No todos los vecinos son iguales: unos son más abiertos y sociables y otros más reservados. Sea como fuere, hay ciertos gestos amables que todos podrían poner en práctica para que la convivencia sea mucho más cordial. Y sí, ¡esto te incluye a ti! Si quieres vivir en un entorno tranquilo y pacífico, da el primer paso y sigue estos consejos. De esta forma, todos os sentiréis más unidos y respaldados. ¡Adelante!
Aunque te dé reparo, llama a la puerta de tus vecinos y preséntate. Esto es especialmente importante si te acabas de mudar. De esta forma, ambos sabréis que podéis hablar el uno con el otro.
Cuando hables con un nuevo vecino, ofrécele tu número de teléfono o tu dirección de correo electrónico y anímale a ponerse en contacto contigo si tiene alguna pregunta. ¡Seguro que aprecia el gesto!
Si te dejas ver por el jardín, el porche o las zonas comunes, parecerás más accesible y los vecinos se sentirán más cómodos contigo.
Sé hospitalario y abre las puertas de tu casa a tus vecinos. Invítales a comer o a tomar un café y aprovecha la ocasión para conocerlos mejor.
Saluda a tus vecinos cuando te los encuentres y, si crees que procede, habla un poco con ellos.
La comida es una forma estupenda de dar la bienvenida a un nuevo vecino y de hacer que los más mayores se sientan acompañados. Si les preparas un guiso o un bizcocho, seguro que te lo agradecerán de todo corazón.
Es imposible no hacer algo de ruido de vez en cuando, pero intenta que no sea algo habitual. A todos nos gusta pasárnoslo bien, pero harías bien en controlar el volumen, ¡sobre todo por la noche!
Si un vecino te presta algo, asegúrate de devolvérselo. Si lo rompes, págaselo o cómprale uno nuevo.
Acuérdate de las fechas importantes para tus vecinos, como cumpleaños y aniversarios. Felicítales y ofréceles tus mejores deseos.
Esto evitará situaciones incómodas con los vecinos a los que no les gustan los perros. Si tu mascota hace sus necesidades, asegúrate de dejarlo todo limpio.
Si tu vecino necesita ayuda con unas cajas, limpiar la nieve o retirar ramas del suelo, ¡ayúdale! Seguramente te lo agradecerá.
Si tienes un problema con un vecino, intenta resolverlo en privado con él. Si no conseguís solucionarlo, entonces pide ayuda a la comunidad. En un caso extremo, siempre puedes recurrir a la policía.
Celebra una fiesta u organiza una comida con tus vecinos para poder conocerlos mejor.
Si tienes un jardín o un huerto, ten un detalle con tus vecinos y llévales fruta, verdura o flores.
Si tu vecino te cuenta algo privado, no vayas diciéndoselo a los demás. ¡Es de muy mal gusto! Sé discreto y demuéstrale que eres digno de confianza.
Mantén tu casa limpia y ordenada. Si tienes un jardín, asegúrate de que esté bien cuidado. Asimismo, si sales a pasear y ves basura por el suelo, considera limpiarla para mantener el espacio público en buenas condiciones.
Si sabes que un vecino va a pasar varios días fuera de casa, ofrécete a cuidar de sus plantas o a recogerle el correo.
Si notas algo raro en la casa de un vecino, ponte en contacto con él y comprueba si está todo en orden.
¿Sabes coser o cocinar? ¿Eres un as de la tecnología? Comparte tus cualidades con tus vecinos y échales una mano si crees que puedes ayudar.
Si trabajáis cerca o vuestros hijos van a la misma escuela, ¿por qué no vais en el mismo carro y así repartís el gasto de combustible? Háblalo con tus vecinos y ved si se os ocurre un plan.
La Navidad es el momento ideal para tener un detalle con tus vecinos y demostrarles que te acuerdas de ellos. ¿Qué tal un adorno o unas galletas recién hechas?
Ser un buen vecino también implica comportarse de forma adecuada por internet. Podéis crear un grupo de Facebook o un boletín de noticias de la comunidad. Incluso podéis colgar un tablón de anuncios para promocionar trabajos a tiempo parcial o completo. ¡Nunca sabes quién puede necesitar un dinero extra!
Si un vecino te dice que no está bien, sé empático y escúchale con atención. ¡Tú también querrías que hiciesen lo mismo contigo!
Si varios vecinos tenéis un interés en común, ¿por qué no montáis un club? Puede ser de cocina, costura, lectura o incluso de idiomas.
Apunta en tu teléfono toda la información relacionada con tu vecindario. De esta forma, cuando conozcas a alguien, puedes apuntar rápidamente su nombre y evitar que se te olvide.
Averigua si tu vecindario tiene normas y, de ser así, respétalas. De esa forma, la convivencia será mucho más fácil y cómoda.
Si llevas un tiempo sin ver a un vecino en particular, pásate por su casa y pregúntale si necesita algo.
Si te mudas de casa, hazle saber a tus vecinos que pueden mantener el contacto contigo y dales las gracias por el tiempo que habéis pasado juntos.
Fuentes: (Apartment Therapy) (The Spruce)
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ESTILO DE VIDA Consejos
No todos los vecinos son iguales: unos son más abiertos y sociables y otros más reservados. Sea como fuere, hay ciertos gestos amables que todos podrían poner en práctica para que la convivencia sea mucho más cordial. Y sí, ¡esto te incluye a ti! Si quieres vivir en un entorno tranquilo y pacífico, da el primer paso y sigue estos consejos. De esta forma, todos os sentiréis más unidos y respaldados. ¡Adelante!