Sus moralejas son de lo más cuestionables
La más importante de las cuatro puertas medievales de York es la de Micklegate Bar, entrada de la ciudad para todos aquellos que viajaban desde el sur. El lado más oscuro de este monumento se esconde en su pasado: de su arco colgaban las cabezas de los traidores y rebeldes.
Mencionada en la obra Domesday Book del año 1086, Shambles es una de las calles más antiguas de York. Muchos de sus edificios se remontan a mediados del siglo XIV, encontrando también varios ejemplos de arquitectura de los albores del siglo XV. Este rincón de la ciudad es uno de los más visitados y está repleto de restaurantes, pubs y tiendas.
La catedral de York es, quizá, el monumento más reconocible de la ciudad. De lo que no hay dudas es de que se trata de una de las más magníficas catedrales góticas del mundo. Este impresionante edificio religioso se edificó a lo largo de 250 años, entre 1220 y 1472, sobre las ruinas de una fortaleza romana.
Si te gusta este medio de transporte y te apasiona la historia de la Revolución industrial, este museo es el adecuado para ti. Aquí encontrarás algunas de las locomotoras más icónicas de las décadas pasadas, así como una colección sinigual de piezas de ingeniería que consiguieron poner a Inglaterra a la cabeza de la técnica y conectar todas sus ciudades a una velocidad jamás antes vista.
Esta antigua casa gremio de York data de 1357 y supone otro viaje en el tiempo gracias a su cuidada arquitectura medieval. El Gran Salón es una de las estructuras de madera más grandes de todo el Reino Unido.
Uno de los grandes atractivos de los jardines del Museo de York es el conjunto de ruinas de la Abadía de Santa María. Construido en el 1088, este edificio religioso fue otrora uno de los monasterios benedictinos más ricos y poderosos de Inglaterra. Te recomendamos visitarlo cuando haya poca gente para escuchar el canto de los pájaros ampliado por estas preciosas paredes casi milenarias.
Aquí encontraremos pinturas que se remontan al siglo XIV compartiendo sala con obras pictóricas contemporáneas y cerámica. Paul Nash y L.S. Lowry son solo dos de los artistas británicos cuyo trabajo está expuesto en las salas de la Galería de Arte de York.
Se dice que varios soldados romanos encantaron la estructura sobre la que se asienta esta lujosa casa del siglo XIX. Los visitantes pueden participar en un tour guiado a través de sus impecables jardines y el ático, lugar en el que vivían los sirvientes. ¡Y también el sótano!
El ejército de Eboracum proclamó a Constantino el Grande como emperador de Roma en el 306 d.C., cargo que mantuvo hasta su muerte en el año 337. Esta escultura de bronce junto a la Catedral de York honra su legado.
La ciudad se ubica en la confluencia de los ríos Ouse y Foss, por lo que puedes optar por un crucero para disfrutar de la arquitectura de la ciudad. Estos servicios suelen incluir un almuerzo y un té de la tarde, aunque también puedes optar por alquilar un barco para tu uso personal.
Si bien la Catedral de York se lleva toda la atención, esta pequeña iglesia del siglo XV, situada en un callejón tranquilo del centro, también merece la pena. Conocida por sus particulares bancos de madera en forma de caja (en la fotografía), diseñados para que las familias rezasen de forma separada, es una de las visitas más enriquecedoras de la ciudad.
Otra de las estructuras más reconocibles de York, la Torre de Clifford es todo lo que queda del antiguo Castillo de York, erigido por William el Conquistador en 1068. Desde estas ruinas disfrutarás unas vistas excelentes de la ciudad vieja de York.
Monk Bar es la puerta más grande y mejor decorada de la antigua fortificación de York. Esta data del siglo XIV y sirvió como estructura disuasoria para posibles atacantes, durante los tiempos en los que los escoceses eran más hostiles. Hoy en día, este edificio alberga la Experiencia Ricardo III, una exhibición en la que podemos apreciar cómo era la vida en los tiempos del último rey de Inglaterra de la dinastía Plantagenet.
