Puede que conozcas a alguien con alergia al polen, el polvo o los frutos secos. ¡Puede que hasta tú mismo seas alérgico a estas cosas! Sin embargo, existen otras reacciones a ciertos materiales y alimentos que son bastante más extrañas. Si quieres saber cuáles son, ¡sigue leyendo!
La bisutería barata a veces está hecha de níquel, uno de los principales causantes de dermatitis de contacto. Invertir en joyas de plata de ley u oro de 14 quilates suele ayudar a solucionar el problema.
Si los pinos te dan alergia, puede que se deba a los terpenos, unos químicos aromáticos presentes en la salvia. Las esporas de moho ocultas también pueden provocar reacciones alérgicas.
La gente con alergia al metal puede tener problemas para utilizar tabletas y celulares, ya que estos suelen contener níquel y cobalto. Sin embargo, usar una funda protectora puede ayudar a prevenir las reacciones alérgicas.
Las personas que sufren urticaria o que experimentan picores, hinchazón o problemas de respiración tras comer carne roja pueden tener alergia a alfa-gal. Para evitar estas reacciones alérgicas deben prescindir de la carne de mamíferos como la vaca, el cerdo, el cordero, etc.
Los químicos presentes en el maquillaje, las lociones y las cremas solares pueden provocar dermatitis de contacto horas o días después de la exposición.
Los peluches suelen acumular ácaros, lo que puede provocar goteo nasal, tos e incluso ataques de asma en quienes son alérgicos. Para evitarlo, compra solo peluches que se puedan meter en la lavadora para lavarlos una vez al mes.
La luz solar puede provocar rojez, hinchazón, picor, ampollas y urticaria en algunas personas. Hay medicamentos que pueden ayudar a lidiar con esta sensibilidad.
Algunos ingredientes presentes en los detergentes y suavizantes, sobre todo los tintes y los aromas, pueden provocar reacciones alérgicas al contacto con la piel.
La lejía y el agua de piscina no causan reacciones alérgicas como tal, pero pueden irritar los ojos, la piel y las vías respiratorias.
La lana suele picar, pero algunas personas pueden tener reacciones más graves si son sensibles a la lanolina, una sustancia natural similar a la cera que segregan las ovejas.
Para quienes tienen alergia al polvo, aspirar y barrer pueden volverse tareas realmente complicadas. Si este es tu caso, puede que te convenga hacerlo con una mascarilla puesta.
La mayoría de personas no son alérgicas al cuero, pero algunas pueden reaccionar a los aditivos que se usan para teñir y tratar el material. Si los químicos entran en contacto con la piel, pueden provocar rojez y picor.
Ha habido casos de personas que han sufrido reacciones alérgicas a la tinta de los tatuajes. La más problemática parece ser la roja, capaz de provocar rojez, hinchazón y picor. El problema está en que no se puede garantizar que estos tintes estén completamente libres de alérgenos. Incluso la henna negra puede provocar reacciones alérgicas a pesar de no ser permanente.
Hay personas que pueden sufrir urticaria por el frío si hay una bajada brusca de las temperaturas (al salir de casa a la calle en invierno, por ejemplo).
La tierra puede contener esporas de moho, sobre todo si las plantas no reciben luz solar directa o no se les deja tiempo suficiente para que se sequen después de regarlas. Para evitar que esto ocurre, coloca una capa fina de gravilla al fondo de la maceta para favorecer el drenaje.
Quienes son alérgicos al látex pueden experimentar irritación al contacto con productos como los preservativos. Algunas personas incluso pueden sufrir anafilaxis, una reacción alérgica inmediata y potencialmente fatal que puede dificultar la respiración y la deglución.
Los tejidos no lavables, los muebles tapizados y las alfombras pueden acumular todo tipo de ácaros y esporas de moho. Por lo tanto, ten siempre cuidado con los muebles que metes en casa, sobre todo si tienes alergia al moho o al polvo.
Los productos de los salones de manicura, como el pegamento, el esmalte y las uñas acrílicas pueden provocar dermatitis de contacto.
Algunas personas han desarrollado una fuerte alergia a los productos a base de plantas como las hierbas, especias y aceites esenciales. Uno de ellos es la manzanilla, ya que puede cruzarse con la ambrosía. Si tienes rinitis alérgica, serás más propenso a experimentar picor, goteo nasal o incluso urticaria al beber esta infusión.
Si tienes una casa muy seca, ten en cuenta que los humificadores también pueden generar moho si no se limpian como es debido. De hecho, la gente con alergia al moho debe prestar mucha atención a las partes de la casa donde se retiene más humedad.
Las alergias al tinte para pelo no son muy habituales, pero cuando ocurren pueden provocar sarpullidos e hinchazón. Antes de tirarte a la piscina, ponte un poco de producto en la piel para ver si te genera algún tipo de reacción alérgica.
Algunas personas también pueden sufrir síntomas parecidos a los de la alergia al fumar marihuana, como congestión nasal, picor en los ojos, resuello y tos. Las plantas de cannabis también pueden provocar síntomas propios del asma y la alergia estacional.
Los ingredientes presentes en los productos de limpieza pueden provocar dermatitis de contacto. Al principio puede aparecer una rojez puntual, pero con el tiempo puede acabar convirtiéndose en un sarpullido crónico.
Los deshumificadores son muy útiles para reducir los niveles de humedad y evitar el moho y los ácaros. Pero si no limpias y vacías el equipo con regularidad, puede desarrollar moho.
Los botones de los pantalones suelen estar hechos de níquel, lo que puede provocar rojez al contacto directo con la piel. Llevar una capa de ropa entre los pantalones y tu cuerpo puede ayudar a evitarlo.
Por lo general, si alguien dice ser alérgico al alcohol, probablemente se deba a que de verdad es sensible a algunos ingredientes. Los sulfitos suelen ser un alérgeno muy común capaz de provocar picor en los ojos y goteo nasal. Estos suelen encontrarse en el vino y las cervezas negras.
Las bibliotecas y librerías antiguas suelen desprender un olor a humedad muy característico que puede ser un verdadero quebradero de cabeza para quienes son alérgicos al polvo. Lo mismo se aplica a los áticos, sótanos y estanterías.
El moho suele ser un alérgeno muy común en las casas, ya que puede aparecer en las hojas de las plantas. Para evitar que estas lo desarrollen, siempre es buena idea colocarlas en zonas bien ventiladas.
Rascarse o frotarse, al igual que algunas vibraciones y la exposición al agua, también pueden provocar reacciones extrañas en la piel. Esta condición, conocida como dermografismo, a veces puede tratarse con antihistamínicos.
Fuentes: (Health.com) (CNN)
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Puede que conozcas a alguien con alergia al polen, el polvo o los frutos secos. ¡Puede que hasta tú mismo seas alérgico a estas cosas! Sin embargo, existen otras reacciones a ciertos materiales y alimentos que son bastante más extrañas. Si quieres saber cuáles son, ¡sigue leyendo!