¿Te sorprendes a ti mismo comiendo alimentos que sabes que probablemente no deberías? En concreto, los productos con un alto contenido en azúcares procesados son perjudiciales para la salud y pueden conducirte a la prediabetes (y posiblemente a algo peor). Esto plantea la pregunta: ¿puede una dieta sana revertir la prediabetes? En esta galería encontrarás la respuesta, así como más información sobre la prediabetes y cómo puede afectar a tu vida. Haz clic para obtener más información.
Un diagnóstico de prediabetes significa que tu nivel de azúcar en sangre es más elevado de lo recomendado, pero no lo suficiente como para clasificarlo como diabetes de tipo 2.
La diabetes de tipo 2 es una forma de diabetes caracterizada por un alto nivel de azúcar en sangre, resistencia a la insulina y falta de insulina en general. Se produce por un problema en la forma en que el organismo regula y utiliza el azúcar como combustible.
Se calcula que el 38% de los adultos estadounidenses padecen prediabetes y, a escala mundial, esa cifra es del 6%.
La prediabetes puede revertirse con cambios dedicados y saludables en el estilo de vida, incluida la ingesta de alimentos más nutritivos.
La glucosa es el azúcar predominante en la sangre. Es la principal fuente de energía del organismo y procede de la dieta.
Por otro lado, si el cuerpo tiene demasiada glucosa, puede acabar debilitando y dañando los vasos sanguíneos y provocar problemas cardíacos, visuales, renales y nerviosos.
Sí, necesitas algo de glucosa en sangre. Sin embargo, si tu nivel medio de azúcar en sangre, conocido como hemoglobina A1c, alcanza entre el 5,7% y el 6,4%, entonces puede calificarse de prediabetes.
A muchas personas les preocupa tener que renunciar a sus comidas favoritas cuando se replantean su dieta. Pero no tiene por qué ser así. Solo significa comer esos alimentos con menos frecuencia y en menor cantidad.
Deben evitarse los productos con azúcares añadidos, como los caramelos, las chocolatinas, los postres y los dulces, así como los alimentos de panadería, las mermeladas y las jaleas.
El azúcar es un hidrato de carbono de liberación rápida, por lo que al comerlo el cuerpo libera rápidamente glucosa en el torrente sanguíneo. Esto puede provocar un pico en los niveles de azúcar en sangre, lo que puede ser peligroso para algunos.
Ciertas bebidas, como las energéticas, los zumos de frutas, la limonada, el té dulce, los refrescos y los cafés azucarados, tienen un contenido de azúcar engañosamente elevado.
Si tienes sed, en caso de duda, procura beber siempre agua, té sin azúcar (caliente o frío) o agua con gas. No dudes en añadir alguna fruta natural para darle más sabor.
Los carbohidratos simples o refinados no son tan buenos para nosotros como los complejos. Se digieren fácilmente y envían rápidamente glucosa al torrente sanguíneo.
Los carbohidratos refinados incluyen el pan blanco, la pasta blanca, el arroz blanco, las patatas fritas, las galletas saladas y los pretzels.
El alcohol es una forma de carbohidrato y es mejor consumirlo con moderación o no consumirlo para nada. Si ya te han diagnosticado prediabetes, esto es aún más importante.
Si decides tomar una bebida alcohólica, elige una cerveza light, un refresco de cola o un vino seco, ya que son los que tienen menos carbohidratos.
Ajustando el tipo de carbohidratos que consumes y añadiendo proteínas y fibra a su dieta, puedes ayudar a reducir el azúcar en sangre.
El consumo de carbohidratos complejos proporciona al organismo la energía que necesita sin el azúcar asociado a los carbohidratos simples.
Algunos ejemplos de carbohidratos complejos son la pasta integral o a base de legumbres, el arroz integral o salvaje, las alubias, las lentejas, la cebada, el bulgur y el trigo sarraceno.
Otros carbohidratos complejos son el farro, la avena, la quinoa, el boniato, la patata roja y la calabaza de invierno.
La proteína ayuda a ralentizar la velocidad a la que los carbohidratos entran en el torrente sanguíneo y contribuye a mantener más estables los niveles de azúcar en sangre.
Otras fuentes de proteínas son los frutos secos y las semillas, el queso semidesnatado y el requesón, el tofu y las legumbres, como las judías secas, los guisantes y las lentejas.
La fibra, como la que se encuentra en las verduras, también ralentiza la digestión y la absorción de glucosa. Céntrate en las verduras sin almidón, ya que te ayudarán a sentirte saciado.
Las verduras pueden incluir zanahorias, puerros, espinacas, remolachas, champiñones y mucho más.
Añade a tu dieta fruta rica en nutrientes, pero limita el tamaño de la ración a una taza o menos en cada momento.
Combinar la fruta con diferentes fuentes de proteína puede ayudar a ralentizar la velocidad a la que la glucosa entra en el torrente sanguíneo. Prueba a acompañar la fruta con frutos secos, semillas o incluso yogur natural.
No existe un enfoque único. Sin embargo, algunas dietas pueden ser muy beneficiosas. Por ejemplo, las dietas mediterránea y keto son pasos en la dirección correcta.
Fuentes: (Cleveland Clinic) (Medline Plus)
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¿Te sorprendes a ti mismo comiendo alimentos que sabes que probablemente no deberías? En concreto, los productos con un alto contenido en azúcares procesados son perjudiciales para la salud y pueden conducirte a la prediabetes (y posiblemente a algo peor). Esto plantea la pregunta: ¿puede una dieta sana revertir la prediabetes?En esta galería encontrarás la respuesta, así como más información sobre la prediabetes y cómo puede afectar a tu vida. Haz clic para obtener más información.