El cliché de los suegros tóxicos es más real de lo que muchos se piensan. Las personas tóxicas suelen utilizar métodos de control y manipulación sutiles en las relaciones. En el caso de los suegros, esta toxicidad puede o no ser más evidente a ojos de los demás, sobre todo de sus propios hijos. Si sospechas que este es tu caso, no dudes en hacer clic para reconocer las señales y aprender a lidiar con ellos. ¡Adelante!
Los suegros tóxicos no entienden de límites y encontrarán siempre la manera de autoinvitarse, de llamar a cualquier hora o de ignorar los planes que hayas hecho.
Los suegros tóxicos pueden incluso hablar y cuchichear sobre ti con otros amigos y familiares a tus espaldas, hasta el punto de llegar a propagar rumores inciertos.
Si no les caes bien, es improbable que consigas hacerles felices o que cambien la opinión que tienen sobre ti.
Los suegros tóxicos pueden intentar controlar todos los aspectos de tu relación con su hijo/a. Por ejemplo, puede que te digan qué debes hacer, dónde debes vivir o cómo debes vestirte.
Si haces algo mal (o creen que has hecho algo mal), te echarán la culpa. Incluso puede que lleguen a culparte de cosas que no tengan nada que ver contigo.
También podrían fingir que les caes bien en público y después tratarte mal cuando estéis a solas.
Si tus suegros te dan consejo sin que se lo pidas, probablemente se deba a que creen tener la respuesta a todo y a que no respetan tus decisiones o elecciones.
No responder a tus mensajes o llamadas o ignorarte en persona es una forma de darte a entender que no les gustas.
Si tus suegros son tóxicos, les costará cederte el poder, por lo que intentarán tomar decisiones que afecten a tu vida (como por ejemplo planear unas vacaciones a las que esperan que vayas).
Igual te dicen que te quieren pero después no se esfuerzan por conocerte o por quedar contigo. Si hacen esto, probablemente se deba a que no quieren herir los sentimientos de su hijo/a.
A veces, los suegros no aprueban las relaciones de sus hijos. Esto puede que se deba a que ya se habían imaginado cómo querían que estos viviesen sus vidas y de repente un tercero echa por tierra sus fantasías.
Unos suegros tóxicos competirán contigo por la atención de su hijo/a. Puede que intenten quedar siempre por encima de ti o hacerte sentir que estás echando una carrera contra ellos.
Unos suegros tóxicos te empujarán a hacer gastos que no quieres o querrán saberlo todo sobre tu situación económica, un gesto muy invasivo.
Puede que os hagan sentir culpables tanto a ti como a tu pareja para salirse con la suya, manipulando vuestros sentimientos.
Ya sea una cena romántica o una celebración familiar, siempre consiguen estropear el momento.
La toxicidad no surge de la nada. Suele ser un patrón, lo que significa que probablemente no eres la primera persona en sufrir su negatividad. Una señal de alerta es que siempre te cuenten historias sobre discusiones o separaciones en las que ellos son las víctimas o las personas fuertes y valientes.
A las personas tóxicas se les da bien hacer luz de gas, es decir, intentar hacerte responsable de los efectos de su mal comportamiento. Por ejemplo, si les increpas por ser excesivamente críticos, te echarán la culpa por ser demasiado sensible.
Una clara señal de toxicidad es intentar poner a tus hijos en tu contra o alejarte de ellos.
Las personas tóxicas suelen ser negativas con casi todo, lo que también te incluye a ti. Parece que les gusta criticar prácticamente todo lo que tiene que ver contigo, desde cómo te vistes hasta tu forma de educar a tus hijos.
Tanto si tus suegros cumplen todos estos requisitos como tan solo unos pocos, lo más importante es que recuerdes que no podrás controlar su comportamiento, sino tu manera de reaccionar a él. Haz clic para descubrir cómo lidiar con ellos.
Sé claro con lo que quieres y con lo que no vas a tolerar. Asegúrate de comunicarles las consecuencias de sus actos si no respetan los límites. Por ejemplo, diles que siempre deben llamar antes de visitaros. De esa forma, les harás saber que no podrán plantarse en vuestra casa sin avisar.
Es importante que tu pareja y tú forméis un equipo. Si saben que estáis en sintonía, es probable que decidan no interponerse entre vosotros.
No pasa nada por evitar la confrontación y las conversaciones que no suman. Las discusiones pueden empeorar la tensión y las dinámicas tóxicas, algo que no conviene en absoluto.
Si el comportamiento de tus suegros está empezando a afectar a tu salud mental, a tu relación o a tu vida familiar, plantéate ir a un psicólogo especializado en dinámicas familiares problemáticas.
Si tus suegros son tóxicos, es probable que te provoquen para que entres al trapo. Recuerda que su comportamiento es un reflejo de cómo son ellos y no tú, así que no caigas en la trampa.
Otra forma de desarmarlos es ser empático, atento y respetuoso con ellos. También puedes identificar un rasgo suyo que aprecies y decírselo con regularidad.
Tras hablar con tu pareja, siéntate con tus suegros y diles cómo te sientes. Asegúrate de empezar las frases con un "Me siento..." en vez de con un "Vosotros...", ya que de lo contrario sentirán que les estás acusando de algo.
Si hablar con ellos no resulta, entonces es mejor que limites el contacto. Si tu pareja quiere seguir viéndoles, deja que lo haga y aprovecha ese tiempo a solas para cuidar de ti.
Hagas lo que hagas, no te tomes sus comentarios negativos a pecho ni dejes que mermen tu autoestima. ¡Sus opiniones no te definen!
Fuentes: (Marriage) (PureWow) (Best Life Online) (Bustle)
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El cliché de los suegros tóxicos es más real de lo que muchos se piensan. Las personas tóxicas suelen utilizar métodos de control y manipulación sutiles en las relaciones. En el caso de los suegros, esta toxicidad puede o no ser más evidente a ojos de los demás, sobre todo de sus propios hijos. Si sospechas que este es tu caso, no dudes en hacer clic para reconocer las señales y aprender a lidiar con ellos. ¡Adelante!