





























© NL Beeld
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Ser un impostor está bien
- En "Aladín" (1992), la "rata callejera" conquista a la princesa Jasmine fingiendo ser un príncipe y contándole una sarta de mentiras. En la vida real, sin embargo, hacerte pasar por alguien que no eres solo te convierte en un farsante.
© NL Beeld
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El amor es más importante que la amistad
- Si alguna vez has tenido un amigo o una amiga que te ha dejado colgado por su pareja, puede que tenga algo de complejo de Blancanieves, ya que esta dejó tirados a los siete enanitos por el príncipe en menos de un minuto.
© NL Beeld
2 / 30 Fotos
La falta de consentimiento no es un problema
- Tanto en "La bella durmiente" (1959) como en "Blancanieves y los siete enanitos" (1937), el príncipe besa a una princesa inconsciente y se convierte en el héroe de la película. En la vida real, hacer algo así sin el consentimiento de la otra persona es inaceptable (incluso si estás hechizado y en medio de un bosque).
© NL Beeld
3 / 30 Fotos
Secuestrar a alguien hará que se enamore de ti
- "La Bella y la Bestia" (1991) es una historia problemática por muchos motivos. El más obvio es que la Bestia encierra literalmente a Bella en su castillo hasta que esta se enamora de él. ¡Menudo síndrome de Estocolmo!
© NL Beeld
4 / 30 Fotos
Puedes (y deberías) intentar cambiar a la otra persona
- Bella también se pasa toda la película intentando convertir a la Bestia en su hombre ideal. Le hace cepillarse el pelo, tener buenos modelos, vestir ropa diferente... La versión fantástica de hacer que tu pareja se compre unos nuevos pantalones y pruebe otro corte de pelo.
© NL Beeld
5 / 30 Fotos
El dinero compra el amor
- A pesar de lo que dijeron The Beatles, puede que el dinero sí compre el amor, porque no cabe duda de que Bestia lo habría tenido mucho más difícil para cortejar a Bella de no ser por el castillo, el baile, las cenas, la ropa, la librería y los sirvientes.
© NL Beeld
6 / 30 Fotos
Un beso lo resuelve todo
- En "La bella durmiente" se dice que "un beso de amor verdadero puede romper cualquier hechizo". A veces, sin embargo, tal y como ocurre en "Tiana y el sapo", cuando besas a una rana no te quedas con un príncipe.
© NL Beeld
7 / 30 Fotos
El físico importa más que la personalidad
- En "El jorobado de Notre Dame" (1996), Esmeralda elige al capitán Febo antes que a Quasimodo a pesar de sus gestos heroicos y de estar perdidamente enamorado de ella. Tras haber estado confinado en un campanario toda su vida debido a su aspecto, al final también se queda soltero.
© NL Beeld
8 / 30 Fotos
Una idea distorsionada de la belleza
- Según Disney, si eres chica, ser guapa significa tener una cintura más sinuosa que la de Marilyn Monroe, pestañas como abanicos y una melena de león. Y si eres hombre, ya puedes ir corriendo a apuntarte al gimnasio.
© NL Beeld
9 / 30 Fotos
La belleza natural no es suficiente
- En "Cenicienta" (1959) se deja claro que para conquistar a un hombres se necesita un pelo espectacular y un vestido despampanante. El príncipe solo le presta atención después de que el Hada Madrina la transforme de los pies a la cabeza hasta el punto de no llegar a reconocerla con su ropa habitual y de necesitar un zapato de cristal para saber que es ella.
© NL Beeld
10 / 30 Fotos
Puedes domar a un chico malo
- Puede que sean perros, pero su historia no podría ser más humana. La Dama se enamora perdidamente del "chico" malo y se las apaña para hacer que este deje atrás su vida de perro callejero por una más familiar y convencional. En la vida real, esto sería un reto mucho más complicado.
© NL Beeld
11 / 30 Fotos
Los roles de género estereotípicos en las relaciones
- Pero eso no es todo. Al igual que en muchas otras películas clásicas de Disney, la mujer es callada y reservada, mientras que el hombre es gracioso y aventurero (aunque al final siempre acaba sentando la cabeza y apostando por una vida tranquila y familiar). No es de extrañar que luego las personas tengan problemas con el compromiso...
