Cuida los lazos con tus amigos, familiares y conocidos durante tus días libres para contrarrestar la sensación de aislamiento.
Saca tiempo para las aficiones y actividades que te ayudan a gestionar el estrés y fomentar la relajación.
Asimismo, saca tiempo para leer sobre ejercicios de conciencia plena (p. ej. respirar o meditar) y ponerlos en práctica para mejorar la concentración y gestionar el estrés.
Plantéate pedir cita con el médico para consultarle acerca de la terapia lumínica, ya que esta puede ser útil para regular el ciclo de sueño-vigilia.
Haz todo lo posible por respetar tu horario de descanso incluso en tus días libres, ya que esto te ayudará a alterar lo menos posible tu reloj interno.
Las actividades relajantes como el yoga, la meditación o la lectura te ayudarán a desconectar y a prepararte para dormir, lo que a su vez te permitirá aprovechar más el tiempo cuando estés despierto.
En lugar de hacer tres comidas al día como suele ser habitual, intenta hacer más en menor cantidad a lo largo del día para que las digestiones no sean tan pesadas y no afecten a la calidad del sueño.
La hidratación siempre es importante, pero cobra aún más relevancia cuando el cuerpo está intentando mantenerse despierto y alerta. Evita las bebidas azucaradas y con cafeína antes de irte a dormir.
Los alimentos procesados son altos en azúcar, sal y grasas poco saludables. Pueden contribuir al cansancio e, irónicamente, dificultar el descanso. Asegúrate de limitar su consumo.
Hacer ejercicio con regularidad o simplemente salir a caminar a paso ligero puede ayudar a mejorar la calidad del sueño y el bienestar general. Intenta hacer al menos 30 minutos de cardio.
Estirarte en el trabajo es bueno para evitar la rigidez y mejorar la circulación. Mantenerse activo y flexible es otra manera rápida y fácil de preservar la salud tanto física como mental.
Tomar suplementos vitamínicos puede ayudar a mantener las defensas en buen estado, así como a darle al cuerpo los nutrientes que le pueden hacer falta.
Hablar con tus seres queridos de tu horario de descanso les ayudará a apoyarte de la mejor manera posible.
Avisa a tus familiares, compañeros de piso, etc. de cuándo vas a dormir para que eviten hacer ruido o molestarte durante el día. De esa manera descansarás mucho mejor.
Asimismo, plantéate hacerte con una lámpara de varias intensidades para gestionar mejor el nivel de luminosidad durante los turnos de noche.
Echarse siestas de no más de media hora antes o después de cada turno puede mejorar el estado de alerta. Eso sí, ten cuidado y no duermas más de la cuenta, ya que eso podría acarrearte problemas después.
Esto evitará que acabes comiendo otras cosas menos saludables.
Usa tapones para los oídos o auriculares con cancelación de ruido para que los sonidos de fondo no te distraigan ni despierten mientras duermes.
La luz azul que emiten los dispositivos electrónicos puede alterar los patrones de sueño. Por lo tanto, lo ideal es dejar las pantallas a un lado al menos una hora antes de dormir.
Establece una rutina que le indique a tu cuerpo que se acerca el momento de ir a la cama.
Hazte chequeos médicos con regularidad para abordar cualquier preocupación antes de que se convierta en un problema.
Haz comidas nutritivas y ricas en frutas, verduras y granos integrales para mantener los niveles de energía.
Desarrolla mecanismos saludables para gestionar el estrés tales como hacer deporte, ir a terapia o pasar tiempo en la naturaleza.
Bájate una aplicación o hazte con una pulsera que monitoree tu ciclo de sueño para identificar los patrones existentes y mejorarlos.
Por muy tentador que sea quedarse despierto hasta tarde viendo Netflix, es importante que priorices el descanso para poder rendir bien al día siguiente.
Un cambio de temperatura puede avisar a tu cuerpo de que es momento de ponerse en marcha.
Trabajar por la noche puede ser estresante para el cuerpo y llegar a provocar problemas a corto y largo plazo, por lo que es de vital importancia adoptar las medidas necesarias para preservar la salud y el bienestar.
Fuentes: (Evergreen Life) (Harvard Health) (ZoomShift) (Clockify)
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Turno de noche: cómo cuidar de tu salud cuando vas al revés del mundo
Llevar un estilo de vida saludable es más fácil de lo que parece
SALUD Trabajo
Aunque el horario laboral tradicional suele ser de lunes a viernes de 9:00 a 17:00, hay otra comunidad de personas que trabajan cuando todos los demás duermen. Los turnos de noche son contrarios al ritmo natural del cuerpo. Como humanos, nuestro reloj interno es lo que dicta el estado de alerta, el hambre, el metabolismo, la fertilidad, el estado de ánimo y otras condiciones fisiológicas. Asimismo, trabajar de noche puede acarrear problemas a largo plazo como un desajuste del ritmo circadiano, una deficiencia de vitamina D e incluso una mayor susceptibilidad a desarrollar enfermedades. Por lo tanto, es importante seguir ciertos trucos y consejos que ayuden a preservar la salud y el bienestar cuando se vive al revés del mundo. ¡Haz clic para descubrirlos!