© Reuters

Revolución húngara -

La caída del comunismo en Europa comenzó mucho antes de los eventos de 1989. Las primeras grietas en el telón de acero surgieron con la invasión de Hungría por parte de las fuerzas Soviéticas. El objetivo era aplastar la conocida como Revolución húngara de 1956.

© Getty Images

Primavera de Praga - La llamada Primavera de Praga fue un movimiento de liberación política y de protestas masivas en favor de reformas políticas que se desarrolló desde enero hasta agosto de 1968, mes este último en el que fue brutalmente reprimida: la Unión Soviética y otros miembros del Pacto de Varsovia invadieron el país.

© Getty Images

Federación sindical Solidaridad (Polonia) - Solidaridad fue la primera unión sindical en un país del Pacto de Varsovia que no estaba controlada por el partido comunista. Lech Wałęsa la fundó en 1980 en Gdansk.

© Reuters

Federación sindical Solidaridad (Polonia) -

El movimiento emergió como una reacción a las políticas introducidas por el Partido Comunista Polaco. Se organizaron huelgas en los astilleros y los trabajadores pidieron un aumento de salario. La mecha prendió rápido por todo el país. En la fotografía vemos a Lech Wałęsa durante la protesta en el Astillero Lenin de Gdansk en 1980.

© Getty Images

El comienzo del final del Comunismo en Europa del Este - El gobierno polaco impuso la ley marcial (en la fotografía) para acabar con el movimiento Solidaridad. Sin embargo, este sindicato había mermado la influencia y el poder de la Unión Soviética en el país y, a pesar de su fracaso final, marcó el camino para el derrocamiento del comunismo en Europa del Este.

© Getty Images

Mijaíl Gorbachov -

Mijaíl Gorbachov se convirtió en el líder de la Unión Soviética en marzo de 1985. El nuevo dirigente era de corte moderado y más abierto a las reformas. Gorbachov comenzó a revisar todas las políticas y sistemas de la Unión Soviética y permitió la perestroika (reestructuración económica, competitividad entre empresas, etc.) y el glásnost (liberación del sistema político.

© Getty Images

Perestroika y glásnost - Los ciudadanos de a pie de la Unión Soviética podían ahora expresar sus opiniones, preocupaciones y malestar con el régimen de forma abierta, aún con ciertos límites.

© Getty Images

Reformas económicas -

La gente podía ahora expresarse en cierta medida contra el gobierno, por lo que se generó una gran presión social para aprobar aún más cambios. La nota positiva para Gorbachov era la de que comenzaba a gozar de una popularidad tangible gracias a su perfil reformista. No obstante, el líder comenzó a perder el control.

© Getty Images

Glásnost - A pesar de que el glásnot apoyaba la libertad de expresión y el criticismo político, estos derechos solo se podían ejercer en un dilatado espectro dictaminado por el estado. La población del Bloque del Este aún sufría las represalias de la policía secreta y de la represión política.

© Getty Images

Democratización -

A medida que más administraciones soviéticas abrazaban la idea de Gorbachov de demokratizatsiya (democratización), el líder soviético animaba a sus homólogos del Bloque Comunista a imitar la perestroika y el glásnot en sus países.

© Getty Images

Liberación -

Los reformistas de Hungría y Polonia se vieron envalentonados con la ola de liberalización que llegaba del este. Durante los 80, Solidaridad había persistido como un movimiento clandestino, aunque las nuevas huelgas masivas a nivel nacional en Polonia en 1988 obligaron al gobierno a dialogar con Lech Wałęsa.

© Getty Images

Renunciando al uso de la fuerza - A comienzos de julio de 1989, Mijaíl Gorbachov renunció implícitamente al uso de la fuerza contra otras naciones del Bloque del Este.

© BrunoPress

El final del sistema monopartidista en Polonia - Tras las conversaciones entre Solidaridad y las autoridades comunistas, encabezadas por el Primer Secretario General Wojciech Jaruzelski (fotografiado junto al líder rumano Nicolae Ceaușescu), Tadeusz Mazowiecki fue nombrado primer ministro de Polonia, una decisión que la Unión Soviética no llegó a protestar. Cinco días después, el 24 de agosto de 1989, el parlamento de Polonia le daba la bienvenida a otros partidos después de 40 años de régimen monopartidista.

© Public Domain

Un gobierno no comunista -

Tras Polonia, Hungría fue la siguiente nación en cambiar a un gobierno no comunista.

© Getty Images

La eliminación de la valla fronteriza de Hungría - Hungría ya había comenzado a desmantelar el Telón de Acero: en abril de 1989, el gobierno húngaro ordenó que se desconectase la electrificación de 240 kilómetros de valla fronteriza entre Hungría y Austria.

© Reuters

Una frontera abierta - Al mes siguiente, los guardias fronterizos comenzaron a retirar secciones de la barrera. A partir de entonces, los húngaros podían cruzar a Austria para comprar bienes y servicios. En la fotografía podemos observar la frontera en la actualidad.

© Getty Images

El final de la ocupación militar soviética en Hungría -

El régimen comunista de Hungría cayó en octubre de 1989. En marzo de 1990, el nombre del país cambió de República Popular de Hungría a República de Hungría. La ocupación soviética del país llegó a su fin en 1991.

