Los beneficios para la salud de la dieta mediterránea son más que conocidos. Aunque algunos platos contengan ingredientes altamente calóricos (como el queso y la carne), todos ellos se consumen con moderación. La clave está en comer fruta, verduras, cereales y legumbres en abundancia.
Al hacer tanto frío en el norte, las verduras no están muy presentes en la gastronomía sueca. Aquí, el protagonista es el pan de centeno, sobre todo el crujiente. Al ser tan rico en fibra, este tipo de pan resulta mucho más saciante que el de trigo.
La cúrcuma es una especia que se cultiva en las junglas malasias y que rebosa curcumina, un químico natural que ayuda a combatir la grasa. Se la puedes añadir a las sopas, curris y verduras asadas.
Los rusos prefieren hervir y hornear los alimentos antes que freírlos. Asimismo, muchos de ellos cultivan sus propias frutas y hortalizas en los jardines de sus casas de campo, por lo que pueden disfrutar de productos orgánicos y saludables a partes iguales.
A Islandia se lo considera uno de los países más sanos del mundo gracias a su dieta rica en pescado fresco. Como resultado, sus habitantes consumen ácidos grasos omega-3 en altas cantidades, lo que es muy favorable para la salud cardiovascular.
Los israelíes consumen mucha fruta y verdura al día, sobre todo cítricos. Las uvas, limones, limas y naranjas no pueden faltar y todos ellos son ricos en vitamina C, la cual viene de perlas para cuidar de los huesos y las células.
A finales de los 60, Finlandia tenía el mayor índice de muertes por enfermedades coronarias del mundo. Para revertir esta situación, se puso en marcha un programa de salud pública nacional para fomentar la producción de aceite vegetal. Este tipo de aceite ayuda a reducir los niveles de grasa saturada y a disminuir el índice de muerte cardiovascular.
Los surcoreanos adoran consumir alimentos fermentados, ya que además de ser muy sabrosos, las bacterias presentes en ellos favorecen la flora intestinal y alivian la respuesta inflamatoria del cuerpo. En este país, el kimchi (col y rábano fermentados) se sirve con todas las comidas.
En Portugal no solo se consume mucho aceite de oliva, sino que además es uno de los productos nacionales. Este ingrediente forma parte de casi todos los platos típicos del país y es rico en antioxidantes y grasas saludables para el corazón.
Al igual que muchos países africanos, el Chad es uno de los más sanos del mundo en lo que a comida se refiere. Los platos, al estar elaborados con productos procedentes directamente del mercado, no llevan conservantes ni se cargan innecesariamente de sal o grasas saturadas.
El islam es la religión predominante en Indonesia, por lo que los creyentes de este país celebran el Ramadán. Si se hace bien, el ayuno puede acelerar la reparación celular, reducir la inflamación, fortalecer el corazón y mejorar el funcionamiento cerebral.
Italia, al igual que Francia y Portugal, es un país amante del vino, pero con moderación. Las investigaciones demuestran que una copa de vino al día en el caso de las mujeres y dos en el de los hombres puede aumentar la longevidad y reducir el riesgo de desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Los sudafricanos llevan una dieta rica en fibra y baja en grasa en la que los alimentos procesados casi no tienen protagonismo. Un menú típico de este país incluye buñuelos de maíz, croquetas de salmón, rodajas de mango y alubias carillas.
Los platos brasileños se preparan con ingredientes locales como el boniato, la papaya, las judías negras, los frutos secos y las bayas de azaí. La fruta fresca también es uno de los pilares de la gastronomía brasileña y suele consumirse durante el desayuno o después de comer.
Por lo general, los alemanes consideran que el desayuno es la comida más importante del día. El 75% de ellos no se lo saltan, un porcentaje muy alto en comparación con muchos otros países.
La injera (un pan plano tradicional etíope hecho a base de harina de tef) es rica es fibra, vitamina C y proteína. Puedes intentar prepararla en casa o sustituir el arroz por granos de tef hervidos.
