Aunque no podamos verlos, el cuerpo está compuesto de levaduras, hongos, protozoos y bacterias que viven en nuestro interior. De hecho, tenemos más genes bacterianos que humanos, ¡por lo que nuestro cuerpo es una especie de superorganismo!
Un científico neerlandés, Antonie van Leeuwenhoek, fue quien descubrió la microbiota oral en el siglo XVII, la primera de que la se tuvo constancia. Van Leeuwenhoek examinó el contenido de la boca bajo un microscopio.
Esto hizo que descubriese la presencia de "animálculos" a los que hoy en día denominamos virus, hongos y bacterias. Nuestra microbiota juega un papel importante en la digestión, ya que nos ayuda a descomponer los alimentos y a absorberlos mejor.
Respirar con la boca abierta puede hacer que el ambiente de esta se vuelva más ácido; beber alcohol reduce el nivel de saliva y lo mismo ocurre con los alimentos azucarados. Practica una buena higiene oral y olvídate de los enjuagues bucales, ya que estos matan las bacterias tanto malas como buenas.
La microbiota nasal juega un papel esencial en nuestra salud, ya que filtra el aire que respiramos y atrapa las partículas que entran en el cuerpo.
Se han descubierto más de cien cepas bacterianas en la microbiota nasal, pero el 90% de esta la constituyen entre dos y diez.
Tanto la exposición a la polución del aire como la genética o los problemas inmunitarios pueden afectar a la microbiota nasal.
Fumar priva a los microbios nasales de oxígeno y bloquea su acción contra los patógenos, lo que a su vez interfiere en las defensas. Dejar este hábito y pasar menos tiempo en zonas contaminadas puede contribuir a la salud de la microbiota nasal.
La piel es el hogar de una de las comunidades de microorganismos más complejas que viven en su superficie y capas superiores.
Esta microbiota se compone de virus, hongos y bacterias que juegan un papel vital a la hora de protegernos contra las bacterias nocivas.
La salud de la piel depende de estos microorganismos. Los problemas cutáneos como el eczema, la psoriasis y la dermatitis se asocian con desequilibrios de la microbiota de la piel.
La salud de la microbiota cutánea depende de la diversidad de los microorganismos que viven en ella y que nos protegen de los patógenos externos.
La salud de la microbiota cutánea se desequilibra con facilidad debido a los agentes contaminantes y a la radiación ultravioleta. Las cremas solares nos ayudan a protegerla.
Otra forma de proteger la microbiota cutánea es mantenerla hidratada para así alimentar a las bacterias que viven en la superficie de la piel. Por el contrario, los tónicos son astringentes y la secan.
Usa un limpiador suave que no sea agresivo con la piel. Las cremas hidratantes con ingredientes como la avena coloidal crean una barrera entre la piel y el entorno.
Todavía estamos empezando a entender la repercusión que la microbiota intestinal tiene en el cuerpo. Todo se ve afectado por ella, desde la salud hormonal hasta las defensas y los cambios de humor.
Tal es la diversidad de microbios que hay en el revestimiento intestinal, que una de las mejores cosas que podemos hacer por esta microbiota es llevar una dieta rica en muchos tipos de bacterias buenas.
Cuanto mayor sea la diversidad de la flora intestinal, más funciones puede desempeñar. Cuando las cosas de desequilibran, ocurre algo denominado disbiosis que básicamente quiere decir que los patógenos pueden pasar a tener ventaja.
Los desequilibrios de la microbiota intestinal se han vinculado con problemas como las enfermedades intestinales inflamatorias, la obesidad, la diabetes de tipo 2 y los trastornos mentales como la ansiedad y la depresión. Llevar una dieta rica en fibra es esencial para gozar de una correcta salud intestinal.
Tomar probióticos (alimentos que contienen bacterias beneficiosas para el intestino) y prebióticos (las fibras que las alimentan) puede favorecer la salud intestinal.
Los prebióticos como la inulina se encuentran en los alimentos fermentados. Puedes preparar tu propio kéfir, kimchi o chucrut en casa para disfrutar de los beneficios de las bacterias buenas.
Comer alimentos variados, dormir bien por la noche y hacer ejercicio con regularidad ayuda a mantener la microbiota sana. Puedes tomar un suplemento probiótico cuando viajes o tras recuperarte de una enfermedad para ayudar a restablecerla.
La microbiota genital se compone de la microbiota vaginal en el caso de las mujeres y de la peniana en el de los hombres. El desequilibrio de esta microbiota afecta a la salud urinaria.
La inflamación de las vías urinarias se produce cuando las bacterias errantes van hacia arriba, lo que puede derivar en una infección que llegue hasta los riñones si no se detecta a tiempo.
Las mujeres, al tener unas vías urinarias más cortas, suelen padecer estas infecciones con mayor frecuencia. Tener un buen equilibrio de las bacterias beneficiosas dentro y alrededor de la vagina es absolutamente necesario.
Las infecciones de las vías urinarias no suelen ser un problema para los hombres hasta que se hacen mayores. Cuando empiezan a necesitar catéteres es cuando empiezan a padecerlas.
Los productos de higiene menstrual pueden afectar a la salud de la microbiota genital, ya que los tampones y las comprensas contienen toxinas. Las copas menstruales, sin embargo, son menos dañinas.
La menopausia también puede afectar negativamente a la microbiota vaginal. Esto se debe a la bajada de los niveles de estrógenos, los cuales contribuyen a la producción de glucógeno (el alimento de las bacterias buenas).
Termina siempre el tratamiento con antibióticos, evita las duchas vaginales y usa un jabón neutro y sin olor que no dañe la microbiota.
Fuentes: (The Guardian)
No te pierdas: Qué son los probióticos y por qué los necesitas
Secretos para una microbiota saludable que no conocías
¿Sabías que nuestro organismo está lleno de bacterias?
SALUD Bacterias
¿Velas por la salud de tu microbiota? ¿O apenas piensas en ella? La importancia de la salud intestinal ha pasado a ser un tema recurrente en estos últimos años, pero no es la única parte del cuerpo donde podemos encontrar un delicado equilibrio. Estamos hechos de microbios, la mayoría de los cuales se encuentra en la microbiota del organismo. ¿Pero cómo podemos mejorar nuestra salud para mantener este equilibrio tan necesario para que el cuerpo funcione como es debido? ¡Haz clic para descubrirlo!