Un nivel bajo de estrés es normal y en ocasiones hasta beneficioso, pero uno muy elevado puede afectar a la calidad de tu descanso. Esto se debe a la liberación de la hormona del estrés, el cortisol, la cual hace que tu cuerpo esté constantemente alerta.
El cuerpo genera cortisol de forma natural cuando te despiertas y, efectivamente, te ayuda a estar alerta. ¡El problema es si lo produce cuando es momento de dormir!
La agitación, los pensamientos intrusivos o las preocupaciones pueden apoderarse de tu subconsciente. Como resultado, el estrés y la ansiedad se manifiestan por la noche y no te permiten descansar como es debido.
Una flora intestinal desequilibrada puede generar problemas a la hora de dormir. Esto suele estar vinculado a un exceso de cortisol, lo que puede repercutir en las bacterias que habitan en tu intestino.
Si este es tu caso, prueba a tomar probióticos para reforzar tu flora intestinal y tener un descanso de calidad.
Tus niveles de azúcar en sangre fluctúan levemente durante el día, pero si disminuyen de golpe cuando te vas a la cama, pueden influir negativamente en tu descanso.
Un nivel bajo de glucosa por la noche puede deberse a varios factores, entre ellos la alimentación. Asimismo, un nivel bajo de azúcar en sangre hace que las glándulas suprarrenales liberen cortisol, lo que te impedirá dormir como es debido.
Una dieta equilibrada puede ser una gran ayuda para mantener los niveles de glucosa equilibrados. Un pequeño tentempié antes de dormir rico en grasas y proteína (como los frutos secos) también puede contribuir a que dichos niveles se mantengan estables durante más tiempo.
La nicotina, independiente de cómo se consuma, también puede hacer que te despiertes en mitad de la noche. Esto se debe a que es un estimulante, es decir, lo contrario a lo que necesitas para conciliar el sueño.
Muchas personas adoran el café o las bebidas con cafeína como el té. Sobre decir, sin embargo, que la cafeína también es un estimulante, por lo que harías bien en no consumirla hasta seis horas antes de irte a la cama.
Puede que a tu cuerpo le falte algún nutriente como la vitamina D, la cual juega un papel esencial en la producción de la hormona reguladora del sueño, es decir, la melatonina.
Algunos alimentos contienen vitamina D, pero la mejor fuente es el Sol. Exponerte a la luz solar te ayudará a regular tu ritmo circadiano y a evitar que te despiertes en mitad de la noche tan frecuentemente.
El magnesio es otro nutriente que te ayuda a descansar como es debido. Es el responsable de varios procesos, incluido el aumento de los niveles de ácido gama-aminobutírico (o GABA, por sus siglas en inglés), un neurotransmisor encargado de ayudar al cuerpo a relajarse.
Puede que tu falta de sueño se deba a un desajuste hormonal. Las mujeres menopáusicas, por ejemplo, pueden experimentar fluctuaciones hormonales que les impiden descansar bien por la noche.
Durante la menstruación, los niveles de progesterona disminuyen. Esto también puede influir negativamente en la calidad del sueño.
Este trastorno hace que dejes de respirar mientras duermes, a veces con pausas de hasta 30 segundos. La apnea del sueño puede hacer que te muevas mucho durante la noche y que te acabes despertando.
Esta condición no solo es molesta y te impide dormir por las noches, sino que además está vinculada a muchos otros problemas como las enfermedades cardiovasculares.
¿Te levantas muchas veces para ir al baño? Puede que sufras de nocturia. Orinar en varias ocasiones durante la noche puede impedir que descanses correctamente.
La nocturia puede deberse a varios factores, principalmente a una sobreactividad de la vejiga causada por unos bajos niveles de arginina vasopresina, es decir, la hormona antidiurética. La nocturia puede aparecer a medida que envejecemos.
Hay otras razones que pueden hacerte ir mucho al baño por la noche. Por ejemplo, puede que padezcas hiperglucemia nocturna, la cual puede estar vinculada a la diabetes.
Si esta necesidad urgente de orinar viene acompañada de otros síntomas, como la irritabilidad y los dolores de cabeza, lo mejor es pedir cita en el médico para hablarlo con un profesional. El síndrome de las piernas inquietas también puede denotar una fluctuación de los niveles de azúcar en sangre por la noche.
Las irregularidades en el funcionamiento del hígado también pueden dar lugar a trastornos del sueño. Tu hígado es el responsable de metabolizar la melatonina, la cual juega un papel clave a la hora de dormir.
Pide cita con tu médico si tienes otros síntomas como picores, falta de apetito o sensibilidad alrededor del área del hígado. ¡Los problemas hepáticos no son ninguna broma!
Cuando la tiroides está demasiado activa, produce una gran cantidad de hormonas. Esta condición se conoce como hipertiroidismo y puede hacer que te sientas inquieto e irritable, lo que a su vez puede impedir que descanses bien por las noches.
El efecto contrario se denomina hipotiroidismo y, cómo no, también puede afectar negativamente a tu descanso. Una tiroides poco activa puede traducirse en dolores musculares y articulares y hacerte más susceptible a padecer ansiedad.
El proceso que regula nuestro ciclo de sueño puede cambiar. Los desfases horarios, por ejemplo, pueden influir enormemente en nuestro descanso.
Los cambios en el horario laboral también pueden alterar el ritmo circadiano.
Fuentes: (Health Digest) (Rise Science) (CDC) (CDEC) (Nutrients) (Yale Medicine) (Sleep Medicine Research) (Diabetes.co.uk)
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Causas comunes del insomnio y cómo abordarlas
Tu descanso podría verse interrumpido por varios motivos
SALUD Dormir
Dormir es esencial para que nuestro cuerpo y nuestra mente funcionen como es debido. Si te cuesta conciliar el sueño o te despiertas cada dos por tres en mitad de la noche, quiere decir que algo no anda bien. Para ayudarte a identificar la causa del problema y poder atajarlo antes de que vaya a más, aquí te dejamos una lista de posibilidades. ¡Adelante!