Muchas investigaciones que demuestran que el pensamiento positivo puede mejorar el bienestar. Durante décadas, los principales medios de comunicación han promocionado los beneficios del pensamiento positivo en la salud mental.
No obstante, el pensamiento positivo no existe por sí solo, hay otros factores que influyen en el bienestar de una persona, como el apoyo social y la autoeficacia (la capacidad de hacer frente a diferentes situaciones).
Es vital reconocer estos otros factores o corremos el riesgo de encontrarnos con el reino de la positividad tóxica, que se deriva de la creencia de que el pensamiento positivo es la única solución a todos los problemas.
La positividad tóxica exige que una persona evite sentir y expresar emociones negativas a toda costa y puede tener consecuencias desastrosas para nosotros y para quienes nos rodean.
Es positividad tóxica decirle a alguien que ha perdido a un hijo que "al menos puede tener más hijos". O ignorar las preocupaciones de alguien con "podría ser peor".
También puede implicar etiquetar a las personas que siempre parecen positivas o que no comparten sus emociones negativas como más fuertes o más divertidas que otras.
Un estudio de 2020 de 29 estudios sobre violencia doméstica descubrió que un sesgo positivo puede hacer que las víctimas de abuso subestimen la gravedad de la situación y permanezcan en relaciones peligrosas.
Una persona en duelo a la que se le dice constantemente que "siga adelante" puede provocar que acabe considerando que su pérdida no es importante para los demás, lo que a su vez podría agravar su dolor.
Las personas que se sienten presionadas a reprimir u ocultar sus emociones negativas pueden ser reacias a buscar ayuda y terminar sintiéndose aisladas o avergonzadas.
En las relaciones, la positividad tóxica puede hacer que las parejas ignoren los problemas y se centren en lo positivo. Esto puede ser perjudicial para la comunicación y la capacidad de resolver problemas reales.
Si constantemente nos presionan o nos presionamos para ver siempre las cosas de manera positiva, podemos sentir que estamos fallando cuando eso inevitablemente no funciona.
Las emociones negativas pueden no ser agradables, pero las experimentamos por una razón. La ansiedad o el miedo, por ejemplo, nos mantienen a salvo de cualquier daño, mientras que la tristeza puede indicar una pérdida.
Ignorar o rechazar las emociones negativas no las hará desaparecer. Además, hablar de ellas a menudo les quita poder. A continuación, algunos consejos para evitar la positividad tóxica.
Comencemos con algunas formas de evitar la positividad tóxica autoimpuesta. Se da cuando la presión para ser eternamente positivo proviene de nosotros mismos.
Un buen primer es reconocer que las emociones negativas son normales y que todas las emociones, positivas y negativas, son una parte natural de la experiencia humana.
Una vez que hayas asumido que las emociones negativas son normales, el siguiente truco es aprender a no tratar de evitarlas.
Intenta identificar y nombrar tus emociones. Así, reconocerás la emoción, mientras pones cierta distancia entre tú y ella.
Asegúrate de tener una relación de confianza con quien sea que decidas hablar sobre tus emociones, ya que de lo contrario te resultará difícil hablar abiertamente.
Pueden ser amigos de confianza que no te juzguen o un terapeuta.
Y ahora, algunos consejos sobre cómo evitar imponer positividad tóxica a los demás. Después de todo, puede funcionar en ambos sentidos.
El primer paso importante que debes dar es alentar a quienes te rodean a hablar sobre sus emociones, sin importar lo positivas o negativas que sean.
También es una buena idea intentar sentirse cómodo con las emociones negativas en general. Puedes hacer esto prestando atención siempre que sea posible.
O puedes profundizar en tus propias emociones negativas utilizando algunas de las técnicas mencionadas anteriormente.
Una táctica importante cuando se trata de no imponer positividad tóxica a los demás es recordar que no todo lo que alguien dice requiere una respuesta positiva.
Si alguien te hablan de algo y comparten sus emociones negativas, resiste la tentación de ignorarlo con una respuesta positiva.
También es importante recordar que las emociones negativas intensas a menudo coinciden con emociones positivas intensas, como el dolor y el amor, por ejemplo.
Esto te ayudará a recordar que solo porque alguien exprese sus emociones positivas, no significa que no esté reprimiendo emociones que son igualmente fuertes en la dirección opuesta.
Fuentes: (Medical News Today)
La positividad tóxica es peligrosa por varias razones y debe ser señalada cuando se la presencia. Echa un vistazo a esta galería para aprender todo sobre la positividad tóxica y cómo podemos evitarla.
Descubre qué es la positividad tóxica y cómo evitarla
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ESTILO DE VIDA Salud mental
Mucha evidencia que sugiere que el pensamiento positivo tiene mucho poder. De hecho, no hay nada de malo en ver las cosas por el lado positivo cuando podemos. Sin embargo, cuando comenzamos a tratar de darle un giro positivo a todos y cada uno de los acontecimientos que vivimos, nos desviamos hacia el territorio de la positividad tóxica. Esto implica evitar las emociones negativas a toda costa por la creencia de que el pensamiento positivo puede resolver todos los problemas.
La positividad tóxica es peligrosa por varias razones y debe ser señalada cuando se la presencia. Echa un vistazo a esta galería para aprender todo sobre la positividad tóxica y cómo podemos evitarla.