Luis XVI subió al trono francés en 1774, pero la escasez de comida y los problemas económicos del país dieron pie a una rebelión masiva.
Por supuesto, nos referimos a la Revolución francesa de 1789 que acabó por poner fin a la monarquía en 1792.
El rey Luis y su esposa, María Antonieta, fueron encarcelados y ejecutados en 1793.
Manuel II se convirtió en rey de forma abrupta a los 18 años después de que su padre y hermano fuesen asesinados en Lisboa.
En 1908, Manuel II se convirtió en el último rey de Portugal y gobernó el país hasta su derrocamiento en 1910.
Después huyó a Londres, donde pasó el resto de su vida en el exilio acompañado de su mujer, Augusta. No tuvieron hijos, por lo que la línea de sucesión oficial se remonta al árbol genealógico del rey Miguel I.
Guillermo II, nieto de la reina Victoria, fue el último emperador de Alemania y el último rey de Prusia. Se convirtió en káiser tras la muerte de su padre en 1888.
Una serie de desatinos públicos y gastos indebidos durante la Primera Guerra Mundial llevaron a su abdicación en 1918.
Sin embargo, la abdicación se anunció antes de que él accediese a ella. Guillermo pasó el resto de sus días exiliado en Países Bajos.
El zar Nicolás II, quien había gobernado Rusia desde 1894, fue obligado a abdicar en 1917 en medio de huelgas y protestas.
El movimiento conocido como la Revolución de febrero puso fin a los 300 años de gobierno de la dinastía Románov en Rusia.
Nicolás, primo carnal del rey británico Jorge V, fue detenido junto a su familia hasta que los bolcheviques los asesinaron en 1918.
Italia no fue un país unificado hasta 1861. Desde ese momento y hasta 1946, quienes ostentaron el poder fueron los miembros de la casa de Saboya. El último rey de Italia fue una figura de lo más polémica: Víctor Manuel III.
Durante su reinado, apoyó el régimen fascista de Benito Mussolini y legalizó la persecución de los judíos.
Después de que Italia votase a favor de convertirse en una república en 1946, Víctor Manuel huyó a Egipto, donde murió al año siguiente.
El Imperio otomano llegó a su fin en 1922 y Turquía se convirtió en una república al año siguiente.
Cuando los turcos otomanos fueron derrotados en la Primera Guerra Mundial, la mayoría de sus territorios se dividieron entre Bretaña, Francia, Grecia y Rusia en el Tratado de Lausana. Su último sultán fue Mehmed VI.
La Gran Asamblea Nacional Turca declaró que el país pasaba a ser una república en 1923 y Mustafá Kemal Atatürk se convirtió en el primer presidente de la nación.
En 1881, Rumanía se convirtió en una monarquía constitucional que duró hasta 1947, momento en el que el país formó un gobierno comunista.
Miguel I, primo lejano de la reina Isabel II, fue el último rey de Rumanía. Subió al trono en 1940.
Tras abdicar, pasó el resto de sus días en Suiza, donde murió en 2017.
La Asamblea Nacional Griega declaró que el país pasaba a ser una república en 1924. El rey Jorge II estuvo en el exilio hasta 1935, cuando el partido populista llegó al poder y reinstauró la monarquía.
Pero la monarquía llegó a su fin de una vez por todas bajo un régimen militar que volvió a hacer efectiva la república en 1973.
Constantino II fue el último rey de Grecia y su gobierno duró de 1964 a 1974. Se exilió en Londres pero decidió volver a Atenas en 2013. Murió en 2023.
Un golpe comunista en 1944 dio lugar a la abolición de la monarquía búlgara en 1946. El último rey del país fue Simeón II.
Tras exiliarse en España, regresó a Bulgaria en 2001, donde formó su propio partido político y fue elegido como primer ministro hasta 2005.
Es uno de los pocos monarcas del mundo en haber sido elegido para liderar un gobierno democrático.
En 2001, Gyanendra Shah subió al trono después de que el príncipe heredero Dipendra asesinase al rey Birendra y a ocho miembros más de la casa real nepalesa. Tras lo ocurrido, Dipendra se disparó a sí mismo.
Durante un periodo turbulento, el rey disolvió el parlamento en 2002, pero se le obligó a reinstaurarlo en 2006 tras varias semanas de protestas.
Dos años más tarde, la Asamblea Constituyente de Nepal declaró que el país pasaba a ser una república democrática y abolió la monarquía.
Fuentes: (Insider) (Euronews)
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La muerte de Isabel II puso fin a un reinado muy longevo y dio pie a un nuevo capítulo en la historia de la monarquía británica liderado por Carlos III. En muchos países, la coronación del nuevo rey se vivió como algo muy distante, pero lo cierto es que varios de ellos también solían ser Estados monárquicos antes de convertirse en repúblicas durante el siglo XIX y XX. Si quieres descubrir qué países abolieron su propia Corona, ¡sigue leyendo!