Se estudió el riesgo de padecer una cardiopatía coronaria en los Estados Unidos, los Países Bajos, Finlandia, Yugoslavia, Italia, Grecia y Japón. Se demostró que Italia y Grecia llevan la dieta más saludable.
La dieta se basa en frutas y verduras, grasas saludables como el aceite de oliva y mucho pescado rico en omega-3.
La mayor parte del área mediterránea se considera una zona azul, lugares donde habita la gente más sana y con mayor esperanza de vida.
A diferencia de otras dietas, la mediterránea no cuenta calorías ni restringe totalmente determinados tipos de alimentos.
Promueve una dieta equilibrada que prioriza los ingredientes saludables y simplemente recomienda no limitarse a las carnes rojas y los dulces. No tienes que privarte de estas cosas completamente, así que es más fácil de seguir.
En moderación, claro, pero eso ya es una ventaja respecto a otras dietas. El café y el té también están permitidos, pero lo más importante es beber bastante agua.
La dieta ofrece una gran selección de platos en los que inspirarse, para que no te aburras.
Esta dieta cuida la salud en general y desde todos los ángulos posibles, incluyendo un estilo de vida físicamente activo y las buenas relaciones sociales.
Aporta muchos beneficios a nuestra salud, como el aumento de la esperanza de vida; la mejora del metabolismo, de la memoria, del humor y de la salud intestinal; la reducción del riesgo de padecer cáncer o problemas cardíacos, y la reducción de la inflamación.
Incluye frutas ricas en antioxidantes, verduras, granos integrales, frijoles, legumbres, frutos secos, semillas, aceite de oliva, especias, pescados ricos en omega-3 y cantidades moderadas de productos avícolas, huevos, queso y yogur.
La dieta mediterránea está relacionada con la disminución del riesgo de padecer diabetes tipo 2 y la mejora de la salud cardiaca. En parte, esto se debe a que reemplaza las grasas poco saludables por otras variedades más recomendables y los carbohidratos complejos por granos integrales, lo cual ayuda a equilibrar los niveles de azúcar en sangre.
Las grasas saludables disminuyen el colesterol LDL (conocido como malo) y aumentan el colesterol HDL (conocido como bueno). Además, reducen la inflamación y mejoran la resistencia a la insulina. Todo esto beneficia tu salud cardiaca y aumenta tu esperanza de vida.
Como la dieta incluye una gran variedad de verduras, frutas y vino tinto, no solo estarás evitando sufrir un ataque al corazón, sino que también protegerás tu salud cardiovascular de forma activa.
A muchos les preocupa la incorporación de alimentos grasos a su dieta, pero se ha demostrado que es más efectiva para perder peso que las dietas bajas en grasa. Asimismo, al ser rica en fibra te sentirás saciado/a con más facilidad y así es menos probable que aumentes de peso.
Los investigadores descubrieron que la dieta mediterránea ayuda a los riñones de los pacientes con trasplantes, ya que un tercio de estos enfermos pierden la función renal en un período de 10 años después de la cirugía.
La dieta impulsa el consumo de frutas, verduras y granos integrales, lo cual reduce el riesgo de padecer cáncer de pecho, colorrectal y gástrico. Los altos niveles de antioxidantes ayudan a parar o frenar el daño oxidativo y a reducir la inflamación. Además, disminuyen el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.
En suma, los estudios señalan que podría retardar o reducir el riesgo de padecer Alzheimer y depresión.
Se ha demostrado que la dieta mediterránea está relacionada con la mejora del humor y el optimismo, debido a que las frutas y verduras que recomienda ingerir (como verás a continuación) contienen muchos antioxidantes carotenoides.
La dieta mediterránea es naturalmente rica en fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes, que alimentan las bacterias probióticas saludables que viven en nuestro intestino y también pueden mejorar nuestro humor.
La lista incluye verduras de hoja verde, como espinacas y la col rizada; verduras crucíferas, como el brócoli y la coliflor; tubérculos, como la zanahoria y la patata; bulbos, como la cebolla y el ajo; cucurbitáceas, como la calabaza y el calabacín, y solanáceas, como el tomate y el pimiento morrón.
Algunos ejemplos son las frutas con hueso, como los melocotones y las aceitunas; las bayas, como las aceitunas y los aguacates; los cítricos, como los limones y las naranjas; los higos, los melones, y también las frutas de pepitas, como las manzanas y las peras.
Disfruta de frutos secos como almendras, pistachos, nueces, anacardos, piñones, etc., y de semillas de sésamo, de girasol y de calabaza.
Las lentejas, los garbanzos, los frijoles, los guisantes y los cacahuetes también son fantásticas fuentes de proteína, por lo que la dieta mediterránea también es una buena opción para los vegetarianos.
La extensa lista incluye quinoa, farro, cebada, trigo sarraceno, bulgur, avena, polenta, arroz, pan y pasta integrales.
Hace especial hincapié en yogures y quesos, como el cottage, el feta, el parmesano, el ricotta y la mozzarella.
También se recomienda el consumo moderado de huevos, ya sean de gallina, de pato o de codorniz.
Además, se aconseja consumir pescados como sardinas, anchoas, salmón, atún, truchas, caballa, halibut y lubina. Asimismo, los mariscos como los langostinos, las ostras, los mejillones, las almejas y el cangrejo también están incluidos.
La carne roja está limitada a unas pocas veces por mes, pero puedes consumir tanto pollo, pavo, pato... como quieras.
Se acabó la dieta blanda. La mediterránea incluye, aceite de oliva, vinagre balsámico, vino tinto, miel, sal, pimienta y una gran variedad de especies.
El agua es una prioridad en cualquier dieta, pero el té, el café y el vino tinto (un vaso al día) son perfectamente aceptables en esta.
Evita o limita el consumo de alimentos muy procesados llenos de azúcares añadidos, los granos refinados, las grasas trans y los aceites vegetales refinados para conseguir mejores resultados.
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Nota: Esta galería está basada en la información de MindBodyGreen.
El U.S. News & World Report publica un ranking anual de dietas para ver qué alimentos funcionan mejor para la mayoría de la población. En tiempos en los que existen millones de dietas diferentes, la competición es dura, pero en los últimos años hay una que tiene mucho éxito: la dieta mediterránea.
Por tercer año consecutivo, los expertos consideran que dicha forma de alimentación es superior a las demás en diferentes aspectos: mayor pérdida de peso a corto y largo plazo, más completa nutricionalmente y más sencilla. También se coronó como la mejor dieta basada en alimentos vegetales, la mejor para diabéticos, la más fácil de seguir y la más saludable.
¿Quieres ponerte en forma este año? Haz clic en la galería para ver cómo funciona la dieta mediterránea, qué deberías comer y cuáles son sus beneficios.
Esta ha sido la dieta más saludable del año
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SALUD Alimentación saludable
El U.S. News & World Report publica un ranking anual de dietas para ver qué alimentos funcionan mejor para la mayoría de la población. En tiempos en los que existen millones de dietas diferentes, la competición es dura, pero en los últimos años hay una que tiene mucho éxito: la dieta mediterránea.
Por tercer año consecutivo, los expertos consideran que dicha forma de alimentación es superior a las demás en diferentes aspectos: mayor pérdida de peso a corto y largo plazo, más completa nutricionalmente y más sencilla. También se coronó como la mejor dieta basada en alimentos vegetales, la mejor para diabéticos, la más fácil de seguir y la más saludable.
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