En contra del temor generalizado a la "demencia digital", una nueva investigación sugiere que la tecnología puede contribuir a la salud cerebral a medida que envejecemos. Un estudio publicado en la revista Nature Human Behavior revisó los datos de más de 400.000 personas de la tercera edad y descubrió que el uso regular de herramientas digitales estaba vinculado a mejores resultados cognitivos. Estos sorprendentes resultados ponen en entredicho la creencia generalizada de que las pantallas siempre dañan nuestra mente y, en cambio, apuntan a posibles beneficios mentales cuando la tecnología se utiliza de adecuada.
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Al contrario de lo que solemos pensar, la tecnología puede ayudar a ralentizar el deterioro cognitivo de las personas mayores. Un estudio publicado en Nature Human Behavior concluye que el uso de la tecnología no es necesariamente perjudicial.
Michael Scullin, coautor del estudio, cuestionó la idea de la "demencia digital", señalando que millones de los primeros usuarios de Internet no muestran el deterioro cognitivo que tal teoría podría predecir.
Para probar estas afirmaciones, Scullin y su colega Jared Benge revisaron 57 estudios en los que participaron unos 410.000 adultos de mediana y avanzada edad de todo el mundo.
La mayoría de los participantes procedían de Norteamérica y Europa, aunque algunos estudios incluyeron muestras internacionales más amplias. Estos datos globales permitieron comprender mejor cómo puede afectar la tecnología a la mente en etapa de envejecimiento.
Los investigadores descubrieron que 51 de los 57 estudios mostraban una relación significativa entre el uso de la tecnología y la reducción del deterioro cognitivo. Y lo que es aún más notable, ninguno de los estudios encontró un impacto negativo.
Esto es poco frecuente en la investigación científica y sugiere claramente que la participación digital podría ser más beneficiosa de lo que muchos suponen.
Los escépticos podrían argumentar que los resultados reflejan simplemente otras ventajas, como la educación superior o los ingresos. Pero incluso después de ajustar por factores como la edad, el estatus socioeconómico y la complejidad del trabajo, la tendencia persistió.
Esto apoya la idea de que la propia tecnología, y no solo el estilo de vida de sus usuarios, puede contribuir a la resistencia cognitiva.
Los investigadores atribuyen el impacto positivo de la tecnología a las "tres C": complejidad, conexión y conductas compensatorias.
Aprender a utilizar nuevas herramientas digitales supone un reto para el cerebro. Las conexiones digitales pueden combatir la soledad, y los comportamientos compensatorios, como el uso de recordatorios o GPS, pueden ayudar a las personas a mantener la independencia y el funcionamiento diario, incluso cuando ciertas habilidades cognitivas disminuyen de forma natural con la edad.
La tecnología ofrece a las personas mayores oportunidades de aprendizaje complejo, vital para la salud cognitiva.
El uso de teléfonos inteligentes, herramientas de Internet y aplicaciones implica memoria, coordinación y resolución de problemas, funciones clave que ayudan a mantener la vitalidad del cerebro a lo largo del tiempo.
Las plataformas digitales también ayudan a los mayores a mantenerse conectados. Aunque no sustituyen totalmente a la interacción con otras personas, la comunicación en línea puede reducir la sensación de aislamiento, un factor que contribuye al deterioro cognitivo.
Las videollamadas y los mensajes son un salvavidas emocional y mental crucial, sobre todo para las personas mayores que se enfrentan al aislamiento.
La tecnología también ayuda a las personas mayores mediante herramientas compensatorias. Por ejemplo, una agenda digital puede ayudarles a controlar sus citas o su medicación, mientras que el GPS puede aliviar el estrés de los desplazamientos.
Estas herramientas no solo ayudan a la memoria, sino que pueden reforzar la confianza y la autonomía en la vida diaria, retrasando el deterioro funcional.
Muchas personas mayores se alejan de la tecnología por miedo o frustración. Pero los estudios demuestran que, con paciencia y un enfoque didáctico adecuado, incluso las personas mayores con deterioro cognitivo leve pueden aprender a utilizar los dispositivos con eficacia.
Empezar por lo básico, como ajustar el volumen o hacer llamadas, sienta las bases de la confianza digital y la estimulación mental.
Utilizar la tecnología para actividades divertidas como hacer fotos, escuchar música o chatear por vídeo con la familia aumenta el interés y ayuda a los mayores a sentirse más conectados.
El uso adecuado de la tecnología fomenta el bienestar emocional y estimula el cerebro. Cuando las personas mayores encuentran la tecnología útil, es más probable que sigan utilizándola con regularidad y les proporcione beneficios cognitivos.
Hacer que la tecnología sea más accesible puede ayudar a las personas mayores. Ajustes sencillos como aumentar el tamaño de la letra, reducir el desorden de los menús o fijar aplicaciones clave facilitan la navegación por los dispositivos y los hacen menos intimidatorios.
Estos ajustes reducen la frustración y favorecen el uso regular y consciente de la tecnología. Cuando las personas mayores pueden participar sin barreras, es más probable que la usen y se beneficien cognitivamente con el tiempo.
Los expertos subrayan que no todo uso de la tecnología favorece la salud cerebral. Hábitos pasivos como hacer scroll o ver series ofrecen poca estimulación mental en comparación con el aprendizaje activo o la conexión social.
Los expertos aconsejan a los usuarios que reflexionen sobre su uso de la tecnología y den prioridad a actividades que desafíen a la mente o fomenten la socialización, en lugar de caer en el consumo pasivo.
El estudio se centró en adultos mayores de 50 años, "pioneros digitales" que integraron la tecnología a una edad más avanzada. El uso que hacen de la tecnología puede diferir de los hábitos digitales de las generaciones más jóvenes.
A diferencia de los pioneros, los "nativos digitales" han crecido entre pantallas. Aún no se sabe con certeza si la exposición constante a contenidos pasivos afecta a su envejecimiento cognitivo, algo que se está investigando.
Los investigadores dirigieron ensayos en los que se enseñaba a personas de la tercera edad, algunos de ellos sin experiencia en tecnología, a utilizar celulares paso a paso en entornos tranquilos.
Incluso los participantes con demencia precoz aprendieron con eficacia, lo que demuestra que la edad no impide el aprendizaje digital ni los beneficios cognitivos que conlleva el dominio de las nuevas tecnologías.
Utilizadas con atención, las herramientas digitales pueden mejorar la agudeza cognitiva, la independencia y la conexión emocional de las personas mayores. Da prioridad a la tecnología que te resulte útil o social y evita los hábitos digitales pasivos e insatisfactorios.
Fuentes: (BBC) (CNN) (Nature Human Behavior)
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Efecto positivo: Tecnología y salud cognitiva
El uso de la tecnología puede asociarse con un menor riesgo de demencia, según un nuevo estudio
SALUD Ciencia
En contra del temor generalizado a la "demencia digital", una nueva investigación sugiere que la tecnología puede contribuir a la salud cerebral a medida que envejecemos. Un estudio publicado en la revista Nature Human Behavior revisó los datos de más de 400.000 personas de la tercera edad y descubrió que el uso regular de herramientas digitales estaba vinculado a mejores resultados cognitivos. Estos sorprendentes resultados ponen en entredicho la creencia generalizada de que las pantallas siempre dañan nuestra mente y, en cambio, apuntan a posibles beneficios mentales cuando la tecnología se utiliza de adecuada.
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