© NL Beeld
12 / 30 Fotos
Escoge siempre a un hombre antes que a tu familia
- En "La sirenita" (1989) la protagonista no solo elige a un hombre antes que a su familia, sino que también escoge ser "parte de su mundo" y dejar todo lo que conoce atrás. Puede que esta sea la razón de que tantas personas tengan aventuras amorosas cuando se van de viaje...
© Shutterstock
13 / 30 Fotos
¿Calladita estás más guapa?
- Pero Ariel no solo deja atrás a su familia por un hombre, sino que también sacrifica su voz (¡y eso que solo lo había visto una vez!). Después se enamoran sin tan siquiera hablar. Moraleja: para conquistar a un hombre hay que ser guapa y estar callada.
© Shutterstock
14 / 30 Fotos
El amor a primera vista es romántico
- Y hablando de no hablar, el príncipe de la Cenicienta también se enamora de ella antes de oírle decir ni pío. En las películas de Disney, el amor a primera vista no solo se presenta como algo romántico sino también deseable, de ahí que tantas historias apasionadas en la vida real acaben en desastre.
© NL Beeld
15 / 30 Fotos
Necesitas un hombre si quieres ser feliz
- Cenicienta tiene un hada madrina capaz de concederle todos sus deseos, pero esta no deja de ser una sirvienta prisionera hasta que el príncipe aparece en su vida.
© Getty Images
16 / 30 Fotos
Solo cuenta el amor heterosexual
- Si quieres tener un final feliz, necesitas a un hombre a tu lado (si eres mujer, claro). A pesar de estar en el año 2025, no hay ninguna pareja LGBTQ+ que protagonice una película de Disney. ¡Ya va siendo hora!
© NL Beeld
17 / 30 Fotos
El amor a distancia es fácil
- Tanto en "Tarzán" (1999) como en "Pocahontas" (1995), los protagonistas se enamoran a pesar de no hablar el mismo idioma y de no ser de la misma cultura. Aunque las relaciones interculturales a larga distancia pueden funcionar, las películas de Disney lo pintan demasiado fácil.
© NL Beeld
18 / 30 Fotos
El matrimonio es la gran meta vital
- En las películas clásicas de Disney, el matrimonio casi siempre es el objetivo y, en cuanto se alcanza, empieza a sonar música y los personajes tienen su "final feliz". Tal vez esa sea la razón de que ahora haya tantos adultos dejándose los pulgares en las aplicaciones de citas.
© NL Beeld
19 / 30 Fotos
Los padrastros son siempre malvados
- Las relaciones actuales a veces implican juntar a familias diferentes, algo que ya es lo suficientemente difícil de por sí como para que Disney lo haga aún más complicado. En películas como "Cenicienta" y "Blancanieves y los siete enanitos" las madrastras son malas por naturaleza, lo que les hace un flaco favor a las reales.
© NL Beeld
20 / 30 Fotos
El síndrome de Peter Pan
- El síndrome de Peter Pan consiste en negarse a madurar, lo que significa que uno nunca estará realmente listo para comprometerse o sentar la cabeza. No hace falta que te digamos qué película tiene la culpa, ¿verdad?
© Shutterstock
21 / 30 Fotos
La apariencia lo es todo
- Los creadores de las películas de Disney claramente nunca escucharon eso de que no hay que juzgar un libro por la portada, porque en ellas los buenos siempre son atractivos y los malos todo lo contrario. ¿A que se te vienen varios ejemplos a la mente?
© NL Beeld
22 / 30 Fotos
Las mujeres son las que hacen todo el trabajo duro
- En "El rey león", mientras Simba se lo pasa en grande cantando hakuna matata, Nala es la encargada de buscar alimento para su familia, de lidiar con el tío malvado del protagonista y de salvar su reino. ¿Y quién se lleva la gloria al final? Efectivamente: Simba.
© NL Beeld
23 / 30 Fotos
Tira la toalla en cuanto las cosas se pongan feas
- Cuando Simba abandona a Nala y su reino, Disney nos estaba enseñando a tirar la toalla en cuanto las cosas se tuercen. Nada de ir a terapia de pareja o de hacer un esfuerzo: simplemente huye.
