Muchas causaron auténtico furor
Aunque es obvio que no.
Las probabilidades de éxito son del 50 %.
El día en el trabajo se vuelve aún más difícil cuando tienes que aguantar un sonido de zumbido desafinado.
Netflix puede desbaratar incluso las mejores intenciones de acostarse temprano.
Esa persona que te entiende y te ayudará a desviar las preguntas de los parientes entrometidos sobre tu situación sentimental.
Háblale a la mano.
Estás segura de que no son celíacos y esperas pacientemente a que se acerquen poco a poco a la cesta del pan.
Ya sea pizza o tarta, cuesta creer que no te la ofrezcan (para comértela tú, claro).
Por supuesto, tienes que poner al día a tu 'partner in crime'.
Y deseas con todas tus fuerzas que nadie te haya visto... mientras te vas como si nada.
Y ese gas discreto, pero potente se escapa en el momento más inoportuno, pero sigues sonriendo para disimular.
Es tu seguro de vida contra esas fotos que tienen ellos de tu época de universitaria fiestera.
Y ves pasar otro trozo de tarta... Ya de perdidos, ¡al río!
¡Ojalá te atragantes!
Está bien, en realidad no querías ir a trabajar.
Tu amigo jura que no volverá a enviar mensajes a su ex, pero ya sabes cómo va a acabar eso.
La mirada de alguien que ya está planeando su próxima comida.
¿Me he pasado?
Estabas muy feliz hasta que se te pasó por la cabeza la imagen de tu casa reducida a cenizas.
Te complace presenciar su agonía.
Y tú simplemente has comido demasiado.
Aunque intentes ocultarlo, tu malestar es evidente.
¡Esta noche salgo!
¡Sí! ¡Hoy es viernes y el cuerpo lo sabe!
Pero es demasiado bueno.
¿Cómo pretenden que seas educada?
¡Qué alegría!
Es evidente que tu pareja no le hace gracia, pero seguirás mencionándolo, porque tienes razón.
Claro, puede que sea un niño pequeño, pero eso no te ha impedido nunca poner a alguien en su sitio.
Pero te encanta ver los dramas de los demás.
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Catalina de Gales al desnudo: sus reacciones más sinceras
¡Se ve que es muy expresiva!
FAMA Realeza
Una de las razones por las que los miembros de la realeza son fascinantes es que están constantemente en el punto de mira del público, pero carecen del mismo nivel de entrenamiento que otras celebridades en lo que se refiere a posar y sonreír a la cámara. Mientras que la mayoría de las estrellas dominan el arte de fingir encanto, la realeza nos muestra a menudo sus auténticas emociones. Catalina de Gales es el ejemplo perfecto. Destaca por su aplomo y refinamiento. Lo que hace entrañable a la princesa "perfecta" es su autenticidad, incluso ante los focos. ¡Haz clic para ver sus caras más divertidas!