El término "moro" proviene del latín maurus, el cual se utilizaba para describir a los bereberes de la época romana y a quienes procedían del África septentrional. Más adelante, pasó a aplicarse a todos los musulmanes residentes en Europa.
En el año 711, un pequeño ejército de musulmanes del África septentrional dirigidos por el general bereber Tariq ib-Zuyad se hicieron con el control de la Península Ibérica en un acontecimiento que más tarde se conocería como la conquista omeya de Hispania.
Las rápidas victorias contra los visigodos hicieron que los moros conquistasen una gran extensión de territorio en muy poco tiempo, al cual bautizaron como al-Ándalus (lo que hoy en día es España y Portugal). De hecho, de ahí proviene el nombre de la región española de Andalucía.
Para el año 720, los moros habían afianzado su dominio del sur de la Península Ibérica y hasta tenían gobernantes en Sevilla, Murcia, Granada (España) y Mértola (Portugal).
A pesar de su superioridad militar, los moros no fueron capaces de derrotar a don Pelayo en la batalla de Covadonga, la cual tuvo lugar en el reino de Asturias, en el norte de España. Esta derrota acabaría por marcar el comienzo de la Reconquista.
Los moros sufrieron otra derrota decisiva en el 732. Las fuerzas invasoras del Califato omeya, dirigidas por Abdul Rahman Al-Ghafiqi, gobernador de al-Ándalus, perdieron la batalla de Poitiers a manos de los francos y aquitanos encabezados por Carlos Martel. Estas dos derrotas militares delimitaron la expansión de los moros en la Península Ibérica.
Por si fuera poco, los omeya estaban envueltos en una guerra civil que comenzó cuando los moros bereberes se revelaron contra sus gobernantes. El conflicto duró hasta el año 743.
La influencia de los moros llegó hasta Sicilia, la cual invadieron en el 827. Para el año 902, casi toda la isla estaba bajo el control árabe.
El Califato omeya sobrevivió hasta el 1031. Cuando este llegó a su fin en Damasco, su dominio quedó relegado a la Península Ibérica. Durante este período de relativa paz y estabilidad, los moros enriquecieron la sociedad con sus numerosos avances en ciencia, arte y cultura.
Durante el dominio de los moros, las ciudades de Sevilla, Córdoba, Granada y Cádiz destacaron entre todas las demás por su exquisito estilo arquitectónico. El arco de herradura, los riads ajardinados, los minaretes cuadrados y los detallados motivos geométricos hacían que los edificios moriscos fuesen inconfundibles.
Construida en el 785, la gran mezquita de Córdoba sigue siendo uno de los mayores exponentes de la arquitectura morisca. Fue convertida en catedral en el 1236 cuando Córdoba cayó en manos de las fuerzas cristianas de Castilla durante el avance de la Reconquista.
Tras la caída del Califato omeya en el siglo XI, la Península Ibérica pasó a estar en manos de los almorávides y los almohades. En el 1150, los califas almohades convirtieron Sevilla en su capital dentro de al-Ándalus.
Uno de los elementos más característicos de la arquitectura morisca es el azulejo, los cuales solían tener motivos geométricos o florales. A principios del siglo XIII, Sevilla era famosa por su gran producción de azulejos y cerámica andalusí en general.
El palacio de la Alhambra, del siglo XIII, es uno de los complejos arquitectónicos islámicos más emblemáticos que existen y uno de los mejor preservados del mundo.
Ibn Rushd (1126–1198), cuyo nombre latinizado era Averroes, fue el fundador de la escuela filosófica del Averroísmo. También influyó enormemente en el auge del secularismo en la Europa occidental.
El astrónomo, químico, matemático y economista Maslama al-Majriti escribió la influyente Enciclopedia de los hermanos de la pureza.
al-Zahrawi (Abulcasis), a menudo descrito como el "padre de la cirugía moderna", fue el célebre escritor de Kitab al-Tasrif, una enciclopedia de 30 tomos sobre prácticas médicas que fue todo un referente durante siglos.
El astrónomo e ingeniero andaluz al-Zarkali (Azarquiel) desarrolló el astrolabio, un instrumento astronómico que permite determinar la posición de las estrellas. Solía utilizarse para el estudio de la astronomía y para calcular la latitud tanto en tierra como en mar.
El físico Ibn Zuhr (Avenzoar) descubrió la existencia de los parásitos y fue un pionero de la cirugía experimental.
En 1154, el geógrafo Muhammad al-Idrisi dibujó la Tabula Rogeriana, el mapa más exacto de la época premoderna.
Durante su dominio, los moros ampliaron y perfeccionaron el sistema de riego de los romanos, el cual había caído en desuso tras el siglo IV. Valencia era conocida como Hadiqat al-Ándalus, es decir, el jardín de al-Ándalus, tal era el aprecio que los moros tenían por el clima suave y la tierra fértil de los campos que la rodeaban.
Los moros trajeron consigo una deliciosa variedad de fruta, especias y frutos secos, ingredientes que se han convertido en la base de lo que se conoce como la "dieta mediterránea".
La instalación de sistemas de riego permitió cultivar tierras áridas. Esto, su vez, hizo posible obtener frutas y verduras como los albaricoques, la berenjena, las alcachofas, las granadas, los higos, las naranjas y los limones que los moros habían traído consigo a al-Ándalus.
Los romanos trajeron consigo varios tipos de fruta a Europa durante su largo dominio, pero fue el cultivo sistemático de frutas como la naranja y el limón lo que hizo que los moros convirtiesen al-Ándalus en una potencia agrícola.
Los moros introdujeron las almendras, los piñones, y las nueces, pero también hierbas y especias como el comino, el cilantro, el azafrán y el jengibre.
La herencia morisca en la cocina española se nota mucho en los postres, sobre todo en las elaboraciones típicas de Andalucía. Las almendras, por ejemplo, revolucionaron los dulces y nos dieron algo que nunca puede faltar en Navidad: ¡el mazapán!
En el siglo XIII, los moros fueron asediados por las fuerzas cristianas, víctimas de la Reconquista que había comenzado con la batalla de Covadonga.
En 1492, tuvieron que entregar Granada a Castilla y Aragón, quienes habían unido sus fuerzas. El cuadro de la imagen nos muestra a Abu 'abd-Allah Muhammad, más conocido como Boabdil, entregando las llaves de la ciudad de Granada a los monarcas españoles.
Fuentes: (National Geographic) (The New York Times) (The National)
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La influencia de los moros en la Península Ibérica: descubre su legado
Descubre la increíble historia y legado de los moros
ESTILO DE VIDA Historia
El término "moro" suele utilizarse para denominar a los habitantes musulmanes procedentes del Magreb (noroeste de África) que fundaron al-Ándalus, un reino que se extendía por lo que hoy en día es España y Portugal. Durante el tiempo que estuvieron en la península, su territorio se convirtió en un próspero centro económico y cultural donde se produjeron grandes avances en materia de arte, educación, ciencia y agricultura. Hoy en día, seguimos disfrutando del legado que nos dejaron, desde su magnífica arquitectura hasta su deliciosa gastronomía, pasando por un montón de palabras que ahora forman parte de nuestra lengua. Si quieres saber más sobre los moros y su origen, ¡sigue leyendo!