© NL Beeld
24 / 30 Fotos
Hay que perdonar lo antes posible
- Perdonar está muy bien, pero Nala supera el abandono de Simba en lo que dura "Can You Feel the Love Tonight". En la vida real hay cosas que requieren más tiempo.
© Shutterstock
25 / 30 Fotos
El amor es algo por lo que hay que luchar (físicamente)
- En "La Bella y la Bestia", Gastón y la Bestia se pelean por Bella. Al final, esto hace que la Bestia sea más atractiva a ojos de la protagonista, lo que refuerza el mensaje de que la violencia está justificada si se ejerce por amor.
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26 / 30 Fotos
No sigas los consejos de tus padres
- Cuando Ariel desobedece a su padre en "La sirenita", se convierte en el clásico ejemplo de Disney que hace oídos sordos a lo que sus seres queridos le dicen. Todos hemos pasado por algo así (y la mayoría nos hemos arrepentido tanto como probablemente lo hizo ella en cuanto el barco zarpó).
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27 / 30 Fotos
Los tiempos han cambiado
- Sin embargo, los tiempos han cambiado y "Frozen" (2013) es un gran ejemplo de ello. Hans le hace gaslight a Ana, algo que se aborda de inmediato como un problema. En la película incluso ridiculizan la idea de que ella se case con él cuando la propia Elsa le dice a su hermana que no puede contraer matrimonio con un hombre que acaba de conocer.
© NL Beeld
28 / 30 Fotos
¿Nostálgicas o problemáticas?
- ¿Son estas películas nostálgicas o problemáticas? ¿Nos ayudan a evadirnos a un mundo donde tenemos nuestro final feliz o nos venden un ideal que en el fondo perpetúa los problemas sentimentales a los que nos enfrentamos? ¡Preguntémosle al espejo mágico! Fuentes: (Bored Panda) No te pierdas: El lado más macabro de Walt Disney
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Ser un impostor está bien
- En "Aladín" (1992), la "rata callejera" conquista a la princesa Jasmine fingiendo ser un príncipe y contándole una sarta de mentiras. En la vida real, sin embargo, hacerte pasar por alguien que no eres solo te convierte en un farsante.
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1 / 30 Fotos
El amor es más importante que la amistad
- Si alguna vez has tenido un amigo o una amiga que te ha dejado colgado por su pareja, puede que tenga algo de complejo de Blancanieves, ya que esta dejó tirados a los siete enanitos por el príncipe en menos de un minuto.
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2 / 30 Fotos
La falta de consentimiento no es un problema
- Tanto en "La bella durmiente" (1959) como en "Blancanieves y los siete enanitos" (1937), el príncipe besa a una princesa inconsciente y se convierte en el héroe de la película. En la vida real, hacer algo así sin el consentimiento de la otra persona es inaceptable (incluso si estás hechizado y en medio de un bosque).
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3 / 30 Fotos
Secuestrar a alguien hará que se enamore de ti
- "La Bella y la Bestia" (1991) es una historia problemática por muchos motivos. El más obvio es que la Bestia encierra literalmente a Bella en su castillo hasta que esta se enamora de él. ¡Menudo síndrome de Estocolmo!
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4 / 30 Fotos
Puedes (y deberías) intentar cambiar a la otra persona
- Bella también se pasa toda la película intentando convertir a la Bestia en su hombre ideal. Le hace cepillarse el pelo, tener buenos modelos, vestir ropa diferente... La versión fantástica de hacer que tu pareja se compre unos nuevos pantalones y pruebe otro corte de pelo.
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5 / 30 Fotos
El dinero compra el amor
- A pesar de lo que dijeron The Beatles, puede que el dinero sí compre el amor, porque no cabe duda de que Bestia lo habría tenido mucho más difícil para cortejar a Bella de no ser por el castillo, el baile, las cenas, la ropa, la librería y los sirvientes.
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6 / 30 Fotos
Un beso lo resuelve todo
- En "La bella durmiente" se dice que "un beso de amor verdadero puede romper cualquier hechizo". A veces, sin embargo, tal y como ocurre en "Tiana y el sapo", cuando besas a una rana no te quedas con un príncipe.
