Una de las competencias interpersonales más importantes es la comunicación. Cuando te comunicas con los demás, tu objetivo final es que te entiendan.
Evita el lenguaje rebuscado e intenta ser lo más específico posible. Si te cuesta ceñirte al tema, céntrate en el sentido de la comunicación.
Otro elemento importante de la comunicación es el contacto visual, que hace que el interlocutor sienta que estás totalmente atento a lo que dice.
Si te cuesta, intenta girar el cuerpo para mirar a tu interlocutor. Haz todo lo posible por ignorar las distracciones.
También es importante controlar su lenguaje corporal. Sentarse e inclinarse ligeramente hacia delante mostrará a la otra persona que estás participando en la conversación.
También puedes intentar imitar la postura de la otra persona. Aunque pueda parecer extraño al principio, transmitirás el mensaje de que ambos estáis en el mismo barco, lo que hará que ambos os sintáis cómodos.
Si no te sientes seguro al hablar, no hay nada mejor que practicar. Tanto si te cuesta hablar en público como en una conversación informal, la práctica hace al maestro.
Si te sientes incómodo con las conversaciones informales, prueba a practicar con un amigo íntimo o un familiar. Si lo que odias es hablar en público, ofrécete voluntario para hacer una presentación en un grupo pequeño.
Recuerda que el habla no es el único medio; también es importante perfeccionar la escritura. Al igual que ocurre con la expresión oral, cuanto más practiques, más fácil te resultará escribir.
Puede que te apetezca practicar la escritura por tu cuenta, pero también hay talleres asequibles que se ofrecen en centros comunitarios, colegios o incluso por Internet.
La escucha activa es una habilidad interpersonal muy importante, pero puede ser difícil de entrenar. Una escucha activa adecuada requiere concentración, paciencia y autodisciplina.
Intenta parafrasear y hacer preguntas para entender lo que se ha dicho y demostrar tu interés. Procura no interrumpir a la otra persona mientras habla.
Prestar atención al lenguaje corporal de tu interlocutor te ayudará a comprender mejor su estado de ánimo y a adaptar tu respuesta.
Por ejemplo, si la otra persona no para de mirar el reloj, puede que esté disfrutando de la conversación, pero también puede que tenga algún compromiso.
Las relaciones interpersonales son importantes en todos los ámbitos de la vida. Enriquecen nuestra experiencia vital y siempre merece la pena invertir en ellas.
Puede resultar difícil forjar relaciones en determinadas situaciones, sobre todo en el lugar de trabajo. Sin embargo, si lo consigues, merece la pena entablar relaciones con compañeros, colegas y superiores.
La mejor manera de fortalecer tus relaciones en el trabajo es ser amable con tus compañeros. Salúdales al llegar al trabajo y tómate unos minutos para hablar en la sala de descanso tomando un café, por ejemplo.
Participa en los eventos laborales siempre que sea posible y evita los cotilleos: chismorrear suele interpretarse como una grosería y solo perjudica las relaciones.
También es esencial gestionar los conflictos de forma saludable. Intenta resolver los conflictos en privado y aborda la discusión de forma asertiva.
Intenta no juzgar y haz preguntas para entender la versión de la otra persona. Así podréis trabajar juntos para encontrar una solución al problema.
Cuando se trata de hacer contactos, merece la pena perfeccionar esta habilidad tanto dentro como fuera de tu empresa actual. Nunca se sabe cuándo puede ser útil conocer a alguien.
Para empezar a construir tu red, pregunta a la gente por su trabajo y comparte un poco sobre lo que tú haces. Intercambia información de contacto y asegúrate de hacer un seguimiento.
A menudo se considera que el liderazgo es una habilidad otorgada por Dios. Sin embargo, la realidad es que las habilidades de liderazgo pueden aprenderse.
Para perfeccionar tus dotes de liderazgo, intenta observar a tu supervisor. Observa las cosas que hace bien e intenta emularlas en tu propio trabajo.
Tomar la iniciativa es una forma estupenda de demostrar responsabilidad y entusiasmo, tanto dentro como fuera del trabajo. Cuando termines tus tareas, ¿por qué no te ofreces a ayudar a los demás?
Ten en cuenta, por supuesto, que la ayuda no siempre es bienvenida. Acércate a la gente con educación y no te ofendas si la persona quiere terminar sus tareas sola.
Y, por último, habilidades para resolver problemas. De nuevo, son esenciales en todos los ámbitos de la vida. Por suerte para nosotros, también pueden entrenarse.
Para perfeccionar tus habilidades de resolución de problemas, intenta enfocarlos de forma racional, pero con la mente abierta. Quizá también te apetezca practicar juegos de resolución de problemas, como el ajedrez.
Fuentes: (WikiHow)
Echa un vistazo a esta galería y descubre cómo mejorar tus habilidades interpersonales.
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ESTILO DE VIDA Comunicación
Aunque es prácticamente imposible llegar a la edad adulta sin haber oído la expresión "habilidades interpersonales", puede resultar difícil saber qué significa exactamente. Las habilidades interpersonales son las que giran en torno a las relaciones personales, el carácter y la actitud. Algunos ejemplos son la comunicación, el liderazgo y la resolución de problemas. Las habilidades interpersonales son importantes en todos los ámbitos de la vida, incluido el laboral, y cultivarlas elevará tu experiencia y te ayudará a sentirte realizado.
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