Los franceses asocian el comer al placer, por lo que para ellos tiene que ser toda una experiencia sensorial. Por lo general, Francia tiene un índice de obesidad y enfermedad cardiovascular bajo, lo que podría ser el resultado de lo mucho que sus habitantes disfrutan de la comida.
La cocina vietnamita es rica en hierbas y picante, de ahí que uno de sus platos más conocidos sea el pho, una sopa de fideos rica en nutrientes y antioxidantes. Los fideos vietnamitas se hacen a base de arroz, por lo que son más fáciles de digerir que los que contienen gluten.
Marruecos tiene muchos platos que ofrecen una deliciosa combinación de aceite de oliva, verduras y especias. Los guisos como el tayín se sirven con cuscús y son algunas de las elaboraciones más emblemáticas del país.
Comer con palillos puede ayudarte a ir más despacio y a saborear mejor la comida, lo que a su vez puede hacer que te llenes más rápido con menos. Esto se debe a que al comer más lento se disminuye la ingesta de calorías.
En Ghana, la clave de los almuerzos y las cenas está en el equilibrio. Los habitantes de este país saben cómo formar platos con la cantidad perfecta de carbohidratos (arroz, boniato, plátano verde o yuca), sopas o guisos con verduras y proteína y ensalada frescas o más verduras hervidas como acompañamiento.
Los chilenos, al igual que muchos otros habitantes de Sudamérica, evitan el azúcar y los alimentos procesados. La cazuela de maíz y el ceviches son platos muy populares en este país que, además, cuenta con grandes viñedos de los que se obtiene el vino tinto que acompaña a casi todas las comidas.
La cocina india se caracteriza por la gran variedad de especias que utiliza, las cuales no solo dan sabor, sino que también aportan color y muchos beneficios para la salud. El jengibre y el pimentón ayudan a reducir el colesterol. El ajo puede disminuir los niveles de lípidos en sangre, lo que ayuda a prevenir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
La cocina tailandesa usa ingredientes tan beneficiosos como el cilantro, la citronela y el jengibre, todos ellos conocidos por reforzar el sistema inmunitario y favorecer la digestión. ¡Prepara la sopa Tom Yung Gung y compruébalo por ti mismo!
La cultura tradicional mexicana incluye un gran almuerzo al mediodía. Las investigaciones apuntan a que el cuerpo tiene una menor respuesta a la insulina por la noche, por lo que comer tarde puede hacer que ganes más peso aunque las calorías sean las mismas.
Los frutos secos son un tentempié muy popular en varias partes de España, lo que es muy saludable para el corazón y ayuda a reducir los niveles de grasa saturada, sal y azúcar añadido.
Si lo que buscas son platos contundentes, equilibrados y ricos en fibra y ácidos grasos omega 3, inspírate en la cocina de Senegal. Las verduras, las legumbres, las carnes magras, el pescado y los cereales integrales son los pilares de la gastronomía nacional.
Para la cocina japonesa, la presentación lo es todo. Las porciones pequeñas y coloridas acompañadas de verduras de temporada resultan muy apetecibles. Asimismo, ayudan a controlar las calorías y aportan una gran variedad de vitaminas y minerales.
Fuentes: (Health.com) (Well+Good) (Culture Trip) (Chicago Tribune) (Amaven) (SelectHealth) (SCL Health)
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COMIDA Consejos
Es fácil dejarse llevar por las modas y hábitos alimentarios actuales, pero puede ser muy frustrante. Sin embargo, si echas un vistazo a tu alrededor, encontrarás consejos saludables y fáciles de incorporar a tu rutina. Desde disfrutar de la comida con tranquilidad como los franceses hasta añadirle cúrcuma a tus platos como los malasios, a continuación te dejamos varias ideas en las que inspirarte gracias a la gastronomía de diferentes países. ¡Adelante!