Durante una castración o esterilización quirúrgica, la cual se realiza con anestesia general, el veterinario extirpa los órganos reproductores del animal.
En el caso de las hembras, el término correcto es "esterilización". El veterinario lleva a cabo una ovariohisterectomía que consiste en extirpar los ovarios, las trompas de Falopio y el útero.
En el caso de los machos, el término empleado es "castración", un proceso en el que el veterinario extirpa los testículos.
La castración y la esterilización conllevan varios beneficios a nivel de salud y comportamiento para los animales.
Desde un punto de vista médico, las ventajas de castrar a un perro incluyen un menor riesgo de desarrollar hiperplasia prostática benigna (aumento de la próstata con la edad) y prostatitis (infección de la próstata). También elimina el riesgo de padecer cáncer testicular.
La castración suprime los impulsos sexuales de los perros, lo que evita que se escapen de casa para aparearse. Este procedimiento también puede reducir ciertos tipos de agresión y la probabilidad de padecer ansiedad por separación.
En el caso de las hembras, la esterilización previene las infecciones uterinas y disminuye el riesgo de tumores mamarios, los cuales ser malignos o cancerosos en el 50% de los perros.
Por lo general, las hembras también se vuelven menos agresivas con los perros y las personas tras la esterilización.
Desde una perspectiva médica, al igual que ocurre con los perros, los gatos castrados también tienen un menor riesgo de desarrollar cáncer testicular y prostático.
También es menos probable que un gato castrado se escape de casa para aparearse, lo que a su vez evita que pueda acabar herido a consecuencia de las peleas y los accidentes de tráfico. Y, por supuesto, dejará de sentir el estrés que conlleva querer marcar su territorio y orinar toda la casa.
En el caso de las hembras, la esterilización debe realizarse antes del primer celo.
Las gatas suelen ser más tranquilas tras la esterilización y también menos propensas a llamar a los machos para aparearse.
Una cachorra esterilizada no entrará en celo y, por lo tanto, no acabará preñada. Lo ideal es esterilizarlas entre los cuatro y los seis meses.
De la misma forma, las gatas pueden esterilizarse con cinco o seis meses.
La edad habitual para castrar a un cachorro es entre los seis y los nueve meses.
En el caso de los gatos, lo ideal es castrarlos entre los seis y los doce meses.
Los animales castrados o esterilizados suelen vivir más que los que no han pasado por este procedimiento.
De hecho, los gatos castrados suelen vivir el doble que los "intactos". Las gatas esterilizadas, por su parte, viven hasta 62% más que las que no se someten al procedimiento.
Lo mismo ocurre con los perros. Los castrados o esterilizados suelen vivir año y medio más que los intactos.
Aparte de vivir más, los gatos y perros castrados/esterilizados viven más sanos y felices.
Esto se debe a que el procedimiento suprime algunos problemas de conducta indeseables que son comunes a los animales intactos.
Al igual que en el caso de los perros, la convivencia con los gatos castrados/esterilizados es más llevadera, ya que se vuelven más tranquilos y cariñosos.
No obstante, hay que tener en cuenta que la castración/esterilización no afecta a la personalidad del animal.
Castrar o esterilizar a un animal no es barato, pero cuanto más sano esté tu amigo peludo, menos tendrás que llevarlo al veterinario. A la larga, ahorrarás dinero.
En lo que al procedimiento se refiere, puede que el animal no reaccione bien a la anestesia o que corra el riesgo de desangrarse, contraer infecciones o morir. Sin embargo, esto rara vez ocurre.
Los animales castrados/esterilizados suelen tener un mayor riesgo de desarrollar obesidad, ya que su metabolismo se vuelve más lento. Para evitar que esto ocurra, lo ideal es racionarle la comida.
Las cachorras esterilizadas, por ejemplo, son más propensas a ganar peso con rapidez tras el procedimiento, posiblemente por los cambios hormonales y metabólicos. No obstante, la mejor forma de controlar el peso de tu mascota es asegurarte de que haga deporte a diario.
Algunas razas de perros grandes (como el gran danés) corren el riesgo de sufrir problemas ortopédicos si se les castra/esteriliza antes de alcanzar la madurez sexual.
Aunque la castración/esterilización puede aumentar el riesgo de sufrir problemas de articulaciones y ciertos tipos de cáncer, la posibilidad de desarrollar problemas de salud varía mucho en función de la raza y el género. Sea cual sea tu decisión, lo ideal es que la tomes después de haber hablado con un veterinario para tener toda la información necesaria.
La castración/esterilización también puede tener muchos beneficios para los animales en general, ya que reduce el número de perros y gatos callejeros.
Al castrar/esterilizar a sus mascotas, los dueños evitan que estas contribuyan a aumentar el número de animales que acaban en refugios.
Estos procedimientos no solo ayudan a nuestras mascotas, sino a todos los animales en general. ¡Todos salen ganando!
Fuentes: (VCA Animal Hospitals) (The Humane Society) (ASPCA)
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Por qué deberías esterilizar a tu mascota
Aquí tienes los motivos
ESTILO DE VIDA Animales
Castrar o esterilizar a una mascota, ya sea un perro o un gato, puede ser un tema sensible para algunos dueños. Se trata de un procedimiento sencillo, si bien no completamente exento de riesgos. No obstante, los pros a nivel de salud y comportamiento sobrepasan a los contras. Además, la esterilización contribuye al control de colonias y, por lo tanto, a la lucha contra el abandono animal. Si quieres saber más al respecto, ¡sigue leyendo!