La ansiedad es un trastorno mental que causa tensión, pánico, sudoración, miedo y palpitaciones. Algunas personas pueden llegar incluso a sufrir ataques de pánico y síntomas físicos como el dolor de pecho. Por desgracia, en los casos más extremos se trata de un problema verdaderamente incapacitante. Por estas razones, es importante saber qué cosas te generan ansiedad. Si las identificas, podrás aprender a gestionarlas y a evitar que interfieran en tu vida cotidiana. Cada persona experimenta la ansiedad de una forma diferente, pero hay ciertas causas comunes. Si quieres saber cuáles son, ¡sigue leyendo!
La ansiedad a veces nace de una preocupación por la salud física. Algunos síntomas corporales son indicios de un trastorno de ansiedad, lo que puede interferir con la vida cotidiana de quien lo padece.
Las palpitaciones, la hiperventilación, la sudoración y la debilidad son algunos síntomas que pueden generar preocupación por el estado físico. Esto, a su vez, provoca ansiedad. Básicamente, se vuelve un círculo vicioso.
A veces la ansiedad viene motivada por un miedo a que a algo le ocurra a nuestros seres queridos, ya sean hijos, padres o amigos.
Esto es algo muy común entre los cuidadores, ya que su trabajo les obliga a anteponer las necesidades de las otras personas a las suyas propias.
Una de las razones por las que el dinero puede generar ansiedad es porque está asociado a la supervivencia. Cuando sentimos que escasea, podemos creer que estamos en peligro.
La ansiedad financiera también incluye la preocupación por los ahorros, la estabilidad laboral, el salario, las deudas y las comparaciones.
Los estimulantes como la cafeína pueden empeorar los síntomas de la ansiedad. Algunos estudios apuntan a que consumir unas dos tazas de café puede aumentar las probabilidades de sufrir ataques de pánico y ansiedad en las personas que son propensas a padecerlos.
Sin embargo, las sustancias relajantes (como el cannabis) también pueden causar ansiedad. Hay personas que intentan automedicarse cuando la padecen, pero recurrir a este otro tipo de estimulantes puede acabar causando el efecto contrario al deseado.
No dormir lo suficiente también puede empeorar la ansiedad. Los estudios incluso han descubierto que los niveles de ansiedad se disparan ante la falta de sueño, tanto si se padece como si no.
La falta de sueño genera ansiedad y la ansiedad genera falta de sueño: otro círculo vicioso.
Algunos medicamentos, como las anfetaminas y el metilfenidato, también son estimulantes, por lo que pueden causar ansiedad.
Incluso hay antidepresivos y medicamentos contra el asma que pueden resultar estimulantes para algunas personas. Si crees que este es tu caso, háblalo con un médico.
Mucha gente sufre de ansiedad por este motivo, sobre todo en situaciones como la pandemia de la COVID-19.
Gestionar la pérdida de control no es algo sencillo, por lo que cuesta lidiar con ella. Esto hace que la ansiedad salga a flote.
Los desastres naturales y el cambio climático también son dos factores que generan mucha ansiedad, aunque la gente ya esté más acostumbrada a ellos.
En este caso, la ansiedad puede estar motivada por la inseguridad respecto al futuro o la frustración con los líderes internacionales encargados de gestionar estos problemas.
El perfeccionismo es un gran causante de ansiedad. Sin embargo, pasa muy desapercibido, ya que muchas personas perfeccionistas ni siquiera son conscientes de que lo son.
El primer paso para superar el perfeccionismo es ser consciente de los pensamientos y tendencias que lo reflejan. También harías bien en borrar la palabra "debería" de tu vocabulario. Si ves que estás obsesionando con cómo "deberían" ser las cosas, intenta ver la situación desde otra perspectiva.
A veces es inevitable discutir o tener desacuerdos con otras personas, pero este tipo de situaciones hace que algunas personas sientan tristeza, depresión y ansiedad.
Las discusiones con los seres queridos también pueden generar ansiedad, ya que la persona puede empezar a cuestionarse cómo va a afectar la riña al futuro de la relación.
En el mundo actual, las redes sociales también pueden causar ansiedad, sobre todo si se les dedica una hora o más por día. Asimismo, tener cuatro o más redes sociales tampoco ayuda.
No hace falta que te borres todas las cuentas, basta con que limites el tiempo que pasas en ellas para no estar constantemente pendiente.
Los niños y adolescentes suelen sufrir ansiedad cuando se separan de sus padres o cuidadores, pero lo mismo les ocurre a los adultos.
La gente a la que esto le afecta puede tener pesadillas con la separación e incluso experimentar síntomas físicos cuando esta tiene o va a tener lugar.
La dieta también juega un papel esencial en la salud mental. Los estudios demuestran que comer hidratos de carbono procesados en altas cantidades aumenta el riesgo de padecer ansiedad.
Puede que esto se deba a los cambios rápidos y repetidos en los niveles de glucemia. Tener el azúcar en sangre bajo de forma recurrente también se asocia con trastornos del estado de ánimo.
Cuanto más sepas acerca de las causas de la ansiedad, más herramientas tendrás para gestionarlas.
Ser capaz de predecir qué puede desencadenar o empeorar tu ansiedad es muy útil. Si no te resulta fácil identificar las causas, intenta escribir sobre los episodios que sufras para ver qué es lo que le ocurre a tu cuerpo y a tu mente e ir descartando posibilidades.
Antes de que se desate el ataque de ansiedad, intenta recurrir a tus herramientas de autorelajación. Los mecanismos de gestión como la distracción y la consciencia plena pueden ser muy útiles. Asimismo, hablar con los demás sobre tus experiencias también puede ayudarte a superar el trastorno.
Fuentes: (Health.com) (Healthline)
Ver también: Consejos para desarrollar el pensamiento crítico
Factores desencadenantes de la ansiedad: lo que necesitas saber
Conocer las causas es el primer paso para aprender a gestionarlas
SALUD Salud mental
La ansiedad es un trastorno mental que causa tensión, pánico, sudoración, miedo y palpitaciones. Algunas personas pueden llegar incluso a sufrir ataques de pánico y síntomas físicos como el dolor de pecho. Por desgracia, en los casos más extremos se trata de un problema verdaderamente incapacitante. Por estas razones, es importante saber qué cosas te generan ansiedad. Si las identificas, podrás aprender a gestionarlas y a evitar que interfieran en tu vida cotidiana. Cada persona experimenta la ansiedad de una forma diferente, pero hay ciertas causas comunes. Si quieres saber cuáles son, ¡sigue leyendo!