La naturaleza siempre ha inspirado a la humanidad con su belleza, poder y misterio sin límites. Tanto si los viajeros exploran imponentes montañas como cascadas, la Tierra está adornada con maravillas que trascienden la imaginación. En 2007, una iniciativa mundial trató de captar la esencia de estas obras maestras de la naturaleza, creando una nueva lista de las Siete Maravillas de la Naturaleza.
Esta lista no solo celebra los asombrosos paisajes de la Tierra, sino que también habla del profundo significado cultural y ecológico que tienen. Pero no se trata solo de un reconocimiento, sino de fomentar la unidad mundial, inspirar la conservación y celebrar la belleza natural que trasciende fronteras. Pero, ¿en qué se diferencia esta lista de la original de las Siete Maravillas Naturales del Mundo? ¿Y por qué se cambiaron en primer lugar? Haz clic en la siguiente galería para descubrirlo.
La iniciativa de las Siete Nuevas Maravillas de la Naturaleza nació en 2007 como una campaña mundial que invitaba a votar a millones de personas de todo el mundo. Poco después surgió la campaña que determinó las Siete Nuevas Maravillas del Mundo creadas por el hombre, que obtuvo más de 100 millones de votos.
Fundada por el aventurero suizo Bernard Weber, la Fundación New7Wonders pretende fomentar la unidad mundial a través de la belleza natural. La fundación lanzó las campañas para celebrar las creaciones más asombrosas de la Tierra y rendir homenaje a las maravillas que conforman nuestro hogar.
A diferencia de su homóloga anterior, las Siete Nuevas Maravillas de la Naturaleza se eligieron democráticamente. De una lista de más de 440 candidatos potenciales de más de 220 países, el público de todo el mundo emitió más de 500 millones de votos.
Antes de la iniciativa moderna, las Siete Maravillas Naturales del Mundo incluían el Gran Cañón, la Gran Barrera de Coral y el Monte Everest, lugares emblemáticos venerados por su grandeza y significado perdurable.
La lista anterior, aunque notable, nunca fue objeto de un acuerdo universal. Las Nuevas Siete Maravillas de la Naturaleza pretendían crear una representación más inclusiva y global de los tesoros de la Tierra a través de la democracia y la unidad.
El proceso de votación finalizó el 11 de noviembre de 2011, tras lo cual se publicó una lista de los 77 mejores. Posteriormente, también se publicó una lista más corta, que incluía los 28 Candidatos Finalistas Oficiales. La Gran Barrera de Coral de Australia y el Monte Kilimanjaro de Tanzania estaban entre los finalistas.
En última instancia, las Siete Nuevas Maravillas de la Naturaleza fueron elegidas por una combinación de factores, entre ellos su sobrecogedora belleza, su rica diversidad natural, su importancia ecológica crítica, su posición geográfica única y su profundo legado histórico y cultural.
Las Siete Nuevas Maravillas de la Naturaleza se encuentran en tres de los siete continentes, repartidos en 16 países. Asia es el continente que más maravillas alberga, con cuatro de las siete. ¿Qué maravillas de la naturaleza han entrado en la lista? Veámoslas.
La selva amazónica, que se extiende por nueve países, genera el 20% del oxígeno del planeta y contribuye a la estabilidad del clima. Su denso dosel forma un tapiz vivo de especies interdependientes, desde árboles milenarios a animales esquivos, que prosperan al unísono.
La Amazonia, que alberga más del 10% de la biodiversidad conocida del planeta, es el hogar de jaguares, perezosos y millones de insectos. Este ecosistema sin parangón sigue siendo una frontera científica vital, que revela cada año nuevas especies y misterios ecológicos.
Durante siglos, las comunidades indígenas han venerado y protegido la Amazonia, comprendiendo sus ritmos y recursos. Sus prácticas sostenibles nos recuerdan la armonía que es posible conseguir entre la humanidad y la naturaleza.
En la frontera entre Argentina y Brasil, las cataratas de Iguazú cautivan a los visitantes con sus 275 cascadas, que crean un impresionante anfiteatro natural. El estruendoso sonido del agua al caer armoniza con el vibrante verdor, formando una maravilla multisensorial.
Los espectaculares acantilados de Iguazú, formados por la actividad volcánica a lo largo de milenios, y sus aguas caudalosas son un verdadero testimonio del poder de la naturaleza. Esta obra maestra de la erosión y la geología revela el arte intemporal de las fuerzas elementales de la Tierra.
Según la leyenda indígena, las cataratas del Iguazú nacieron de una trágica historia de amor. Un dios serpiente celoso, enfurecido por la huida de una doncella mortal con su amante, partió el río con furia. Los amantes fueron arrastrados, separados para siempre por las aguas en cascada.
Los etéreos karsts calizos de la bahía de Halong se elevan sobre aguas esmeralda, como guardianes místicos de la costa vietnamita. Cada formación, moldeada por millones de años de erosión, cuenta una historia silenciosa de paciencia geológica.
