Hacerse mayor tiene muchas cosas buenas, como el aumento de la confianza en nosotros mismos y que solemos tener más claro qué queremos en la vida. No obstante, la parte negativa es que, cuantos más años cumplimos, menos funcional se vuelve nuestro cuerpo y pueden empezar a surgir problemas.
Echa un vistazo a esta galería para descubrir qué señales de alarma debes tener en cuenta si tienes más de 40 años.
La pérdida de olfato ya es un problema de por sí, pero también puede provocar pérdida de memoria y ser signo de Alzheimer y demencia.
A menudo las causas son benignas, pero también puede ser una advertencia temprana de cáncer de ovarios.
Si empiezas a perder peso sin buscarlo, podrías padecer diabetes de tipo 2. Las personas de entre 45 y 64 años son las que más riesgo tienen de desarrollarlo.
La vista se deteriora con la edad. Sin embargo, si experimentas cambios repentinos, podríamos estar ante un signo temprano de melanoma.
Se pueden producir por múltiples razones. Sin embargo, las náuseas y los dolores estomacales pueden ser un síntoma de enfermedad cardíaca.
Si tus encías se han vuelto retraídas o, peor aún, si has perdido algún diente, podrías sufrir osteoporosis, que debilita los huesos.
La causa de la rigidez en el cuello podría ser simplemente consecuencia de una mala noche de sueño, pero también podría ser síntoma de polimialgia reumática, que es una enfermedad inflamatoria.
La ansiedad puede afectar a gente de todas las edades, pero podría ser un síntoma de la enfermedad de Párkinson, que afecta sobre todo a las personas mayores de 50 años.
Es natural sentirse cansado cuando nuestro cuerpo necesita dormir. Sin embargo, si el cansancio se vuelve crónico, acude a tu médico, ya que podrías estar experimentando un déficit de vitamina D o incluso alguna enfermedad cardíaca.
El lupus es más común en mujeres. Cuando nos exponemos al sol, podemos experimentar síntomas como sarpullidos, fiebre, fatiga y dolor articular.
Si de repente alguien desarrolla un sentido del humor mucho más negro, podría tratarse de un signo de demencia frontotemporal o Alzheimer.
Si estás experimentando adormecimiento o temblores en las manos, tal vez sea un síntoma del túnel carpiano. La mayor parte de las personas diagnosticadas tienen entre 40 y 70 años.
Si experimentas dolor alrededor de la rodilla, tal vez padezcas artritis o degeneración de la articulación.
La acidez puede ser consecuencia de haber comido en exceso, pero también puede ser signo de cáncer de esófago, que es más común en los pacientes de más de 50 años.
Existen un gran número de razones por las que alguien podría toser, pero una de ellas es el mesotelioma, que puede darse tras haber estado expuestos a amianto.
Si te resulta casi imposible saciar la sed, podrías padecer diabetes de tipo 2, sobre todo si experimentas también pérdida de peso.
Los síntomas visibles de rosácea por sí solos no son peligrosos. Sin embargo, si también sufres presión sanguínea alta y sudas en exceso, podríamos estar ante un problema hormonal.
Los bajos niveles de progesterona pueden dañar el estado de ánimo de mujeres de más de 40 años. Los altos niveles de cortisol o los bajos niveles de hormona tiroidea también pueden ser un factor a tener en cuenta.
El dolor de estómago podría ser síntoma de una alergia o intolerancia, pero también podría ser indicativo de una enfermedad intestinal inflamatoria o de cáncer páncreas.
Los mareos podrían deberse a baja presión sanguínea, que se puede tratar, pero también podría ser síntoma de un trastorno del ritmo cardíaco.
A veces, los dolores en las pantorrillas pueden ser solo consecuencia de haber forzado mucho el músculo. Sin embargo, también podrían deberse a una trombosis venosa profunda, que puede llevar a una potencial embolia pulmonar letal.
Si sientes dolor entre los omóplatos y descartas una lesión física o una tensión muscular, podría tratarse de un signo de cálculos biliares.
La sangre en la orina puede ser indicativo de una infección, de piedras en los riñones o incluso de cáncer de vejiga o de riñón.
Los dolores de cabeza son muy comunes, pero hay una posibilidad de que sean síntoma de un tumor cerebral. Presta atención a la frecuencia y la intensidad con la que se producen estos dolores.
Existen innumerables factores que pueden influenciar este problema, desde la edad hasta el estilo de vida pasando por problemas psicológicos. Sin embargo, también podría deberse a una enfermedad cardíaca.
Si te sientes exhausto o cansado con demasiada frecuencia, podría ser síntoma de depresión o de enfermedad de Lyme.
Muchas cosas pueden causar picor en la piel, como los eccemas o incluso la deshidratación. No obstante, también puede ser indicativo de una enfermedad hepática.
La menopausia puede causarte sudores por la noche, sin embargo, estos también podrían deberse a una infección o incluso a un linfoma.
Como consecuencia de la edad, es normal tener algunos despistes. No obstante, cuando estos olvidos interfieren con nuestra rutina diaria, podríamos encontrarnos ante un caso de demencia.
Salud después de los 40: Señales que no debes ignorar
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Hacerse mayor tiene muchas cosas buenas, como el aumento de la confianza en nosotros mismos y que solemos tener más claro qué queremos en la vida. No obstante, la parte negativa es que, cuantos más años cumplimos, menos funcional se vuelve nuestro cuerpo y pueden empezar a surgir problemas.
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