Los orígenes de Neithhotep se remontan al Periodo Arcaico de Egipto (entre el 3150 y el 2613 a.C.). Aunque no se conserva mucha información sobre ella, se cree que fue la esposa del faraón Narmer o de uno de sus sucesores.
Sea como fuere, su marido murió, por lo que Neithhotep ejerció como reina regente hasta que su hijo tuvo la edad suficiente como para gobernar Egipto.
No hay pruebas de que reinase sola, pero el nombre de Neithhotep aparece en varias inscripciones que solían estar destinadas exclusivamente a los faraones, por lo que podemos presuponer que fue alguien muy importante.
Merneit, de la Dinastía I de Egipto, no solo fue la esposa de un faraón, sino también la madre de uno.
Merneit pasó a gobernar tras la muerte de su esposo, Dyer. Es posible que Merneit fuese la primera faraona y, según los registros históricos, la primera reina regente de Egipto.
Sobekneferu fue la última gobernadora de la Dinastía XII, alrededor del 1760 a.C., justo a finales del Imperio Medio de Egipto (2055–1786 a.C.). Tras la muerte de su padre y de su hermano y ante la ausencia de un heredero, Sobekneferu pasó a estar al cargo durante unos 4 años.
Al contrario que otras faraonas, Sobekneferu siempre se enorgulleció de ser mujer y rechazó que la representasen como un hombre.
Para su coronación tuvo que inventarse un "Horus femenino". Como a los reyes se los asociaba a dioses masculinos durante estas ceremonias, Sobekneferu no tenía ningún título equivalente al que pudieran vincularla.
Madre de Amosis I, faraón y fundador de la Dinastía XVIII, Ahhotep I fue una mujer valiente y poderosa que gobernó Egipto durante la ausencia de su hijo.
Una de sus decisiones más famosas fue la de instruir al ejército para suprimir cualquier atisbo de rebelión mientras su hijo estaba fuera del país. Ahhotep I también sirvió como suma sacerdotisa y esposa del dios.
Tausert llegó al poder tras la muerte del faraón Siptah, con quien habría codirigido el país.
Se desconoce si murió de causas naturales. Sea como fuere, se la enterró en el Valle de los Reyes, convirtiéndose en una de las pocas mujeres en descansar para siempre en este complejo funerario real. En la imagen se ve su cáliz.
La mujer de Ramsés II, Nefertari, aparece representada en numerosas pinturas y monumentos de la época. Su tumba, ubicada en el Valle de los Reyes, fue saqueada poco después de su muerte, por lo que hay muchas cosas que no sabemos sobre ella.
Tras su muerte, Ramsés II construyó dos templos en Abu Simbel y le dedicó uno.
Al no constar en los textos egipcios, aún no se sabe a ciencia cierta si Nitocris existió o no. Incluso se ha llegado a especular que fue producto de la imaginación del historiador griego Heródoto.
Aunque su nombre sí aparece en una lista de reyes del papiro Turín I.
A Nitocris la rodea una oscura historia de venganza. Tras el asesinato de su hermano, se dice que mandó construir una cámara e invitó a todos los asesinos a un banquete. Una vez dentro, Nitocris inundó la cámara con agua del Nilo para ahogarlos y así consumar su venganza.
Al contrario que Nitocris, la existencia de Tiy queda demostrada en las Cartas de Amarna, unos registros que demuestran que era una mujer poderosa e influyente que se comunicaba directamente con gobernadores extranjeros.
La esposa de Amenofis III y madre del faraón Akenatón aparece representada en muchas estatuas y obras de arte, lo que confirma su importancia en el antiguo Egipto.
Hatshepsut estaba casada con su medio hermano, Tutmosis II, quien murió dejando atrás un hijo pequeño que no era de Hatshepsut, si bien esta actuó como reina regente.
Se cree que su reinado duró unos 21 años y algunas estatuas e inscripciones la representan como faraón.
El que puede que sea el busto más famoso de una gobernadora del antiguo Egipto se descubrió en 1913 en las ruinas de Amarna. ¿Pero quién era ella?
La esposa del faraón Akenatón, quien quería que todo el reino se volviese monoteísta y rendiese pleitesía al dios solar Atón, aparece representada al lado de su marido y sola en muchas fuentes. Si reinaba junto a Akenatón o no sigue siendo tema de debate.
La icónica reina egipcia usó todos sus trucos para ganar poder. Y sí, entre ellos se incluía matar a un montón de gente.
La última gobernadora de Egipto fue una mujer increíblemente influyente que pasó a la historia como una de las líderes más importantes del mundo.
Fuentes: (Grunge)
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Cleopatra no fue la única en dejar huella
ESTILO DE VIDA Historia
Cuando pensamos en las faraonas del antiguo Egipto, la primera que se nos viene a la mente es Cleopatra. Sin embargo, aunque es cierto que los hombres fueron los principales gobernadores de esta antigua civilización, hubo varias mujeres aparte de Cleopatra que dejaron su huella en la historia. Si quieres saber quiénes fueron, ¡sigue leyendo!