© Getty Images

República Democrática Alemana - La Unión Soviética instauró la República Democrática Alemana en 1949 en el territorio ocupado y administrado por las propias fuerzas soviéticas desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

© Getty Images

Berlín - La zona soviética rodeaba Berlín Oeste, aunque no lo incluía. La parte occidental de la ciudad estaba en la jurisdicción de la República Federal de Alemania.

© Getty Images

La construcción del Muro de Berlín -

Siendo un estado satélite de la Unión Soviética, Alemania del Este se convirtió en el estado más próspero del Bloque del Este. Sin embargo, la emigración al oeste continuaba siendo un problema significante. Para paliar este goteo constante de personas a la vecina República Federal de Alemania, el gobierno de la RDA fortificó la frontera oeste y, en 1961, construyó el muro de Berlín.

© Getty Images

Casi imposible de cruzar -

Durante 28 años, las fronteras occidentales y el Muro de Berlín fueron un elemento disuasorio muy eficaz para todos aquellos que deseasen abandonar la nación comunista.

© Getty Images

Deteniendo el flujo de personas - Sin embargo, la decisión de Hungría de abrir el muro en septiembre de 1989 provocó la huida de más de 30.000 alemanes del este hacia dicho país, a través de Checoslovaquia. Para evitar que el número aumentase, la RDA prohibió los viajes a Hungría.

© Getty Images

Se cierran las fronteras - Con la frontera entre Checoslovaquia y Hungría cerrada de nuevo, los alemanes del este solo podían viajar al primer país mencionado. Sin embargo, las autoridades de la RDA también decidieron cerrar la frontera entre su país y Checoslovaquia el día 3 de octubre de 1989. En la fotografía vemos la frontera en la actualidad.

© Shutterstock

La República Democrática de Alemania comienza a tambalearse -

Gorbachov se reunió con el líder de la RDA Erich Honecker (los dos aparecen en la fotografía), quien aún se oponía a la reforma interna. Honecker sería más tarde depuesto en favor de Egon Krenz. La frontera con Checoslovaquia se abrió de nuevo el día 1 de noviembre de 1989.

© Getty Images

Cae el Muro de Berlín -

Las autoridades de la RDA cedieron finalmente a la presión popular y permitieron que sus ciudadanos cruzaran el Muro para acceder a Berlín Oeste y a Alemania Occidental de forma libre. El 9 de noviembre de 1989 se abrieron los puestos fronterizos en el Muro de Berlín. Poco después, los ciudadanos derribaron secciones enteras a golpes de martillo o cualquier herramienta que tuvieran a mano.

© Getty Images

La Revolución de Terciopelo -

Checoslovaquia fue el escenario de una transición de poder no violenta de un parlamento comunista a uno republicano, en una sucesión de eventos que pasarían a la historia con el nombre de Revolución de Terciopelo. El escritor y disidente Václav Havel (en la fotografía) juró el cargo como presidente el 29 de diciembre de 1989.

© Getty Images

Bulgaria - El 10 de noviembre de 1989, un día después de la caída del Muro de Berlín, el longevo líder de Bulgaria Todor Zhivkov fue depuesto por orden del politburó búlgaro. El 11 de diciembre de 1989, el Partido Comunista del país anunciaba su intención de abandonar el monopolio del poder. En junio de 1990 se celebraron las primeras elecciones libres desde 1931.

© Public Domain

Nicolae Ceaușescu -

El líder del Partido Comunista Rumano Nicolae Ceaușescu confiaba en que podría sobreponerse a las revoluciones anticomunistas que explotaban en los demás países de Europa del Este. Para ello, no dudó en usar a la terrible Securitate (policía secreta) para reprimir violentamente las manifestaciones.

© Getty Images

Rebelión - El 21 de diciembre de 1989, durante un discurso, decenas de protestantes comenzaron a abuchear y a interrumpir al dictador comunista (vemos en la fotografía un discurso en el mismo balcón, aunque en 1967). Las fuerzas de seguridad reprimieron a los protestantes con una violencia mortal.

© Getty Images

Ceaușescu, ejecutado -

Al día siguiente, los militares se pusieron de parte de los protestantes para pelear contra la Securitate. Ceaușescu fue eventualmente apresado junto a su esposa Elena y ambos fueron fusilados el día de Navidad de 1989. La revolución Rumana fue la más violenta de las que se sucedieron en el año 1989.

© Getty Images

Estados bálticos -

Estonia, Letonia y Lituania declararon su independencia de la Unión Soviética en mayo de 1990. La propia URSS reconoció su estatus en un discurso, en el año 1991.

© Getty Images

Albania -

Bajo el gobierno de Ramiz Alia, Albania comenzó a disfrutar de algunas medidas de liberalización en 1990, entre las que destacaba el poder viajar libremente al extranjero. Los comunistas fueron barridos del mapa político albano en las elecciones de marzo de 1992.

© Getty Images

Yugoslavia y Disolución de la Unión Soviética -

A pesar de que no formaba parte del Pacto de Varsovia, Yugoslavia también fue testigo de los enfrentamientos entre las nuevas sociedades civiles y el régimen comunista. El colapso de la Unión Soviética fue el detonante primero de la escalada de tensión étnica y política que llevaría después a la fragmentación de Yugoslavia. Por el camino, eso sí, quedaron varias guerras civiles brutales.

El Pacto de Varsovia quedó oficialmente disuelto en julio de 1991. Varios meses más tarde, en diciembre, la Unión Soviética, la Guerra Fría y el comunismo europeo pasarían a la historia.

Visita también la galería Años 80: una auténtica revolución histórica.

© Getty Images