Camila Parker Bowles (a la izquierda), originalmente Camila Shand, nació en Sussex (Inglaterra) en julio de 1947, por lo que es 16 meses mayor que Carlos. Su padre era Bruce Shand, un exitoso comerciante de vinos y militar de alto rango.
Camila creció rodeada de privilegios y estudió en una escuela elitista de Londres antes de completar su formación en Francia y Suiza. Su familia solía codearse con los miembros de la realeza británica.
Camila conoció a Carlos en un partido de polo. Ambos son grandes apreciadores del deporte al aire libre, por lo que no es ninguna sorpresa que se conociesen en semejantes circunstancias. ¡La chispa surgió al momento!
También tienen un sentido del humor muy parecido. Aún a día de hoy es normal verles riéndose juntos. Se dice que cuando se conocieron Camila le contó una broma cerca del supuesto romance entre su bisabuela y el rey Eduardo VII.
Al parecer, Camila le dijo a Carlos que su bisabuela había sido la amante de su antepasado, por lo que "sentía que ambos tenían algo en común". Por suerte, no era la genética...
Empezaron a salir tras conocerse en 1970, pero al poco tiempo Carlos tuvo que unirse a la Marina Real durante 8 meses. Cuando volvió, Camila se había comprometido con otra persona.
En julio de 1973, Camila se casó con su prometido, Andrew Parker Bowles, un oficial de caballería del ejército 7 años mayor que ella. Curiosamente, ¡Andrew también estuvo saliendo con la hermana de Carlos, la princesa Ana!
Camila y Carlos siguieron siendo buenos amigos incluso después del matrimonio de ella. De hecho, Carlos es el padrino de uno de los hijos de Camila.
Se rumorea que Carlos le pidió a su buena amiga Camila que le ayudase a encontrar a una chica de bien que hiciese feliz a su familia y cumpliese las expectativas.
En 1980, Carlos, que por aquel entonces tenía 31 años, empezó a salir con Diana, de 18. Se conocieron a través de la hermana de ella, quien también había estado saliendo con el por aquel entonces príncipe.
Carlos le propuso matrimonio en 1981 y ella aceptó. Esto dio pie a la famosa entrevista tras el anuncio oficial en la que Carlos hizo un comentario de lo más premonitorio. Cuando uno de los reporteros les preguntó si estaban enamorados, Diana respondió "por supuesto" con una sonrisa. Carlos se limitó a responder "lo que sea que enamorados signifique".
Diana descubrió que Carlos y Camila seguían llamándose por los apodos "Fred" y "Gladys", inspirados en personajes de "The Goon Show". Días antes de la boda, Diana encontró un brazalete que Carlos había mandado grabar con las iniciales "G" y "F".
El 19 de julio de 1981, Carlos y Diana se casaron ante la atenta mirada de 750 millones de espectadores de todo el mundo. De hecho, aún se la recuerda como "la boda del siglo". El vestido de Diana fue toda una inspiración para la moda de esa época.
Diana dio a luz a Guillermo en 1982 y a Enrique en 1984, aunque el matrimonio ya hacía aguas por aquel entonces. Hay pruebas que apuntan a que la estrecha relación entre Carlos y Camila fue uno de los motivos de discordia entre ambos.
Carlos reveló en su biografía autorizada que su relación extramarital con Camila empezó en 1986, dos años después del nacimiento de Enrique.
La aventura duró varios años. Carlos y Camila solían verse durante los fines de semana que pasaban con sus amigos en las residencias de estos. Otro de los lugares de encuentro era el propio retiro de Carlos, Highgrove House.
Highgrove House es una mansión de campo que Carlos compró en los 80. Al príncipe le gustaba pasar más tiempo al aire libre que a Diana, por lo que a menudo iba sin ella. Casualmente, estaba muy cerca de la casa de Camila, Bolehyde Manor.
En 1989, Diana tuvo unas palabras con Camila en una fiesta y le sacó el tema de su aventura con Carlos. Años después, en una entrevista, la princesa reveló lo que Camila le había dicho: "Tienes todo lo que siempre has querido. Tienes a todos los hombres del mundo a tus pies y dos niños preciosos, ¿qué más quieres?". Al parecer, Diana le contestó "a mi esposo".
