Tocarnos la cara es uno de los hábitos favoritos de los humanos. De hecho, los estudios sugieren que nos tocamos la cara hasta 16 veces por hora. Sin embargo, por inofensivo que parezca, tocarse el rostro no es nada bueno, ya que transferimos bacterias de los dedos a la cara. Esto puede provocar problemas cutáneos y volvernos propensos a contagiarnos de virus como la gripe.
Haz clic en la galería para descubrir cómo dejar de tocarte el rostro.
Una forma sencilla de evitar tocarte el rostro cuando estás aburrido, estresado o nervioso es mantener las manos ocupadas de otra forma. Hazte con un objeto pequeño que utilizar para esto o incluso una pelota de relajación. Las pelotas de estrés, los llaveros y las gomas del pelo son fantásticas opciones. Identifica tus gatillos, por ejemplo, puedes soler tocarte la cara cuando estás aburrido esperando el autobús, y actúa en consecuencia.
También puedes hacer ganchillo o bordados. Además, crearás algo nuevo.
Si sueles tocarte la cara en situaciones en las que no es apropiado tener en las manos una pelota relajante o hacer ganchillo, siéntate sobre ellas.
Así ayudarás a quebrar el hábito.
Si no te agrada la idea (tal vez se te duermen fácilmente), intenta cruzar las manos y ponerlas sobre tu regazo, por ejemplo.
Los recordatorios visuales son una buena forma de acabar con el hábito. ¿Por qué no fingir que estás preparándote para una prueba y poner el recordatorio en una nota?
Una simple nota en el espejo del baño o en el coche que diga "no tocar" puede ayudarte más de lo que piensas.
Si descubres que sueles tocarte más la cara a ciertas horas del día, también puedes poner una alarma para acordarte de no hacerlo.
Así será físicamente imposible que te toques el rostro. Si sueles dormir sobre tus manos, podrías llevarlos también por la noche. Asegúrate de lavarlos con regularidad porque tocarte la cara con unos guantes sucios es tan malo como tocártela con las manos sucias.
Cuando sea posible, usa guantes 100 % algodón, ya que la lana puede causar irritación en la piel (por si en un momento dado te tocas la cara).
Puedes pedirle a un amigo o familiar que te llame la atención cuando te toques la cara para que dejes de hacerlo. Escoge a alguien con quien pases mucho tiempo.
Puedes pedirle que te haga un gesto cuando te vea tocándote la cara.
También puedes meter una moneda en un bote cada vez que te tocas la cara.
Si pierdes la motivación para dejar el hábito, recuerda por qué empezaste a luchar por dejarlo.
Recuerda el daño que causas a tu piel cada vez que te tocas la cara, sobre todo, si tienes acné.
Si tienes acné, podrías dejarte cicatrices bastante feas. Sin embargo, si no te aprietas los granos, se te quedará una piel bastante lisita.
Mucha gente suele tocarse la cara cuando está ansiosa o preocupada. Si ese es tu casa, ¿por qué no meditar para relajarte y distraerte?
La meditación ha demostrado ser efectiva a la hora de ayudar a la gente a lidiar con sus emociones y resistir la necesidad de tocarse la cara.
Si estás empezando a practicar meditación, hay buenos videos que pueden ayudarte. También puedes intentar descargar una aplicación como Headspace o Mindshift.
Por supuesto, hay momentos en los que realmente tenemos que tocarnos la cara, como cuando queremos rascarnos, estornudar o ajustarnos las gafas.
Evita transferir bacterias a la cara cuando hagas estas cosas. Utiliza un pañuelo para no hacer contacto directo.
Si necesitas estornudar y no tienes pañuelos a mano, estornuda en el codo en lugar de en la mano.
Este es un buen truco para minimizar el daño que le causes a la piel si no puedes evitar tocarte la cara.
En primer lugar, es importante tener las uñas cortas y limpias. Recuerda que las manos son una de las partes más sucias del cuerpo humano.
Esto tal vez es básico, pero si realmente tienes que tocarte la cara, es muy importante que te laves las manos con regularidad.
Lavarte las manos durante al menos 30 segundos con agua tibia y jabón te ayudará a evitar el acné.
Si descubres que te tocas la cara sin cesar y que esto está dañando tu piel, tal vez sufras dermatilomanía.
Es un trastorno similar al TOC que se identifica por la necesidad continua de tocarse, pellizcarse o rascarse la piel. Si tienes algún síntoma, no dudes en recurrir a algún profesional.
Fuentes: (WikiHow) (Healthline) (The New York Times)
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Tocarnos la cara es uno de los hábitos favoritos de los humanos. De hecho, los estudios sugieren que nos tocamos la cara hasta 16 veces por hora. Sin embargo, por inofensivo que parezca, tocarse el rostro no es nada bueno, ya que transferimos bacterias de los dedos a la cara. Esto puede provocar problemas cutáneos y volvernos propensos a contagiarnos de virus como la gripe.
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