La historia está plagada de dictadores que, además de cometer atrocidades, también tuvieron vidas privadas, relaciones sentimentales y familia. ¿Qué hay de sus mujeres? ¿Tenían los mismos valores que sus maridos? Si quieres descubrir quiénes fueron, ¡sigue leyendo!
Rachele Mussolini fue la segunda esposa del dictador fascista italiano Benito Mussolini. Procedente de una familia humilde, Rachele conoció a su marido cuando trabajaba como empleada de cocina en el negocio de los padres de este. Tuvieron cinco hijos juntos: Edda, Vittorio, Bruno, Romano y Anna Maria.
A pesar del papel de su marido, Rachele Mussolini vivió una vida reservada y se mantuvo en la sombra. Le perdonaron la vida cuando asesinaron al dictador en 1945. Su amante, Claretta Petacci, no corrió la misma suerte.
Carmen Polo fue la mujer del dictador español Francisco Franco. Católica devota, se dice que Polo influyó en la censura de "imágenes inmorales" (es decir, de todo aquello relacionado con el sexo) durante el régimen de su marido.
Carmen Polo tenía un característico sentido de la moda y era conocida por vestir ropa y joyas caras, de ahí que se la llamase "doña Perlas" o "doña Collares". Muchos la consideraban una hipócrita, ya que su estilo de vida no casaba con la religiosidad de la que hacía gala.
La relación de Eva Braun y Adolf Hitler es muy conocida. Se cree que ambos se casaron poco antes de morir, por lo que Braun nunca llegó a ser la esposa oficial del Führer.
Braun era conocida por vestir ropa y joyas caras, comer muy poco y beber mucho champán. Hitler y ella estuvieron juntos durante más de una década.
Sajida Khairallah fue la esposa del dictador iraquí Sadam Huseín. Eran primos carnales y estuvieron prometidos desde la infancia. Khairallah era conocida por llevar un estilo de vida más occidental. A menudo importaba ropa de Europa y se teñía el pelo de rubio.
Huseín tuvo muchas aventuras, entre ellas una con una mujer llamada Samira Shahbandar con la que se acabó casando. Tanto ella como Sajida huyeron del país durante la guerra.
Nadezhda Alilúyeva fue la esposa del exlíder de la Unión Soviética Iósif Stalin. Alilúyeva trabajó como su asistente personal antes de contraer matrimonio con él al cumplir los 16 años.
Tras convertirse en madre, Nadezhda Alilúyeva siguió trabajando como parte del secretariado de su marido. Se dice que la relación entre ambos estuvo teñida por el abuso y las discusiones constantes, lo que hizo que Alilúyeva sufriese cada vez más ataques de pánico.
Khieu Ponnary fue la mujer del dictador camboyano Pol Pot. Apodada "la vieja virgen" debido a su apariencia conservadora, Ponnary ayudó a cimentar el movimiento comunista conocido como los Jemeres Rojos en Camboya.
También conocida como "la madre de la revolución" y "la hermana número uno", Khieu Ponnary acabó desapareciendo de la escena política al desarrollar una grave enfermedad mental.
Se dice que Jiang Qing fue tan despiadada y ávida de poder como su marido, el dictador comunista chino Mao Zedong. Curiosamente, Qind también era actriz y participó en varias películas bajo un nombre artístico.
Jiang Qing creía fervientemente en el régimen y, aunque fue juzgada y condenada (primero a muerte y luego a cadena perpetua), jamás se disculpó por las atrocidades cometidas. Qing se suicidió en 1991.
Se dice que Lucía Hiriart fue quien convenció a su marido, Augusto Pinochet, de dar el golpe de Estado que lo puso al mando de Chile. Derrochadora y con un gusto por lo caro, se cree que Hiriart tenía a 20 personas trabajando para ella.
Imelda Marcos fue la esposa del dictador filipino Ferdinand Marcos. Ambos contrajeron matrimonio en 1954. Mientras su marido estaba en el poder, se dice que Imelda llevó a cabo una trama de malversación que le costó al país unos 10.000 millones de dólares.
Imelda Marcos tenía una colección de joyas impresionante, así como múltiples obras de arte y varios rascacielos de Nueva York, entre otras cosas.
La investigadora química Elena Ceaușescu fue la mujer del infame dictador rumano Nicolae Ceaușescu. Elena quería que se la viese como una gran científica, pero parece ser que muchos de los artículos publicados con su nombre realmente no le pertenecían.
Ri Sol-ju es la esposa del líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong-un. Apodada "la Kate Middleton de Corea de Norte" por la prensa occidental debido a su sentido de la moda, la primera dama se mantuvo alejada de la opinión pública hasta 2012 y no se sabe mucho sobre ella.
Safia Farkash fue la mujer del exdictador libio Muamar el Gadafi. Según consta, ambos se conocieron cuando Gadafi fue ingresado en el hospital donde Farkash trabajaba como enfermera. Tuvieron siete hijos biológicos y dos adoptados.
Tras una aventura extramarital, Grace Mugabe se convirtió en la segunda esposa de Robert Mugabe, el expresidente de Zimbabue. Al igual que su difunto marido, a Grace Mugabe le gustaba llevar una vida de lujo financiada por el régimen.
El expresidente de Uganda, Idi Amin, era polígamo. Se le conocen seis mujeres. En la imagen se le ve posando con Sarah Kyolaba, una exgogó con la que estuvo casado desde 1975 hasta 2003.
Bobi Ladawa Mobutu fue la segunda mujer de Mobutu Sese Seko, el exgobernador de la antigua República del Zaire (hoy en día conocida como República Democrática del Congo). La pareja tuvo cuatro hijos. Mobutu lleva exiliada desde 1997, año en el que murió su esposo.
La esposa de Vladímir Lenin también fue una ferviente revolucionaria. Krúpskaya se dedicó a la política y ayudó a moldear las bibliotecas y el sistema educativo de la Unión Soviética.
Leila Ben Ali fue la segunda mujer del expresidente de Túnez, Zine El Abidine Ben Ali. Se le atribuye haber incitado la Primavera Árabe mediante años de corrupción y malversación de fondos.
Cilia Flores es la mujer del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. La primera dama es abogada y política.
Al igual que su marido, Flores ha sido acusada de prácticas dudosas, como colocar a miembros de su familia en el gobierno.
Asma al-Ásad trabajó como banquera de inversiones en el Reino Unido antes de casarse con el líder sirio Bashar al-Ásad. Se esperaba que trajese un cierto espíritu democrático al país, pero se han filtrado correos electrónicos que demuestran que al-Ásad es una derrochadora que apoya las acciones de su marido.
Dalia Soto del Valle fue la segunda mujer de Fidel Castro. La vida privada de la pareja era muy reservada y la identidad de ella se mantuvo oculta. Del Valle apareció en público con Castro por primera vez 30 años después de su matrimonio.
Fuentes: (Grunge) (The Clever) (Legit)
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¿Habías oído hablar de ellas?
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