En los años siguientes tuvieron lugar dos escándalos que confirmaron la aventura entre ambos. Diana accedió a tener entrevistas con el escritor Andrew Morton, quien después usó la información para publicar "Diana: Her True Story" en 1992. El libro describía con pelos y señales los problemas matrimoniales de la pareja.
A finales de 1992 llegó la guinda del pastel. Se filtró una llamada telefónica de 1989 entre Carlos y Camila en la que ambos flirteaban descaradamente, dando a entender que su relación era muy estrecha. Carlos incluso llegó a bromear diciendo que deseaba ser un tampón para estar siempre dentro de ella. Como era de esperar, fue todo un escándalo.
Sobre esas mismas fechas se confirmó que Carlos y Diana habían decidido separarse oficialmente. La prensa amarilla se puso las botas con la grabación y los testimonios sobre las relaciones extramaritales de ambos.
Carlos intentó arreglar su reputación haciendo su relación con Camila más oficial. Por su 50 cumpleaños le organizó una lujosa fiesta en Highgrove House. Por desgracia, todo quedó eclipsado tras la trágica muerte de Diana en accidente de tráfico ese mismo año.
El duelo y casi deificación de Diana tras su repentino fallecimiento dificultaron enormemente los intentos de Carlos por integrar a Camila, sobre todo a ojos de sus hijos.
En 1998, Carlos seguía intentando legitimar su relación con Camila, pero se dice que la reina no les dio su apoyo. Al parecer, incluso se negó a asistir al 50 cumpleaños de Carlos porque sabía que Camila iba a estar presente en la fiesta.
En 1999, Carlos y Camila fueron vistos juntos saliendo de una fiesta de cumpleaños en el Ritz. Era la primera vez que aparecían juntos en público. Ese mismo año se fueron de vacaciones con Guillermo y Enrique.
A principios de los 2000 hubo varios intentos por parte de Carlos para integrar a Camila en la familia real. La reina finalmente accedió asistir a un acontecimiento al que Camila también iba. En 2003, Camila se mudó con Carlos a la residencia real de Clarence House.
En 2005, con 57 y 58 años, 35 años después de conocerse por primera vez, Carlos y Camila se casaron. Tuvieron una pequeña ceremonia civil y Guillermo hizo de padrino. La reina asistió al convite nupcial.
El título de Camila tras la boda fue tema de polémica. La primera esposa de Carlos, Diana, era la princesa de Gales, título que mantuvo tras el divorcio, por lo que Camila no podía tenerlo. En su lugar, se la nombró duquesa de Cornualles. No obstante, debido a la turbia historia de ambos y al papel de Camila en el divorcio de Carlos y Diana, se sospechaba que se la nombraría princesa consorte cuando este subiese al trono.
Siete meses después, el 8 de septiembre, la reina Isabel II moría en su adorado castillo de Balmoral. Carlos se convirtió en rey y Camila en reina consorte. Sin embargo, tras la coronación, y gracias a que Carlos había emitido una orden real de nombramiento para cambiar el título de su esposa, Camilla se convirtió en reina. Se trata de una nueva era en la historia de la monarquía británica, ahora encabezada por Fred y Gladys.
Fuentes: (Town and Country) (Biography) (Insider) (Harper's Bazaar)
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La larga relación entre Carlos y Camila ha sido uno de los asuntos más polémicos de la monarquía británica de estos últimos tiempos. Se conocieron y empezaron a salir juntos de jóvenes y, aunque ambos se casaron con otras personas, ninguno de los dos dejó que la llama se apagase. Aunque su romance intermitente también ha causado mucho dolor, la pareja ha logrado su final feliz.
Si quieres conocer de cerca la historia de amor entre Fred y Gladys (apodos que explicaremos más adelante), ¡sigue leyendo!
La transformación de Carlos y Camila: de apodos secretos a la realeza
Te recordamos cómo fue su polémica historia de amor
La larga relación entre Carlos y Camila ha sido uno de los asuntos más polémicos de la monarquía británica de estos últimos tiempos. Se conocieron y empezaron a salir juntos de jóvenes y, aunque ambos se casaron con otras personas, ninguno de los dos dejó que la llama se apagase. Aunque su romance intermitente también ha causado mucho dolor, la pareja ha logrado su final feliz.
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