Si deseas hospedarte en un lugar tan histórico como la propia ciudad de York, el Grays Court Hotel es tu mejor opción. Se trata de la casa habitada más antigua de la ciudad y entre sus muros encontramos hoy en día el restaurante Bow Room, uno de los más afamados de York.
The Shop That Must Not Be Named ("La tienda que no debe ser nombrada", en español) es un establecimiento mágico en el que podrás adquirir todos los artículos de tu lista de Hogwarts, desde varitas mágicas hasta escobas y demás coleccionables. Sin duda, los fans de Harry Potter creerán haber salido de la calle Shambles para entrar en el callejón Diagón.
Otro establecimiento histórico de York es el Punch Bowl, del que se dice también que está embrujado. Este pub está abierto al público desde hace casi cuatro siglos y su arquitectura y decoración así lo demuestran. Aquí se sirven cervezas ale y comidas deliciosas durante todo el día.
En la fotografía podemos apreciar el rótulo del nombre de la calle junto a la estatua de Minerva, la diosa romana de la sabiduría y el aprendizaje. Esta escultura sirve como recordatorio de los tiempos en los que High Petergate era el hogar de los vendedores de libros, así como de los artesanos que los fabricaban.
No te olvides de probar el delicioso budín de Yorkshire, una delicia regional que contiene huevos, harina y leche. Se suele servir como acompañante en platos de ternera, aunque puede comerse solo si viene relleno de carnes como la salchicha.
¿Hora del aperitivo? Pide un poco de queso de Wensleydale, una delicia del valle homónimo que podrá incorporar también arándanos, como en la fotografía.
York está situada cerca de la cordillera de los Peninos y del Parque Natural North York Moor. ¡No dudes en visitar ambas regiones!
¿Visitarás también Londres? Entonces accede a nuestra galería Qué ver en la City, el centro histórico de Londres.
¿Te apetece toparte de frente con una banda de aguerridos vikingos? Entonces este es tu museo. El Centro Vikingo Jorvik es la instalación de su tipo más visitada del Reino Unido y ofrece una espléndida galería instalada sobre los restos arqueológicos de Coppergate. Los expertos excavaron ahí, durante los 70 y los 80, hasta descubrir el pueblo vikingo al que llamaron Jóvik
No dudes en dedicarle una hora de tu tiempo para explorar su rico interior, comenzando por su sala capitular octogonal (en la fotografía). Los patrones geométricos de su techo y las vidrieras que le preceden demuestran una maestría exquisita.
De visita obligada, esta atracción cultural posee instalaciones dedicadas a la biología, geología, astronomía y arqueología de la ciudad. El Museo de York es también el escenario en el que se celebra anualmente el Festival Romano de Eboracum.
York era conocida en su época romana como Eboracum. La ciudad, fundada en el 71 d.C., conserva de esta época una buena porción de sus murallas.
Este histórico pub, localizado en High Petergate y en las inmediaciones de la Catedral de York, es también el lugar de nacimiento de Guy Fawkes (1570-1606), el ideólogo de la Conspiración de la pólvora. Fawkes y sus hombres, católicos, intentaron asesinar al rey James I y a los miembros del Parlamento Británico, todos aristócratas y protestantes.
York posee un bagaje histórico y cultural único en Inglaterra, siendo quizás una de las ciudades que mejor ilustran su pasado medieval y romano. El burgo amurallado de Yorkshire deja atónitos a todos aquellos que se acercan a disfrutar de sus maravillosos monumentos y arquitectura, adentrándose en más de 2.000 años de historia. Merecen especial mención las épocas romanas, vikingas y tudor de la ciudad.
¡Haz clic en esta galería y descubre por qué debes visitar esta ciudad, hogar de una de las catedrales góticas más impresionantes del mundo!
York: la ciudad más inglesa de Inglaterra
Visitarla es viajar en el tiempo
CINE Lugares
York posee un bagaje histórico y cultural único en Inglaterra, siendo quizás una de las ciudades que mejor ilustran su pasado medieval y romano. El burgo amurallado de Yorkshire deja atónitos a todos aquellos que se acercan a disfrutar de sus maravillosos monumentos y arquitectura, adentrándose en más de 2.000 años de historia. Merecen especial mención las épocas romanas, vikingas y tudor de la ciudad.
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