¡Hay ciudades a las que puedes llegar andando desde el aeropuerto!
Estambul es un destino único que conecta la magia y el exotismo de Asia con la cultura y la arquitectura de Europa, dando lugar a una ciudad repleta de joyas bizantinas y otomanas.
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Uno de los edificios más fotogénicos de Estambul, la Mezquita Azul data de comienzos de siglo XVII y posee una belleza sobrecogedora. El mejor momento para apreciar su exterior es durante el atardecer.
El interior del edificio está adornado con azulejos azules de Iznik, provenientes del oeste de Anatolia. Este lugar sagrado atrapa al visitante gracias a su riquísima decoración, que combina con una iluminación que termina de dotar al edificio de un aura mágica.
La más grande de las más de 100 cisternas que se ocultan en el subsuelo de la ciudad, la Cisterna Basílica data del siglo VI y contiene un total de 336 columnas.
Allí también encontraremos dos columnas cuya base es una escultura de Medusa. Una de ellas está situada en posición natural, mientras que la otra (en la fotografía) está al contrario.
Este precioso monumento bizantino ha servido ya como lugar de rezo para cristianos y musulmanes. En la actualidad es un museo.
En su interior se encuentran algunos de los mejores y más viejos mosaicos y frescos bizantinos del mundo. Datan del año 1320.
Uno de los elementos más conocidos del skyline de Estambul, la mítica Torre de Gálata fue la estructura más alta de la ciudad durante años.
El balcón de esta torre cilíndrica ofrece unas espectaculares vistas de 360º de la ciudad, aunque debes armarte de paciencia para aguantar la cola.
Hablamos ahora de uno de los mercados cubiertos más grandes y antiguos del mundo: el caótico y colorido Gran Bazar de Estambul es una fiesta para los sentidos. Si viste la película Skyfall (2012) reconocerás este bazar por ser el lugar en el que Daniel Craig persiguió a los malos en motocicleta.
Este interminable laberinto del siglo XV alberga más de 4.000 tiendas y decenas de callejones en los que encontrar los artículos artesanales más genuinos. ¡Prepárate para regatear durante media hora mientras te invitan a beber té!
Si hay un monumento que representa la arquitectura bizantina de Estambul, ese es el de la antigua Basílica Patriarcal Ortodoxa de Santa Sofía.
Inaugurada en el año 573, Santa Sofía merece un mínimo de dos horas para visitarla en profundidad. Sus mosaicos dorados y el arte islámico que la adorna resultan en una experiencia para recordar durante toda la vida.
Este museo resulta de visita obligada para todos aquellos que deseen profundizar en la cultura islámica y del antiguo oriente. La institución nos ofrece las mejores muestras de arte antiguo en tres edificios separados.
La sección de escultura antigua es una de las más relevantes. Aquí podremos encontrar una de las mejores colecciones de sarcófagos del mundo, entre los que se encuentran los de la Necrópolis Real de Sidón.
Esta era la antigua y opulenta residencia de los sultanes otomanos, antes de convertirse en museo en el año 1924.
Sus suntuosos pabellones, la belleza de la sala del tesoro y la vastedad de su harén nos ofrecen una idea aproximada del lujo con el que se vivía antaño en la corte otomana. En la fotografía puedes observar la sala del trono, sede del poder desde el siglo XV hasta el XIX.
A orillas del Bósforo nos encontramos este precioso palacio real, que sirvió como centro administrativo del Imperio Otomano desde 1856 hasta 1887 y desde 1909 hasta 1922.
Los visitantes pueden maravillarse con la grandiosidad del Salón Medhal, el Salón Azul y el Salón Rosa. Las Escalera de Cristal (en la fotografía) es también uno de los elementos más destacados del lugar en el que murió Mustafa Kemal Atatürk, fundador de la república de Turquía, en 1938.
Coronando una colina y disfrutando de unas vistas impresionantes sobre el Cuerno de Oro (estuario que desemboca en el estrecho del Bósforo), esta mezquita del siglo XVI es otro ejemplo magnífico de la arquitectura otomana.
Este es el interior de la mezquita, con el mihrab (nicho dirigido a la Meca) de fondo. Este está adornado con azulejos de Iznik y recibe un baño de luces multicolores provenientes de las cristaleras superiores del templo.
Localizado en la plaza de Sultanahmet, este antiguo palacio otomano es ahora un museo que, a pesar de no figurar entre los más visitados de la ciudad, puede presumir de albergar una colección de lujo. Entre los objetos expuestos en este museo encontramos alfombras antiguas, ejemplos exquisitos de caligrafía, etc.
Aquí podrás encontrar todas las especias que se te ocurran y también las miles de variedades que aún desconoces. Los colores, los olores y el tacto de este mercado se grabarán a fuego en tu memoria.
Este mercado de la era otomana cuenta con 80 puestos de especias. No obstante, aquí también puedes encontrar caviar, hierbas secas, nueces y los famosos lokum (en la fotografía), uno de los dulces más tradicionales de Turquía.
Aquí podrás apreciar cómo se desarrollaron los acontecimientos durante la caída de Constantinopla (nombre antiguo de Estambul). Esta experiencia de inmersión es posible gracias a unas maravillosas pinturas en 360 grados del momento de la conquista de la ciudad por parte de la armada otomana, en el año 1453.
Las pinturas están hechas de tal forma que el visitante parece estar en el centro de la batalla. Los efectos de sonido ayudan a darle aún más veracidad a la ilusión creada con la imagen de 360º: podemos oír los disparos de los cañones, los gritos de los soldados, las marchas de las bandas militares, etc.
No dudes en dirigirte al Instambul Sapphire para disfrutar de las vistas del Estambul más moderno. Con 54 pisos y 261 metros de altura es uno de los edificios más altos de Europa.
El piso mirador de este edificio nos permite apreciar el distrito financiero de Levent, que de noche ofrece una postal espectacular. En el mismo edificio podrás encontrar también un centro comercial.
Los visitantes pueden descansar de la caminata y darse un capricho en el Asitane, uno de los mejores restaurantes de la ciudad. Aquí recrean la cocina tradicional otomana, con platos como la sopa de almendras cuya receta se remonta a 1539.
Las cenas del Asitane se riegan con algunos de los mejores vinos del mundo. Los expertos sommeliers del restaurante te ofrecerán la mejor opción para tu plato.
¿A qué esperas para visitar Estambul?
Te contamos por qué este es el mejor momento para conocer esta ciudad transcontinental
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Estambul es un destino único que conecta la magia y el exotismo de Asia con la cultura y la arquitectura de Europa, dando lugar a una ciudad repleta de joyas bizantinas y otomanas.
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