Según la leyenda, un dragón celestial y su descendencia descendieron de los cielos para crear la bahía de Halong y proteger la tierra de los invasores. Cuando los dragones arrojaron jade y esmeraldas al mar, estas piedras preciosas se transformaron en las emblemáticas islas de piedra caliza de la bahía, formando una barrera natural que repelía a los barcos enemigos.
Bajo las tranquilas aguas de la bahía se esconden cuevas y grutas esculpidas por las mareas y el tiempo. Explorar estas cámaras secretas revela un submundo mágico que refleja el esplendor de la superficie de la bahía.
La isla de Jeju, nacida de ardientes erupciones volcánicas hace dos millones de años, presume de espectaculares paisajes esculpidos por la roca fundida y el viento. El monte Hallasan, su imponente cima, corona la isla con serena dominación.
La isla Jeju, conocida como la Isla de los Dioses, está impregnada de folclore local. La isla también es famosa por su tradición centenaria de Haenyeo (o 'mujeres del mar'), buceadoras que recogen marisco sin bombonas de oxígeno.
Los tubos de lava de Jeju, que están entre los más largos del mundo, albergan intrincadas formaciones y ecosistemas únicos. Los paisajes volcánicos, la biodiversidad y el patrimonio cultural de la isla la convierten en un testimonio vivo de la dinámica creatividad de la naturaleza.
La isla de Komodo, en el archipiélago indonesio, alberga el mayor lagarto del mundo: el dragón de Komodo. Estos prehistóricos depredadores pueden alcanzar los 3 metros de longitud y pesar más de 68 kg. Encarnan a la perfección el antiguo encanto de la isla.
El paisaje de Komodo está conformado por montañas escarpadas y playas vírgenes, que son un refugio perfecto para sus emblemáticos habitantes. Esta belleza intacta invita a los aventureros a presenciar un reino donde la naturaleza reina.
Los esfuerzos de conservación en la isla de Komodo pretenden proteger sus frágiles ecosistemas. Como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, las estrictas normas turísticas ayudan a proteger no solo a los dragones, sino también los frágiles hábitats de los que dependen para sobrevivir.
Bajo el municipio de Palawan, en Filipinas, fluye el río subterráneo Puerto-Princesa, una mística vía fluvial que serpentea entre cuevas de piedra caliza. Su inquietante belleza está iluminada por estalactitas y estalagmitas esculpidas a lo largo de miles de años.
El ecosistema único del río, donde el agua dulce se encuentra con el mar, alberga especies raras y una delicada biodiversidad. Esta maravilla natural se nutre del equilibrio entre oscuridad y vida, y muchas especies únicas (como murciélagos y vencejos) se han adaptado a la vida sin luz.
El folclore local habla de espíritus y criaturas míticas que residen en las cuevas. El parque nacional por el que discurre el río también está reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, mientras que el propio río está considerado una de las vías fluviales subterráneas más largas de la Tierra.
La plana cima de la Table Mountain, que se eleva sobre Ciudad del Cabo hasta una altura de 1.086 metros, ofrece amplias vistas del océano y la ciudad. Sus capas de arenisca, formadas a lo largo de 260 millones de años, cuentan la historia de las antiguas transformaciones de la Tierra.
La Table Mountain es un punto caliente de biodiversidad, y alberga más de 2.200 especies de plantas, muchas de las cuales no se encuentran en ningún otro lugar del mundo. Su vegetación de fynbos prospera en un ecosistema único moldeado por la altitud y el clima de la montaña.
El teleférico de la montaña, uno de los más famosos del mundo, ofrece a los visitantes un ascenso impresionante hasta su cima. Desde allí, las vistas panorámicas de la ciudad, el océano y el horizonte son recuerdos inolvidables.
Fuentes: (New7Wonders of Nature) (TheCollector) (World Heritage Site) (Britannica)
No te pierdas: Así son los lugares más aislados del mundo
Las Siete Nuevas Maravillas de la Naturaleza
Esta lista muestra la naturaleza en todo su esplendor
VIAJES Atracciones
La naturaleza siempre ha inspirado a la humanidad con su belleza, poder y misterio sin límites. Tanto si los viajeros exploran imponentes montañas como cascadas, la Tierra está adornada con maravillas que trascienden la imaginación. En 2007, una iniciativa mundial trató de captar la esencia de estas obras maestras de la naturaleza, creando una nueva lista de las Siete Maravillas de la Naturaleza.
Esta lista no solo celebra los asombrosos paisajes de la Tierra, sino que también habla del profundo significado cultural y ecológico que tienen. Pero no se trata solo de un reconocimiento, sino de fomentar la unidad mundial, inspirar la conservación y celebrar la belleza natural que trasciende fronteras. Pero, ¿en qué se diferencia esta lista de la original de las Siete Maravillas Naturales del Mundo? ¿Y por qué se cambiaron en primer lugar? Haz clic en la siguiente galería para descubrirlo.