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7 / 30 Fotos
El físico importa más que la personalidad
- En "El jorobado de Notre Dame" (1996), Esmeralda elige al capitán Febo antes que a Quasimodo a pesar de sus gestos heroicos y de estar perdidamente enamorado de ella. Tras haber estado confinado en un campanario toda su vida debido a su aspecto, al final también se queda soltero.
© NL Beeld
8 / 30 Fotos
Una idea distorsionada de la belleza
- Según Disney, si eres chica, ser guapa significa tener una cintura más sinuosa que la de Marilyn Monroe, pestañas como abanicos y una melena de león. Y si eres hombre, ya puedes ir corriendo a apuntarte al gimnasio.
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9 / 30 Fotos
La belleza natural no es suficiente
- En "Cenicienta" (1959) se deja claro que para conquistar a un hombres se necesita un pelo espectacular y un vestido despampanante. El príncipe solo le presta atención después de que el Hada Madrina la transforme de los pies a la cabeza hasta el punto de no llegar a reconocerla con su ropa habitual y de necesitar un zapato de cristal para saber que es ella.
© NL Beeld
10 / 30 Fotos
Puedes domar a un chico malo
- Puede que sean perros, pero su historia no podría ser más humana. La Dama se enamora perdidamente del "chico" malo y se las apaña para hacer que este deje atrás su vida de perro callejero por una más familiar y convencional. En la vida real, esto sería un reto mucho más complicado.
© NL Beeld
11 / 30 Fotos
Los roles de género estereotípicos en las relaciones
- Pero eso no es todo. Al igual que en muchas otras películas clásicas de Disney, la mujer es callada y reservada, mientras que el hombre es gracioso y aventurero (aunque al final siempre acaba sentando la cabeza y apostando por una vida tranquila y familiar). No es de extrañar que luego las personas tengan problemas con el compromiso...
© NL Beeld
12 / 30 Fotos
Escoge siempre a un hombre antes que a tu familia
- En "La sirenita" (1989) la protagonista no solo elige a un hombre antes que a su familia, sino que también escoge ser "parte de su mundo" y dejar todo lo que conoce atrás. Puede que esta sea la razón de que tantas personas tengan aventuras amorosas cuando se van de viaje...
© Shutterstock
13 / 30 Fotos
¿Calladita estás más guapa?
- Pero Ariel no solo deja atrás a su familia por un hombre, sino que también sacrifica su voz (¡y eso que solo lo había visto una vez!). Después se enamoran sin tan siquiera hablar. Moraleja: para conquistar a un hombre hay que ser guapa y estar callada.
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14 / 30 Fotos
El amor a primera vista es romántico
- Y hablando de no hablar, el príncipe de la Cenicienta también se enamora de ella antes de oírle decir ni pío. En las películas de Disney, el amor a primera vista no solo se presenta como algo romántico sino también deseable, de ahí que tantas historias apasionadas en la vida real acaben en desastre.
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15 / 30 Fotos
Necesitas un hombre si quieres ser feliz
- Cenicienta tiene un hada madrina capaz de concederle todos sus deseos, pero esta no deja de ser una sirvienta prisionera hasta que el príncipe aparece en su vida.
© Getty Images
16 / 30 Fotos
Solo cuenta el amor heterosexual
- Si quieres tener un final feliz, necesitas a un hombre a tu lado (si eres mujer, claro). A pesar de estar en el año 2025, no hay ninguna pareja LGBTQ+ que protagonice una película de Disney. ¡Ya va siendo hora!
© NL Beeld
17 / 30 Fotos
El amor a distancia es fácil
- Tanto en "Tarzán" (1999) como en "Pocahontas" (1995), los protagonistas se enamoran a pesar de no hablar el mismo idioma y de no ser de la misma cultura. Aunque las relaciones interculturales a larga distancia pueden funcionar, las películas de Disney lo pintan demasiado fácil.
© NL Beeld
18 / 30 Fotos
El matrimonio es la gran meta vital
- En las películas clásicas de Disney, el matrimonio casi siempre es el objetivo y, en cuanto se alcanza, empieza a sonar música y los personajes tienen su "final feliz". Tal vez esa sea la razón de que ahora haya tantos adultos dejándose los pulgares en las aplicaciones de citas.
