El hígado es un órgano que consta de un lóbulo izquierdo y uno derecho con un ligamento falciforme entre ambos. Las células que lo componen se denominan hepatocitos.
Entre las funciones principales del hígado se incluyen la producción y excreción de bilis, la metabolización de las grasas, proteínas y carbohidratos, la activación enzimática y la purificación de la sangre.
Aunque todo el mundo es susceptible de desarrollar problemas hepáticos, existen tres causas principales: el alcohol, el sobrepeso y la hepatitis viral, responsables de 9 de cada 10 casos de enfermedades hepáticas.
Los síntomas de mala salud hepática pueden dividirse en tres categorías: síntomas iniciales, síntomas tardíos y síntomas de alerta. Los más graves son la fiebre, la falta de aire, el vómito de sangre y las deposiciones negras o muy oscuras.
El hígado contiene fagocitos especializados denominados células de Kupffer que se encuentran en los lóbulos. Su labor es descomponer y eliminar los desechos celulares y las bacterias perjudiciales. Asimismo, el hígado purifica varias sustancias tanto internas como externas (p. ej. drogas y alcohol).
La alimentación es extremadamente importante en general, pero sobre todo para la salud hepática. Si no cuidas lo que comes, entonces serás más propenso a la obesidad, lo que a su vez aumentará considerablemente el riesgo de desarrollar la denominada enfermedad de hígado graso no alcohólico.
Mantenerse hidratado es esencial para disfrutar de un hígado sano, ya que contribuye al filtrado y ayuda a mantener un nivel enzimático adecuado. ¡Asegúrate de llevar siempre una botella de agua contigo!
La glucosa excesiva presente en la sangre se convierte en células grasas y el hígado es uno de los lugares del cuerpo donde se acumula la grasa sobrante. Con el tiempo, estas sustituyen a las células hepáticas, lo que puede contribuir al desarrollo de la enfermedad de hígado graso no alcohólico.
La exposición a las toxinas químicas y a las partículas contaminantes presentes en el aire puede dañar considerablemente los órganos y, por ende, el hígado. La hepatitis tóxica puede ser leve o grave y, si se prolonga, puede llegar a provocar cirrosis o fibrosis hepática.
El eje intestino-hígado hace que estos dos órganos estén muy unidos, de ahí que su equilibrio juegue un gran papel en nuestra salud. Esta relación está condicionada principalmente por la vena porta, la cual transporta sangre repleta de nutrientes directamente desde el tracto gastrointestinal hasta el hígado.
Hacer ejercicio con regularidad mejora la circulación, cambia la composición bacteriana del organismo, disminuye la inflamación hepática y reduce el nivel de grasa corporal en general.
Un estudio reciente demuestra que el estrés puede contribuir a la muerte de células hepáticas y empeorar las enfermedades que atacan a este órgano. Por lo tanto, nos conviene aprender a gestionarlo para cuidar nuestra salud.
Según The Clevland Clinic, "las enzimas hepáticas son proteínas que aceleran las reacciones químicas del organismo". Una muy común es la fosfatasa alcalina.
Si no duermes entre siete u ocho horas todas las noches, podrías acabar desarrollando la enfermedad del hígado graso no alcohólico. El riesgo de acumulación de grasa en el hígado aumenta en nada más y nada menos que un 24% por cada hora de falta de sueño.
El hígado se inflama como respuesta a las heridas o la toxicidad, ya que intenta purgar las infecciones y comenzar el proceso de curación.
Según el Stanford Health Care, llevar una dieta saludable, mantener un peso adecuado, hacer ejercicio y evitar el alcohol son algunas de las cosas que podemos hacer para cuidar de nuestro hígado.
Por lo tanto, harías bien en evitar el alcohol y la comida basura, tener cuidado con los aerosoles, hacer ejercicio y llevar una dieta saludable.
A continuación te presentamos diez hierbas que ayudan a cuidar del hígado.
El cardo mariano se utiliza desde hace más de 2000 años para tratar las enfermedades hepáticas. Puede ser beneficioso para determinadas personas, algo que se sigue investigando.
Se cree que el ginseng tiene propiedades hepatoprotectoras que ayudan a reducir la inflamación del hígado y el estrés oxidativo.
El té verde es rico en antioxidantes, concretamente en catequina, la cual ayuda a proteger el hígado, a paliar la acumulación de grasa y a mejorar los niveles de enzimas hepáticas.
El regaliz es una raíz con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que contribuyen a la salud hepática. ¡Una forma dulce de cuidar de este órgano tan importante!
La cúrcuma contiene curcumina, un poderoso antioxidante conocido por sus propiedades antiinflamatorias y por promover la salud hepática en general.
El ajo posee componentes como la alicina y el selenio, los cuales ayudan a purificar el hígado. Asimismo, puede reducir el estrés oxidativo y contribuir a la salud hepática, ya que respalda sus procesos naturales de desintoxicación.
Tanto si lo preparas en infusión como si lo utilizas como ingrediente, los componentes naturales del jengibre se asocian con una mejor salud hepática, así como con un menor riesgo de desarrollo de enfermedades de esta índole.
La salvia miltiorrhiza se emplea en la medicina tradicional china para tratar los trastornos hepáticos, incluida la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Las investigaciones apuntan a que podría poseer propiedades hepatoprotectoras.
El ginkgo biloba reduce la inflamación y el daño oxidativo, lo que contribuye a la salud hepática. Sin embargo, el efecto que tiene en el hígado suele ser leve en comparación con el de otras hierbas.
Se cree que el astrágalo promueve la salud hepática. Supuestamente mejora la respuesta inmunitaria, reduce la inflamación del hígado y ofrece protección antioxidante.
Fuentes: (Clevland Clinic) (Time of India) (British Liver Trust) (Johns Hopkins) (National Library of Medicine) (HealthMatch)
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Salud hepática: 10 hierbas esenciales para el hígado
¡Inclúyelas en tu rutina!
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El hígado juega un papel esencial a la hora de eliminar toxinas, metabolizar los nutrientes y mantener la salud general del cuerpo. Contribuir al bienestar de este órgano es algo que ha ido ganando cada vez más importancia con los años, por lo que incorporar remedios naturales a la vida cotidiana se ha vuelto una práctica muy popular. Las hierbas siempre se han usado en la medicina tradicional por sus propiedades hepatoprotectoras. En esta galería te presentamos diez esenciales y fáciles de incluir en la dieta para ayudarte a cuidar del hígado, mejorar la eliminación de toxinas y promover el bienestar general. Tanto si buscas prevenir enfermedades hepáticas como lidiar con algún problema existente, estos remedios naturales pueden ser tus nuevos aliados. ¡Haz clic para descubrirlos!