Existen multitud de problemas neurológicos diferentes y la agnosia visual es uno de ellos. El cerebro tiene dificultades para procesar la información transmitida desde los ojos. Puedes mirar algo, pero se produce una disrupción en el proceso, normalmente debido a un problema cerebral, y lleva a numerosas interpretaciones diferentes, dependiendo del tipo de agnosia visual.
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La agnosia visual es una afección por la que el cerebro no procesa la información que reciben los ojos. Esta alteración se manifiesta de distintas formas y tiene diferentes efectos (más adelante hablaremos de ello).
La agnosia visual afecta a personas de todas las edades, pero parece ser más frecuente entre quienes han sufrido determinados problemas de salud. Entre ellas, el ictus y las lesiones cerebrales.
No hay muchos datos disponibles que puedan darnos una idea clara de lo recurrente que es la agnosia visual, pero, en general, es una afección bastante rara.
Nuestros ojos reciben información y envían señales nerviosas al cerebro para que podamos procesar esa información y darle sentido. En las personas con agnosia visual, las partes del cerebro encargadas de procesar esa información no funcionan como deberían, y esto se manifiesta en una discrepancia entre lo que ven y lo que "ve" el cerebro.
Como ya se ha mencionado, la agnosia visual se produce cuando una enfermedad afecta al cerebro o hay un daño cerebral. Los daños cerebrales dan lugar a las llamadas lesiones. He aquí algunos ejemplos de afecciones o problemas que las causan.
Los tumores cerebrales pueden causar lesiones (estas incluyen tumores cancerosos y no cancerosos). Las lesiones cerebrales traumáticas, así como la hipoxia cerebral (cuando hay daños causados por la falta de oxígeno en el cerebro), pueden desencadenar agnosia visual.
Los accidentes cerebrovasculares también son un motivo frecuente, al igual que las infecciones cerebrales (por ejemplo, la encefalitis). Quienes padecen epilepsia y convulsiones también corren mayor riesgo.
Además del daño cerebral, algunas enfermedades cerebrales degenerativas y progresivas pueden ser la causa principal de la agnosia visual. Entre ellas se encuentran la enfermedad de Alzheimer, la demencia, la demencia con cuerpos de Lewy y la atrofia cortical posterior.
Los síntomas varían en función del tipo de agnosia visual. Veamos algunas de las formas más comunes de agnosia visual.
Las personas que padecen esta forma de agnosia visual son capaces de reconocer objetos, pero son incapaces de reconocer que se mueven.
Las personas con alexia no pueden reconocer las palabras cuando las miran. Las ven, pero no las entienden ni las leen. Sin embargo, las personas que padecen esta forma de agnosia visual pueden escribir sin problemas.
La amusia es una forma de agnosia visual en la que la persona pierde la capacidad de leer música.
Las personas con este tipo de agnosia visual son incapaces de reconocer partes del cuerpo. Esto se aplica tanto a sus propias partes del cuerpo como a las de los demás. Las personas con autotopagnosia también pueden tener dificultades para reconocer partes del cuerpo a partir de una imagen.
Las personas con este tipo de agnosia visual pueden ver diferentes colores y distinguirlos, pero son incapaces de identificar cuál es cada color. La acromatopsia también se conoce como agnosia cromática.
Las personas con síndrome de Balint no ven el mundo que les rodea como una gran imagen con varios objetos y cómo estos están conectados. En su lugar, ven objetos dispersos y son incapaces de comprender cómo se relacionan entre sí.
La ceguera cortical se produce cuando se dañan las partes del cerebro que reciben la información visual. Los ojos siguen funcionando, pero el cerebro no procesa las señales que envían.
Las personas con este tipo de agnosia visual son incapaces de reconocer dónde están, describir un lugar o dar indicaciones.
Las personas con agnosia de forma son capaces de ver las partes de un objeto, pero tienen problemas para reconocer el objeto en sí. Por ejemplo, uno podría ver las ruedas y el volante de un auto individualmente, pero no sería capaz de reconocerlos como parte del auto completo.
Existen distintas formas de simultanagnosia. La simultanagnosia dorsal consiste en que una persona solo puede ver un objeto cada vez. Esto significa que tiene que estar concentrada en un objeto concreto para verlo, de lo contrario no lo verá.
La simultanagnosia central es otra de las más comunes. Consiste en que una persona puede ver varios objetos al mismo tiempo, pero solo es capaz de identificarlos individualmente. Por ejemplo, estar en un jardín y solo reconocer una flor de cada vez, sin reconocer nunca el jardín en su conjunto.
Existen varias formas de prosopagnosia, pero todas están relacionadas con la incapacidad para reconocer caras familiares o expresiones faciales en general. Esta forma de agnosia visual también se conoce como "ceguera facial".
En este caso, las personas son incapaces de reconocer las señales no verbales, como las expresiones faciales, el lenguaje corporal y el tono de voz.
El diagnóstico de la agnosia visual suele implicar el estudio del historial médico de la persona, así como una serie de exámenes físicos y neurológicos. Estas son algunas de las pruebas y exámenes que pueden prescribirse.
Pueden realizarse pruebas sensoriales para descartar cualquier problema sensorial. También pueden hacerse exámenes radiológicos para detectar anomalías estructurales y daños cerebrales.
Asimismo, pueden efectuarse pruebas cognitivas, de memoria y de familiaridad. Se utilizan para evaluar cualquier problema con el proceso de pensamiento de la persona y para descartar cualquier otra afección que pueda afectar a la memoria.
La agnosia visual no tiene cura, pero algunas de las causas subyacentes pueden tratarse. No obstante, las lesiones cerebrales suelen ser permanentes y en estos casos el trastorno no mejorará.
El tratamiento dependerá de la causa subyacente, pero puede incluir medicamentos (por ejemplo, antibióticos para infecciones o fármacos contra la demencia). A las personas cuya causa subyacente de la agnosia visual es un crecimiento que presiona el cerebro, se les suele recomendar la cirugía.
También hay una serie de programas de rehabilitación que ayudan a las personas a vivir con esta afección. Entre ellos se incluye aprender a utilizar los demás sentidos a efectos de reconocimiento, así como técnicas como el etiquetado de objetos.
La enfermedad no se puede prevenir como tal. Prevenir la agnosia visual se reduce a disminuir los riesgos que pueden conducir a las afecciones y problemas que la causan. Esto incluye un estilo de vida saludable con una dieta sana y ejercicio para prevenir los accidentes cerebrovasculares.
Las infecciones nunca deben ignorarse. Si se extienden al cerebro, pueden tener consecuencias graves. Y si trabajas en un lugar donde existe riesgo de traumatismo craneal, lleva siempre equipo de protección.
También es importante controlar otras afecciones. Enfermedades como la epilepsia o la apnea del sueño pueden afectar al cerebro y provocar agnosia visual.
Fuentes: (Cleveland Clinic) (ScienceDirect) (Healthline)
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Agnosia visual: Cuando tu cerebro no procesa lo que ves
Desde no reconocer objetos hasta no poder leer
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Existen multitud de problemas neurológicos diferentes y la agnosia visual es uno de ellos. El cerebro tiene dificultades para procesar la información transmitida desde los ojos. Puedes mirar algo, pero se produce una disrupción en el proceso, normalmente debido a un problema cerebral, y lleva a numerosas interpretaciones diferentes, dependiendo del tipo de agnosia visual.
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