De forma instintiva, podemos saber el efecto que la música tiene sobre nosotros, hasta el punto de hacer que nos sintamos eufóricos al hacer deporte o aún más miserables tras una ruptura. Los estudios apuntan a que la música ofrece muchísimos beneficios para nuestra salud física y mental, desde reducir los niveles de estrés hasta potenciar la imaginación y la creatividad. ¡Seguro que después de leer esta galería solo vas a querer poner tu lista de reproducción a todo volumen!
La música puede ayudar a reducir la intensidad del dolor, sobre todo en la atención geriátrica y los cuidados paliativos.
La música activa prácticamente todas las regiones del cerebro y refuerza las conexiones entre las diferentes partes de este órgano.
Un estudio demostró que quienes montaban en bicicleta mientras escuchaban música con ritmos rápidos pedaleaban con más ganas.
La música es un gran tratamiento para quienes padecen demencia y alzhéimer, ya que les ayuda a mejorar sus capacidades cognitivas y comunicativas.
Escuchar tus canciones preferidas mientras entrenas puede ayudarte a mejorar tu aguante y rendimiento físico.
¿Quieres batir tu propio récord? Entonces escucha las canciones que más te motivan. Te ayudarán a correr más rápido y a mejorar tu aguante.
Un estudio demostró que escuchar música después de hacer ejercicio, sobre todo si es lenta, ayuda a que el cuerpo se recupere más rápido.
Está demostrado que escuchar música clásica ayuda a combatir el insomnio. ¡Mucho más barato que comprar pastillas para dormir!
Varios estudios han descubierto que escuchar música alegre puede potenciar la creatividad.
Un estudio demostró que escuchar música suave con una luz tenue favorecía la relajación durante las comidas. Por lo tanto, la gente comía menos de una sentada.
Las investigaciones apuntan a que escuchar música reduce el estrés, ya que estimula la producción de sustancias bioquímicas que nos ayudan a combatirlo.
Si te sientes alicaído, la música puede hacer que te animes. No obstante, los estudios apuntan a que no todos los estilos sirven. Mientras que los sonidos clásicos y meditativos ayudan a mejorar el humor, la música tecno y el heavy metal pueden empeorar los síntomas de la depresión.
Los científicos han descubierto que las emociones que los pacientes experimentan mientras escuchan música pueden tener un efecto positivo en el funcionamiento de los vasos sanguíneos. Y no solo eso, ¡sino que también contribuyen a su felicidad!
Escuchar música lenta puede cambiar la velocidad de las ondas cerebrales, favoreciendo un estado similar a la meditación. Puede ayudar a aliviar las migrañas, el síndrome premenstrual e incluso los problemas de comportamiento.
Las investigaciones demuestran que tener música de fondo ayuda a mejorar el rendimiento a la hora de realizar tareas cognitivas. Sin embargo, todo depende de si la música realmente mejora el estado emocional de la persona o no.
Los estudios demuestran que la música inspiradora tiene la capacidad de potenciar la motivación a la hora de trabajar y hacer deporte.
Un estudio demostró que escuchar música tranquilizaba a los pacientes que se iban a someter a una operación cardiovascular.
Pero la música no solo es útil antes de una cirugía, sino también después. Otro estudio reveló que escuchar música en la cama tras una operación ayudaba a los pacientes a relajarse.
Escuchar música mientras conduces puede mejorar tu humor. Si el tráfico te saca de quicio, ¡contrarréstalo con tus canciones preferidas!
Un estudio descubrió que el rendimiento de los jugadores de baloncesto que solían fallar más bajo presión mejoraba considerablemente si estos escuchaban música animada y pegadiza antes jugar.
Un estudio reveló que el efecto de la música es similar al de un masaje a la hora de reducir la ansiedad. Por lo tanto, ¡un masaje con música es una combinación ganadora!
Varios estudios han demostrado que escuchar música relajante puede ralentizar las pulsaciones y reducir la presión arterial.
Asimismo, varios estudios han demostrado que la música puede ayudar a los pacientes de cáncer a transmitir sus emociones, gestionar el estrés y aliviar el dolor físico.
Varios investigadores de Finlandia llegaron a la conclusión de que la atención y la memoria verbal de los pacientes que habían sufrido un derrame cerebral mejoraba si escuchaban música dos horas al día. También se mostraban más optimistas que los que no lo hacían.
Escuchar música reduce el estrés y favorece la relajación gracias a la regulación de las hormonas encargadas de reforzar las defensas.
Un estudio de 2013 reveló que la música ayudaba a mejorar el humor de las personas y a hacer que estas estuviesen más en contacto con sus emociones.
Escuchar música relajante reduce las hormonas del estrés y, a su vez, estimula la producción de las que favorecen la relajación y la sensación de recompensa.
Fuentes: (USA Today) (BetterUp)
Ver también: Los mejores compositores de todos los tiempos
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SALUD Bienestar
De forma instintiva, podemos saber el efecto que la música tiene sobre nosotros, hasta el punto de hacer que nos sintamos eufóricos al hacer deporte o aún más miserables tras una ruptura. Los estudios apuntan a que la música ofrece muchísimos beneficios para nuestra salud física y mental, desde reducir los niveles de estrés hasta potenciar la imaginación y la creatividad. ¡Seguro que después de leer esta galería solo vas a querer poner tu lista de reproducción a todo volumen!