El Imperio romano fue uno de los más largos de la historia, por lo que nos ha dejado un gran legado. Sus aportaciones culturales a la filosofía, la política, la literatura, el arte y la arquitectura sentaron las bases de nuestra civilización actual. Hay mucho que descubrir y apreciar acerca de este periodo, sobre todo los inventos que todavía utilizamos hoy en día. Si quieres saber cuántas creaciones romanas se emplean en la actualidad, ¡haz clic para seguir leyendo!
Lo que hace que los inventos romanos sean tan fascinantes es que muchos nacieron de la pura necesidad. El Imperio romano siempre estaba conquistando nuevos territorios, por lo que ya solo sus necesidades militares eran muy acuciantes.
El alcance territorial también contribuyó a un nivel de intercambio cultural y a una diversidad de necesidades que surgieron de la búsqueda de innovación por parte de Roma. Esto es algo que se aprecia sobre todo al analizar los inventos infraestructurales.
El desarrollo de una infraestructura innovadora requería de creatividad para poder encontrar soluciones a las apremiantes necesidades del Imperio. Estos avances tecnológicos, tales como las calzadas y los acueductos, siguen siendo indispensables en el urbanismo de hoy en día.
Esto nos lleva al primer invento romano que aún usamos en la actualidad: el urbanismo. Las carreteras, al ser indispensables para el transporte, ya existían antes de la llegada de los romanos, pero su manera de trazarlas y de planificar las ciudades es lo que resulta memorable.
Los romanos tenían que encontrar una solución práctica para conectar la enormidad de su Imperio en un formato centralizado. Las calzadas y las cuadrículas eran la base de la planificación y la innovación infraestructurales romanas.
En primer lugar, era esencial garantizar el desplazamiento del ejército en grandes números con facilidad. Lo mismo se aplicaba a los bienes, la información y otras mercancías.
Por lo tanto, el urbanismo era la piedra angular de la metodología imperial para garantizar la longevidad. El sistema de calzadas romanas incluía calzadas principales cuya función podría compararse a la de las autopistas modernas.
Las ciudades lejanas estaban conectadas con el Imperio a través de estos mapas de calzadas y lo mismo ocurría con los pueblos y las villas.
Literalmente, en este caso. Al fin y al cabo, la capital del Imperio necesitaba estar conectada con todos sus territorios.
Gran parte del urbanismo europeo aún se basa en el modelo romano. Los métodos actuales no distan mucho de la innovadora planificación infraestructural romana, incluso en lo que a los nuevos protocolos de cartografía se refiere.
Pero el ingenio infraestructural no acaba ahí. Los acueductos también fueron un elemento clave de la estrategia romana para abastecer al Imperio de agua.
El uso de canales está muy extendido por Europa y otras partes del mundo, pero los romanos encontraron una manera no solo de almacenar agua, sino también de transportarla en grandes cantidades de una zona a otra.
Los romanos tenían que encontrar una forma creativa de transportar el agua por los valles, de ahí que desarrollasen el acueducto.
El primer acueducto romano se construyó alrededor del 312 a.C. para transportar agua de una ciudad romana a otra.
Los romanos no solo necesitaban agua para beber y asearse, sino también para irrigar. Las famosas termas romanas también se crearon a consecuencia del desarrollo que supuso el acueducto.
Al igual que las calzadas, los acueductos se han ido perfeccionando desde los tiempos de los romanos, pero la estructura y los principios siguen siendo prácticamente los mismos. De hecho, hay muchos acueductos antiguos que aún funcionan.
Aunque no son algo necesariamente infraestructural, los arcos son otro sello de identidad del Imperio romano a nivel arquitectónico. Los historiadores atribuyen su creación a los etruscos, otra civilización antigua que precedió al Imperio romano pero que acabó siendo absorbida por él.
Los romanos refinaron el arco y lo perfeccionaron hasta dar con la forma que reconocemos y utilizamos hoy en día. De hecho, el arco es uno de los elementos más característicos de la arquitectura romana y una clara contribución a la arquitectura moderna en general.
El arco permitió construir edificios grandes sin necesidad de levantar columnas. Esto no solo ayudó a ahorrar materiales, sino también tiempo.
Para el Imperio romano esto era esencial, ya que su rápida expansión fue una de las claves de su crecimiento. La versatilidad de los arcos, dada su capacidad para aplicarse a varios tipos de construcciones, también popularizó su uso.
El siguiente invento de la lista es el periódico. El propio Julio César ordenó la redacción de un boletín gubernamental que se producía y publicaba a diario.
El Acta Diurna ("acontecimientos diarios" en latín) era el método que César empleaba para garantizar que el pueblo estuviese al tanto de las noticias oficiales.
El Acta Diurna incluía información sobre política, juicios, actos militares, uniones matrimoniales y negocios, por lo que no distaba demasiado de los periódicos modernos.
Aunque el periódico romano solo constaba de una página y los actuales tienen más, las publicaciones modernas son las sucesoras del Acta Diurna y siguen siendo una fuente de información muy popular.
Y el sistema postal también se lo debemos al Imperio romano. El primero de la historia se creó alrededor del año 20 a.C. por orden del emperador Augusto.
El objetivo del primer servicio postal era entregar información oficial de una autoridad gubernamental a otra (impuestos, asuntos confidenciales, etc.).
El primer sistema de servicio postal estuvo funcionando durante tres siglos y abarcaba 500 ciudades romanas. Hoy en día hay muchos y, aunque no son universales, sí nos ayudan a recibir y enviar información por correo a cualquier rincón del mundo en cuestión de días.
Aunque no es ninguna sorpresa que los números romanos provengan del Imperio romano, sí es interesante saber el porqué de su éxito. El sistema numérico romano nació de un intento por crear un "sistema matemático estándar" que se le pudiese enseñar a cualquiera.
Estos números facilitaron el comercio y la comunicación entre grupos de diferentes lenguas y culturas por todo el Imperio.
Aunque las naciones cristianas acabaron por adoptar los números árabes, el uso de los romanos sigue vigente, ¡sobre todo en lo que a los relojes se refiere!
Fuentes: (World Atlas) (The Guardian) (Gray Line Rome) (National Geographic Society) (Imperium Romanum)
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Inventos romanos que aún usamos
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El Imperio romano fue uno de los más largos de la historia, por lo que nos ha dejado un gran legado. Sus aportaciones culturales a la filosofía, la política, la literatura, el arte y la arquitectura sentaron las bases de nuestra civilización actual. Hay mucho que descubrir y apreciar acerca de este periodo, sobre todo los inventos que todavía utilizamos hoy en día. Si quieres saber cuántas creaciones romanas se emplean en la actualidad, ¡haz clic para seguir leyendo!