Puede que no sea la prohibición más sorprendente de la lista, pero no por ello es menos interesante. 1 Corintios 7:1-5 lo deja bien claro: "Con todo, por el riesgo de inmoralidad, que cada cual tenga su propia mujer y cada mujer su propio marido". De hecho, el pasaje anima a las parejas a tener relaciones (dentro del matrimonio, eso sí) para evitar que Satanás les tiente.
Si bien las relaciones matrimoniales están bien vistas en la Biblia, darse cariño a uno mismo ya no tanto. 1 Corintios 6:18 dice lo siguiente al respecto: "Huid de la inmoralidad. Cualquier pecado que cometa el hombre queda fuera de su cuerpo. Pero el que fornica peca contra su propio cuerpo".
La Biblia deja claro que debemos prestar atención a las palabras que utilizamos. Mostrarnos agradecidos y no decir tacos parece ser el comportamiento adecuado, según estipula el libro sagrado:"Tampoco vulgaridades, estupideces o frases de doble sentido; todo eso está fuera de lugar. Lo vuestro es alabar a Dios", Efesios 5:4.
Hablando de medir nuestras palabras, sobra decir que maldecir a nuestros padres está más que fuera de cuestión: "El que maldiga a su padre o a su madre, es reo de muerte", Éxodo 21:17.
Resulta ser que tampoco está bien visto que los hombres cuiden un poco su imagen corporal (aunque puede que lo único que esté prohibido sea llevar el pelo cortado a tazón). Sea como fuere, la Biblia dice lo siguiente al respecto: "No os rapéis en redondo la cabellera, ni os recortéis los bordes de la barba", Levítico 19:27.
Lo sentimos, amantes del beicon, pero la Biblia es bastante tajante en lo que a comer cerdo se refiere: "El cerdo, que tiene la pezuña partida, hendida en dos mitades, pero no rumia: consideradlo impuro. No comeréis su carne, ni tocaréis sus cadáveres; los consideraréis impuros", Levítico 11:7-8.
Si no comes cerdo y pensabas que te ibas a librar, también tenemos malas noticias para ti: "Pero los bichos acuáticos, u otros animales que viven en el agua, de cualquier clase que sean, en mar o río, que carecen de aletas y escamas, los consideraréis abominables". Vete cambiando el menú de Navidad de este año.
No es que los caracoles sean la perdición de muchas personas, pero sí que forman parte de la gastronomía de varios países. La Biblia, sin embargo, desaconseja su consumo, ya que "los bichos que pululan por la tierra" se consideran impuros (Levítico 11:28-29).
Llevar tatuajes es algo muy común en la actualidad, pero en los tiempos bíblicos, eran un "no" rotundo: "No os hagáis incisiones en vuestra carne por un difunto; ni os hagáis tatuajes", Levítico 19:28.
Uno de los pasajes más controvertidos de la Biblia es aquel que prohíbe tanto a hombres como mujeres de tener relaciones románticas con personas de su mismo género: "No te acostarás con varón como con mujer: es una abominación", Levítico 18:22.
Levítico 20:13 añade: "Si un varón se acuesta con otro varón como con una mujer, ambos han cometido una abominación: han de morir; caiga su sangre sobre ellos".
1 Timoteo 2:9 deja bastante claro cómo deben ir las mujeres: "De igual modo, [quiero a] las mujeres convenientemente vestidas, arregladas con decencia y modestia; no con peinados de trenzas y oro o perlas, ni con ropa costosa".
Sí, has leído bien. Según la Biblia, no debes llevar pantalones rasgados: "No llevéis la cabeza desgreñada, ni rasguéis vuestras vestiduras; así no moriréis, ni la ira del Señor se encenderá contra toda la comunidad", Levítico 10:6.
A todos nos gusta tomarnos una copa de vez en cuando, y en los tiempos de la Biblia pasaba lo mismo. El problema, según el libro sagrado, es que, si te juntas con gente a la que se le suele ir de las manos, puedes acabar siguiendo sus pasos: "No andes mezclado con bebedores ni con gente que se harta de carne; pues borrachos y comilones empobrecen, los holgazanes se visten de harapos", Proverbios 23:20-21.
La próxima vez que estés pensando en irte de la lengua, será mejor que te lo pienses dos veces: "Al que en secreto difama a su prójimo, lo haré callar; ojos engreídos, corazones arrogantes, no los soportaré". (Salmos 101:5).
Marcos 10:11-12 dice lo siguiente respecto a las separaciones: "Él les dijo: 'Si uno repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio'".
El adulterio está absolutamente prohibido, y eso incluye desear a la mujer de otro. La Biblia lo deja muy claro: "Habéis oído que se dijo: 'No cometerás adulterio'. Pero yo os digo: todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón" (Mateo 5:27-28).
Cruzar animales, plantar dos semillas diferentes en el mismo campo, mezclar dos tipos de tejido... Todo esto está prohibido en la Biblia: "Guardad mis leyes. No cruzarás ganado de diversas especies. No sembrarás tu campo con dos especies diferentes de grano. No usarás ropa de tela de dos clases" (Levítico 19:19).
Deuteronomio 22:9-11 también mención a esto, especialmente en lo relativo a los animales y las telas: "No sembrarás tu viña con una segunda clase de semilla, no sea que quede todo consagrado: la semilla que siembres y el producto de la viña. No ararás con buey y asno juntos. No te vestirás con telas mezcladas de lana y lino".
"No se admitirá a la asamblea del Señor a quien tenga los testículos aplastados o el pene mutilado", Deuteronomio 23:1.
"Si un hombre está riñendo con su hermano y se acerca la mujer de uno de ellos para librar a su marido de la mano del que lo golpea, y mete ella la mano y agarra al otro por sus partes, le cortarás la mano sin compasión", Deuteronomio (25:11-12).
"Recuerda el día del sábado para santificarlo. "No harás trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu ganado, ni el emigrante que reside en tus ciudades" (Éxodo 20:10).
Ajustar cuentas con alguien no es algo que la Biblia defienda. 1 Tesalonicenses 5:15 dice lo siguiente al respecto: "Mirad que nadie devuelva a otro mal por mal; esmeraos siempre en haceros el bien unos a otros y a todos".
"Como en todas las iglesias de los santos, que las mujeres callen en las asambleas, pues no les está permitido hablar; más bien, que se sometan, como dice incluso la ley", (1 Corintios 14:34).
Según la Biblia, si eres hombre no deberías rezar con el pelo cubierto, pero si eres mujer, entonces sí. De lo contrario, casi es mejor que se corte el pelo... Aunque eso en realidad es peor. ¿En qué quedamos?
Encontramos la explicación a esta prohibición en 1 Corintios 11:4-6: "Todo varón que ora o profetiza con algo sobre la cabeza deshonra su cabeza; y toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta deshonra su cabeza: es lo mismo que quien la lleva rapada. Y si una mujer no se cubre, que se rape la cabeza; ahora bien, si para una mujer es vergonzoso pelarse hasta raparse, que se cubra la cabeza".
Fuentes: (ListLand) (Ranker) (11 Points) (Listverse)
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