Cuando se formó la Tierra no había oxígeno, pero tampoco había vida. La atmósfera de entonces estaba compuesta por varios gases, como el metano y el amoníaco.
La vida generó oxígeno a través de la fotosíntesis. Y al principio, era demasiado. En sus inicios, el oxígeno era bastante mortífero. Un evento conocido como la Catástrofe del Oxígeno, o la Gran Oxidación, lo confirma.
Este evento de extinción masiva ocurrió hace unos 2.500 millones de años. Para entonces, una bacteria fotosintetizadora fue la responsable de liberar altas cantidades de oxígeno a la atmósfera. El resultado fue catastrófico y acabó con toda la vida anaeróbica (organismos que no necesitan oxígeno para vivir).
Así que, básicamente, esta bacteria dependía del Sol para producir oxígeno. A pesar del evento de oxigenación, nuestro Sol dio vida a la Tierra... y terminará por destruirla.
El Sol se vuelve más brillante con el paso del tiempo. Se calcula que desde que se encendió por primera vez, hace unos 4.500 millones de años, la estrella gigante se ha vuelto un 30% más brillante con el paso de los años.
Se calcula que un 10% más de luminosidad, que se producirá en los próximos mil millones de años, será demasiado para nuestro planeta. Esto nos convertirá probablemente en un planeta seco y sin vida, como Venus. Y sin vida, no hay oxígeno.
El aumento del brillo del Sol acabará con la vida en la Tierra y se dejará de producir oxígeno. Sin embargo, lo primero que se verá afectado no serán las plantas, sino las rocas.
Existe un complejo ciclo de carbonato-silicato entre los minerales de carbonato (minerales que contienen CO2) y la atmósfera. Con el aumento de la luz solar, estas rocas acabarán absorbiendo más CO2 del que devuelven.
Esta alteración del ciclo significa que las plantas tendrán menos CO₂ que convertir en oxígeno. Sí, un exceso de CO₂ puede provocar el calentamiento global, pero una cantidad insuficiente afectará a la fotosíntesis y a la producción de oxígeno en la Tierra.
Las hojas de las plantas producen un compuesto verde natural llamado clorofila. Esto permite a las plantas absorber la energía de la luz solar. No obstante, si la luz que reciben es demasiado intensa, las hojas también pueden producir radicales libres.
El exceso de luz significa que las plantas morirán y nuestro planeta no podrá mantener los bosques. Esto acabará convirtiendo a la Tierra en un planeta desértico.
Un estudio publicado en el International Journal of Astrobiology apunta que "la futura biosfera de la Tierra, al igual que la de la Tierra primitiva, estará formada por microorganismos predominantemente unicelulares debido a la mayor hostilidad de las condiciones ambientales provocada por el Sol al entrar en la última etapa de su secuencia principal de evolución".
La fotosíntesis no es solo un proceso de las plantas; también afecta a nuestros océanos. Aunque este proceso tardará más tiempo que en la tierra.
Se calcula que entre el 50 y el 80% de todo el oxígeno de nuestro planeta es producido por los océanos. Aunque, al igual que con las plantas, el aumento de la intensidad de la luz solar también producirá el fin del oxígeno producido por las grandes masas de agua de la Tierra.
Toda el agua acabará evaporándose lentamente. ¿Y puedes adivinar a dónde irá toda el agua evaporada? Al espacio exterior. Al igual que el oxígeno hace todos los días, según la NASA.
La naturaleza no sería naturaleza si no se adaptara y luchara, ¿verdad? Pues bien, esto podría suceder con las plantas, ya que algunas han desarrollado métodos de fotosíntesis más sofisticados.
Pero algunas plantas pueden ir incluso más allá, convirtiéndose en carnívoras u obteniendo nutrientes de los hongos del suelo.
Las plantas también podrían adaptar su manera de protegerse del exceso de luz solar produciendo antocianinas, que es una especie de protector solar natural en el que son ricas muchas bayas y otras frutas y verduras.
Es muy poco factible que los humanos sigan existiendo cuando el Sol empiece a deteriorar seriamente la vida en la Tierra.
Sin embargo, supongamos que sobrevivimos hasta entonces. Siempre podemos esperar que, antes de que todos empecemos a asfixiarnos lentamente en la Tierra, encontremos la forma de viajar a otros planetas.
En lugar de huir a otros planetas, podríamos hacer adaptaciones en la Tierra para acomodarnos a la inminente condena que supondrá el impacto del Sol sobre la vida y, por consiguiente, la producción de oxígeno.
Los niveles excesivos de CO₂ han demostrado que el ser humano es capaz de modificar la atmósfera. Si la falta de CO₂ se convierte en un problema en el futuro, quizás podamos contrarrestar los efectos del Sol. A fin de cuentas, para bien o para mal, ¡somos bastante buenos aumentando los niveles de CO₂ en la atmósfera!
Otra solución sería desplazar físicamente nuestro planeta más lejos del Sol. Aunque parezca una locura, los científicos han considerado esta hipótesis.
Para que esto ocurra, un objeto más pequeño tendría que tirar repetidamente de nuestro planeta utilizando la gravedad. Esto haría que la órbita de la Tierra se desplazara gradualmente. ¿La duración de este proyecto astronómico? Unos mil millones de años.
El Sol podría decretar la muerte de la Tierra, pero igualmente podría devolver la vida a Marte. De pronto, mudarse a nuestro vecino de al lado no suena tan descabellado.
Aunque todavía hará bastante frío cuando esto suceda. Como los niveles de frío de la última edad de hielo de la Tierra. Pero aún así, seríamos capaces de sobrevivir allí.
El destino de la Tierra es quedarse sin oxígeno. No obstante, como seguimos descubriendo en otros planetas y en los lugares más duros de la Tierra, esto no significa necesariamente el fin de la vida.
Algunas formas de vida, como los extremófilos, por ejemplo, pueden vivir en las condiciones más extremas. Así que tal vez no sea el fin, sino el principio de una nueva Tierra.
Fuentes: (Scientific American) (New Scientist) (International Journal of Astrobiology 1, 2, y 3) (Grunge)
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¿Qué ocurriría si la Tierra se quedase sin oxígeno?
¿Estamos condenados?
ESTILO DE VIDA Ciencia
Es una realidad: la Tierra acabará quedándose sin oxígeno. Aunque no sucederá durante nuestra vida, el destino de nuestro planeta es bien conocido. Pero, ¿cuándo ocurrirá y por qué? ¿Seguirán los humanos aquí? Si es así, ¿cómo podrá sobrevivir nuestra especie sin oxígeno?
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