© NL Beeld
19 / 30 Fotos
Los padrastros son siempre malvados
- Las relaciones actuales a veces implican juntar a familias diferentes, algo que ya es lo suficientemente difícil de por sí como para que Disney lo haga aún más complicado. En películas como "Cenicienta" y "Blancanieves y los siete enanitos" las madrastras son malas por naturaleza, lo que les hace un flaco favor a las reales.
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20 / 30 Fotos
El síndrome de Peter Pan
- El síndrome de Peter Pan consiste en negarse a madurar, lo que significa que uno nunca estará realmente listo para comprometerse o sentar la cabeza. No hace falta que te digamos qué película tiene la culpa, ¿verdad?
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21 / 30 Fotos
La apariencia lo es todo
- Los creadores de las películas de Disney claramente nunca escucharon eso de que no hay que juzgar un libro por la portada, porque en ellas los buenos siempre son atractivos y los malos todo lo contrario. ¿A que se te vienen varios ejemplos a la mente?
© NL Beeld
22 / 30 Fotos
Las mujeres son las que hacen todo el trabajo duro
- En "El rey león", mientras Simba se lo pasa en grande cantando hakuna matata, Nala es la encargada de buscar alimento para su familia, de lidiar con el tío malvado del protagonista y de salvar su reino. ¿Y quién se lleva la gloria al final? Efectivamente: Simba.
© NL Beeld
23 / 30 Fotos
Tira la toalla en cuanto las cosas se pongan feas
- Cuando Simba abandona a Nala y su reino, Disney nos estaba enseñando a tirar la toalla en cuanto las cosas se tuercen. Nada de ir a terapia de pareja o de hacer un esfuerzo: simplemente huye.
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24 / 30 Fotos
Hay que perdonar lo antes posible
- Perdonar está muy bien, pero Nala supera el abandono de Simba en lo que dura "Can You Feel the Love Tonight". En la vida real hay cosas que requieren más tiempo.
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El amor es algo por lo que hay que luchar (físicamente)
- En "La Bella y la Bestia", Gastón y la Bestia se pelean por Bella. Al final, esto hace que la Bestia sea más atractiva a ojos de la protagonista, lo que refuerza el mensaje de que la violencia está justificada si se ejerce por amor.
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26 / 30 Fotos
No sigas los consejos de tus padres
- Cuando Ariel desobedece a su padre en "La sirenita", se convierte en el clásico ejemplo de Disney que hace oídos sordos a lo que sus seres queridos le dicen. Todos hemos pasado por algo así (y la mayoría nos hemos arrepentido tanto como probablemente lo hizo ella en cuanto el barco zarpó).
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Los tiempos han cambiado
- Sin embargo, los tiempos han cambiado y "Frozen" (2013) es un gran ejemplo de ello. Hans le hace gaslight a Ana, algo que se aborda de inmediato como un problema. En la película incluso ridiculizan la idea de que ella se case con él cuando la propia Elsa le dice a su hermana que no puede contraer matrimonio con un hombre que acaba de conocer.
© NL Beeld
28 / 30 Fotos
¿Nostálgicas o problemáticas?
- ¿Son estas películas nostálgicas o problemáticas? ¿Nos ayudan a evadirnos a un mundo donde tenemos nuestro final feliz o nos venden un ideal que en el fondo perpetúa los problemas sentimentales a los que nos enfrentamos? ¡Preguntémosle al espejo mágico! Fuentes: (Bored Panda) No te pierdas: El lado más macabro de Walt Disney
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¿Nos ha condicionado Disney en el amor sin que lo notemos?
Sus moralejas son de lo más cuestionables
© <p>NL Beeld</p>
Disney ha sido un pilar en la vida de muchas personas. Todos hemos crecido consumiendo historias de sueños que se cumplen en las que todo el mundo tiene su propio príncipe azul y donde un beso lo resuelve todo. La realidad, sin embargo, es muy diferente. Detrás de cada fantasía multicolor hay una lección muy negativa acerca del amor, desde Ariel sacrificando su voz por un hombre hasta Cenicienta cambiando todo su aspecto por un príncipe (por no hablar del síndrome de Estocolmo de Bella). No cabe duda de que las historias más actuales de Disney ya no son tan problemáticas, ¿pero ha influido el crecer con películas como "La bella durmiente" (1959) y "El rey león" (1994) en nuestra vida amorosa? ¡Haz clic para refrescar la memoria!
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