Si alguna vez has estado en un spa, sabrás que es una fantástica forma de relajarnos, descansar y olvidarnos del estrés del día a día. Desafortunadamente, los spas pueden ser bastante caros y no todos podemos darnos el lujo de sacar tiempo o dinero para ir con frecuencia.
Afortunadamente, hay cosas que podemos hacer para recrear la experiencia en nuestra propia casa. Haz clic en la galería para descubrir los mejores trucos.
Lo mejor es empezar por el cuarto de baño. Prepárate un baño a la temperatura ideal para ti.
Mientras llenas la bañera, baja la iluminación (o apaga las luces completamente si es necesario) y enciende unas velas. Sírvete una copa de tu bebida favorita.
Mientras se llena, echa unas sales de baño o aceites esenciales. Así, la bañera parecerá un spa y te proporcionará los beneficios de la aromaterapia.
Si te gustan las bombas de baño o la espuma, hazlo. Si tienes la piel seca, plantéate darte un baño de leche para hidratarte.
En los spas te suelen ofrecer una mascarilla de algas o de arcilla. Las de algas son difíciles de preparar en casa, pero puedes hacer una sencilla máscara de arcilla. En la próxima foto te contamos cómo.
Mezcla media taza de arcilla con dos cucharillas de agua hasta que tengas una pasta espesa. Aplícatela mientras te bañas y déjala durante 10 minutos. Después, retírala.
Otro clásico son los masajes. Tal vez no puedas darte uno a ti mismo tan bueno como el que te daría un profesional, pero puedes intentarlo.
Tal vez descubras que tu espalda, cuello u hombros están agarrotados de las actividades del día a día. Masajéalos con los dedos para liberar la tensión.
Después de la mascarilla, tus poros estarán abiertos y preparados para realizar una exfoliación. Utiliza una esponja o un exfoliante corporal.
La exfoliación es un paso importante para conseguir una piel sedosa. Intenta realizar movimientos circulares para eliminar cualquier célula muerta.
Cuando salgas de la bañera y te seques la piel, no olvides aplicarte una loción hidratante. Esto te ayudarán a sellar la hidratación.
Después, ponte un albornoz y espera un rato hasta que tu piel haya absorbido la loción por completo.
Una vez terminado el baño, es hora pasar al rostro. El primer paso es la exfoliación, que puedes hacer humedeciéndote la cara y usando un tejido o cepillo para eliminar células muertas.
Intenta no frotar demasiado fuerte, ya que la piel de la cara es delicada y no queremos dañarla.
Los tratamientos de vapor son fantásticos para abrir los poros y poder retirar la suciedad. Empieza llenando una olla con agua y calentándola hasta que el líquido empiece a evaporarse.
Ponte una toalla sobre la cabeza y acerca tu rostro para sentir el vapor. Quédate así durante dos o tres minutos, sin quemarte, para que el vapor haga su magia.
Al igual que con la piel del cuerpo, una mascarilla hará maravillas con la piel de tu rostro. Póntela, espera 15 minutos y retírala.
Puedes comprar una mascarilla o prepararla tú mismo usando ingredientes como miel y aceite de oliva. En Internet, hay muchas recetas.
El último paso consiste en hidratarte bien la piel.
Si tienes la piel muy seca, tal vez puedas usar aceite de coco, aunque puede hacer que te salgan granitos si eres propenso a ellos.
El primer paso de la manicura consiste en eliminar cualquier resto de esmalte.
Intenta usar un quitaesmalte sin acetona, ya que este componente deshidrata mucho.
Después, prepara un recipiente con agua templada y mete los dedos en él durante cinco minutos, con las uñas completamente sumergidas.
Así, se te ablandarán las uñas y será más fácil cortarlas y limarlas. Evita usar jabones o aceites para que no queden residuos.
Cuando hayan pasado los cinco minutos, saca las manos del agua y sécalas. Corta y lima las uñas.
La forma recomendada de las uñas es creciente, así que inténtalo.
Utiliza un palito apropiado para empujar con cuidado la cutícula.
Ten cuidado para no arrancar las cutículas, ya que son necesarias para prevenir infecciones en los dedos. Un profesional tal vez sepa quitarlas de forma adecuada, pero no se recomienda hacerlo en casa.
Por último, aplica el esmalte. Las mejores manicuras incluyen tres pasos de esmaltado: base, color y refuerzo.
Empieza por pintar los laterales de cada uña y después el centro. Asegúrate de dejar secar cada capa antes de aplicar la siguiente para que el resultado sea perfecto.
Fuentes: (WikiHow)
No te pierdas: Ideas únicas para lucir unas uñas divinas.
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Si alguna vez has estado en un spa, sabrás que es una fantástica forma de relajarnos, descansar y olvidarnos del estrés del día a día. Desafortunadamente, los spas pueden ser bastante caros y no todos podemos darnos el lujo de sacar tiempo o dinero para ir con frecuencia.
Afortunadamente, hay cosas que podemos hacer para recrear la experiencia en nuestra propia casa. Haz clic en la galería para descubrir los mejores trucos.