te recuperas del ejercicio descansando lo suficiente y disfrutando de una buena nutrición.

© Shutterstock

Problemas cognitivos - Nuestro cerebro cambia a medida que nos hacemos viejos, por lo que también resulta vital ejercitarlo... ¡tanto como nuestro cuerpo!

© Shutterstock

Problemas cognitivos - A veces es normal sentir un poco de confusión, olvidar algunas cosas o no conseguir concentrarnos. ¿Qué podemos hacer?

© iStock

Problemas cognitivos - La meditación es una gran forma de cuidar de nuestra mente. Esta reduce el estrés crónico, que puede dañar seriamente nuestro cuerpo.

© iStock

Problemas cognitivos - Practica la escucha activa. Respira hondo, concéntrate y tómate tu tiempo para formular tus palabras. De esta forma conseguirás tener conversaciones más intensas y estarás trabajando mejor las conexiones sinápticas de tu cerebro.

© Shutterstock

Problemas cognitivos -

Todos sabemos que dormir lo suficiente es esencial. Nuestras habilidades cognitivas se ven seriamente alteradas cuando nos vemos privados del sueño. ¡Asegúrate de que descansas al menos 8 horas cada noche!

© Shutterstock

Problemas cognitivos - En cuestiones de dietas, lo más importante es reducir los azúcares para evitar las inflamaciones en el cerebro. También cuidas de tu masa gris al tomar alimentos ricos en antioxidantes como los arándanos, el chocolate negro, las espinacas, las zanahorias o el té verde.

© iStock

Metabolismo lento -

Si te cuesta mantener tu peso y siempre te sientes inflado/a, con un apetito voraz por los carbohidratos, puede que tu metabolismo no esté equilibrado.

Los desequilibrios hormonales pueden ser una señal de que posees un metabolismo lento. También podremos advertirlo en señales como la piel seca o el cabello extremadamente fino.

© Shutterstock

Metabolismo lento - Comienza un diario de comida y anota cómo te sientes tras comer cada plato. Es especialmente importante que prestes atención a aquellas comidas que te hicieron sentir hinchado/a.

© Shutterstock

Metabolismo lento - Intenta no tomar nada entre la cena y el desayuno. Así, estarás dándole a tu cuerpo entre 12 y 14 horas de ayuno que servirán para mejorar el metabolismo.

© Shutterstock

Metabolismo lento - La hidratación es de vital importancia para mejorar el metabolismo. ¡Recuerda beber al menos dos litros al día!

© Shutterstock

Cuídate -

Hay pequeñas cosas que puedes hacer para cuidar de tu cuerpo cuando este más te necesita. Sin embargo, recuerda comentarle todos tus problemas al doctor la próxima vez que visites el hospital. Si los síntomas no remiten, lo mejor es que marques una consulta ya.

© Shutterstock