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No es fácil admitir que tu relación ya no te hace feliz. La desdicha puede manifestarse de muchas maneras, desde distancias insalvables hasta peleas constantes. No obstante, esto no siempre quiere decir que sea momento de romper, ya que algunos problemas pueden solucionarse con terapia o controles periódicos. Si quieres saber cómo reconocer las causas y consecuencias de una relación infeliz y cómo ponerles remedio, ¡sigue leyendo!

▲Hay muchas razones por las que una relación puede no funcionar. Para poder ponerles remedio, antes hay que identificar cuáles son.

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Revisitar una y otra vez los momentos en los que la relación era mucho mejor o más fácil (por ejemplo, antes de tener hijos o cuando empezasteis a salir) puede causar infelicidad. En lugar de canalizar la energía hacia el presente, la gente tiende a aferrarse al pasado.

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Las parejas que intentan cambiarse la una a la otra acabarán sintiendo que deben justificar todas sus decisiones y respuestas.

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Las parejas con valores y creencias diferentes acabarán sintiendo una mayor tensión a medida que la relación avance y averigüen más cosas sobre la otra persona y su forma de ver el mundo.

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Las parejas que se sienten limitadas acaban por frustrarse de forma natural. Puede que crean que deben escoger entre continuar la relación o pasar página para así poder lograr sus metas vitales.

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Si ya has identificado cuáles son los síntomas de una pareja infeliz, entonces puede que seas consciente de cuáles son sus consecuencias negativas a largo plazo.

▲En lugar de refugiarse en la relación, las parejas infelices se ven el uno al otro como una fuente de crítica y frustración. Esto hará que se cierren en banda durante las discusiones, lo que puede dar lugar a peleas que incluso lleguen a lo físico.

▲Las parejas infelices tienden a imaginarse cómo podrían ser las cosas para evadirse de la realidad. Al hacer esto, evitan aceptarse tal y como son, lo que da pie a una frustración y decepción constantes.

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En una relación infeliz, uno de los miembros (o ambos) siente que es el único que pone de su parte. Esto hace que se conviertan en adversarios, lo que hará que la persona que solía esforzarse por mantener la relación a flote acabe por tirar la toalla.

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Ser infeliz con tu pareja hará que ambos os sintáis frustrados, cansados, irascibles y hasta puede que deprimidos.

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Si eres infeliz, sentirás que la relación te arrastra, lo que hará que te sientas amargado incluso en el trabajo o con tus amigos.

▲Si la relación ya no es lo que era, es probable que ya no priorices tanto a tu pareja y que te centres más en ti mismo y en otras personas.

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Al no ser capaces de lidiar con los problemas y abordar el dolor, la comunicación brillará por su ausencia y empezaréis a llevar vidas paralelas.

▲Cuando alguien no es feliz, hasta la mayor de las nimiedades puede sacarle de quicio. Esto es algo muy negativo, ya que sentirse juzgado no deja margen a la intimidad.

▲Las parejas infelices tienden a buscar el apoyo que su relación no les ofrece en otros lugares y personas.

▲Sentir que tu pareja te escucha y te valora es esencial en una relación, por lo que cuando esto no es así, vas perdiendo la motivación para ganarte el aprecio de la otra persona.

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Si no eres capaz de nombrar ni un solo aspecto positivo de tu relación, entonces es porque lo malo supera a lo bueno. Si tienes que esforzarte por encontrar motivos para seguir con esa persona, quizá sea momento de replantearse las cosas.

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En el momento en el que una pareja empieza a faltarse el respeto, algo no va bien. Esto puede manifestarse a través de frases o acciones abusivas o de actividades inapropiadas. Sea como fuere, el respeto es esencial para que una relación sea próspera y saludable.

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Esto suele ocurrir cuando uno de los miembros de la pareja se siente tan angustiado que decide cerrarse en banda e ignorar a la otra persona, lo que dificulta aún más la comunicación.

▲Tu pareja no debería serlo todo para ti, pero es importante sentir que formas parte de un equipo. Si te sientes solo, entonces puede que se deba a que tu pareja no te ofrece el apoyo y el cariño que necesitas.

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Hay muchas formas de superar los problemas si ambos estáis dispuestos a poner de vuestra parte.

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Lo primero que hay que hacer es identificar cuál es la causa del problema y determinar si es insalvable o no.

▲Decidir invertir tiempo y energía en salvar una relación no es fácil. Requiere que seáis honestos con vosotros mismos, porque probablemente ya habréis puesto mucho de vuestra parte para evitar llegar a donde estáis ahora.

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Intentad ser más vulnerables en lugar de poneros a la defensiva y echaros la culpa. Compartid cuáles son los aspectos que os gustaría que mejorasen y qué podéis hacer para conseguirlo.

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Cuando se tienen estas conversaciones difíciles, los estudios sugieren que mostrarse agradecido suele ayudar a que ambas partes se sientan más cómodas a la hora de hablar de los problemas de la relación.

▲Es importante que os centréis en proponer soluciones. Es decir, cuando surja un problema, debéis afrontarlo como un equipo y no dejar que os divida aún más.

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Poner distancia de por medio también puede hacer que ambos ganéis perspectiva. Esto os permitirá crecer y explorar qué es lo que queréis en realidad. Puede que descubráis que preferís dedicaros tiempo a vosotros mismos en lugar de seguir estancados en una relación por pura conveniencia.

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Al fin y al cabo, tenéis que decidir si os merece la pena intentar salvar la relación o no. Si sentís que necesitáis ayuda, siempre podéis recurrir a vuestros seres queridos o ir a terapia de pareja.

Fuentes: (Verywell Mind) (Oprah Daily)

Ver también: Claves para que tu pareja no se desgaste si uno trabaja por la noche