Las caídas pueden suponer un grave riesgo de lesión. Al caer, puedes romperte un hueso, algo que les ocurre a innumerables personas mayores cada año. Para las personas mayores, una fractura ósea puede ser también el comienzo de problemas de salud más graves, que pueden provocar una discapacidad a largo plazo. Y una vez que una persona mayor se cae, es más probable que vuelva a caerse. Sin embargo, sea cual sea tu edad o tu forma física, hay algunas estrategias que puedes utilizar para reducir el riesgo de caídas y, en caso de que se produzcan, disminuir la gravedad de las lesiones resultantes.¿Te interesa? Haz clic aquí para descubrir cómo caerte con seguridad y minimizar los daños.
Aunque las caídas casi siempre son imprevistas, merece la pena planificarlas con antelación y conocer la mejor forma de caer para evitar lesiones graves.
En el momento en que sientas que has perdido el equilibrio, prepárate para caer con los codos y las rodillas flexionados. Intenta evitar caer con las manos y los brazos extendidos, ya que aumentarás las posibilidades de romperte una muñeca o un brazo.
Es natural tensarse al sentir que se aproxima una caída, pero también significa que es probable que el impacto sea más fuerte. El truco está en exhalar rápidamente y liberar la tensión cuando empieces a caer.
Si te caes hacia delante, gira la cara hacia un lado. Y si te caes hacia atrás, mete la barbilla hacia el pecho para que la cabeza no toque el suelo.
Si caes recto hacia delante o hacia atrás, intenta girar el cuerpo para aterrizar de lado. Si aterrizas de lado, reducirás las probabilidades de lesionarte.
Lo mejor para aterrizar suele ser el lugar donde tienes más exceso de carne. Cuando no sea posible caer sobre el trasero, intenta hacerlo sobre la siguiente parte más gruesa del cuerpo. Esto puede salvarte la columna vertebral.
Tu instinto será detener tu cuerpo tan rápido como puedas. Pero lo más seguro es seguir cayendo. Cuanto más cedas a la caída, más segura será.
Una parte importante de una caída segura consiste en repartir la fuerza del impacto por una zona amplia del cuerpo. Al repartir el impacto, se reduce la posibilidad de sufrir lesiones graves concentradas en una parte del cuerpo.
Al rodar, utilizarás la energía de la caída para el giro, en lugar de que tu cuerpo absorba el impacto.
El impacto será menor si puedes apoyar un pie correctamente en los primeros momentos de una caída. Este pie de apoyo puede ayudarte a recuperar el equilibrio, desacelerar la caída y recuperar algo de control.
Si cuidas tu salud en general, tendrás menos posibilidades de caerte. Con esto en mente, haz clic para saber más.
El ejercicio regular mejora los músculos y te hace más fuerte. Además, caminar o subir escaleras puede ralentizar la pérdida ósea por osteoporosis, una enfermedad que debilita los huesos y los hace más propensos a romperse.
El yoga, el pilates y el tai chi pueden mejorar el equilibrio y la fuerza muscular. Prueba al menos uno de ellos.
Tanto en el trabajo como en casa, elimina los peligros más habituales. Por ejemplo, utiliza alfombras antideslizantes y no dejes cables por los pasillos.
Incluso pequeños cambios en la audición están relacionados con un mayor riesgo de caídas. Si llevas audífono, asegúrate de que se ajusta bien y, por supuesto, ¡úsalo!
Cuando adquieras unas gafas o lentes de contacto nuevas, tómate tu tiempo para acostumbrarte a ellas. Lleva las gafas o lentillas como te aconseje tu oftalmólogo.
Si un medicamento te produce somnolencia o mareos, díselo a tu médico o farmacéutico. Esto puede afectar a tu equilibrio.
Si estás cansado, tienes más probabilidades de caerte. Asegúrate de dormir lo suficiente.
Demasiado alcohol puede provocar problemas de equilibrio y caídas, que pueden dar lugar a fracturas de cadera o brazos y otras lesiones.
Extrema las precauciones cuando camines sobre superficies mojadas o heladas. Pueden ser muy resbaladizas.
Levantarse demasiado deprisa puede provocar un descenso de la tensión arterial, lo que puede hacer que te sientas tambaleante.
Si es necesario, utiliza un bastón o andador para poder caminar con seguridad. Asegúrate de que el bastón es de tu talla.
Utiliza una bandolera, riñonera o mochila para tener las manos libres y poder agarrarte a barandillas y similares.
Para apoyar bien los pies, usa calzado antideslizante, con suela de goma y tacón bajo. Tampoco andes en calcetines o con zapatillas de suela lisa.
Considera la posibilidad de quedarte en casa cuando haga mal tiempo. Siempre puedes pedir medicamentos o comestibles por internet si es necesario.
Presta mucha atención a la velocidad a la que caminas y dónde pisas. Cuanto más rápido camines, más probabilidades tendrás de caerte.
Informa siempre a tu médico si te has caído desde tu última revisión, aunque no hayas sentido dolor. Una caída puede alertar al médico de un nuevo problema médico o de problemas con la medicación.
Si vas a realizar alguna tarea que requiera el uso de una escalera, adopta siempre las medidas de seguridad adecuadas. Asegúrate de que la escalera es segura y está en buenas condiciones.
Fuentes: (National Institutes of Health) (AARP)
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Aprende a caerte para evitar lesiones
¡Toma nota!
SALUD Incidentes
Las caídas pueden suponer un grave riesgo de lesión. Al caer, puedes romperte un hueso, algo que les ocurre a innumerables personas mayores cada año. Para las personas mayores, una fractura ósea puede ser también el comienzo de problemas de salud más graves, que pueden provocar una discapacidad a largo plazo. Y una vez que una persona mayor se cae, es más probable que vuelva a caerse. Sin embargo, sea cual sea tu edad o tu forma física, hay algunas estrategias que puedes utilizar para reducir el riesgo de caídas y, en caso de que se produzcan, disminuir la gravedad de las lesiones resultantes.¿Te interesa? Haz clic aquí para descubrir cómo caerte con seguridad y minimizar los daños.