No sabes cómo, pero todo el mundo te saca de tus casillas. Siempre le encuentras un defecto a la gente, ya sea grande o pequeño.
¿Por qué buscas pelea constantemente? Si sientes que todo el mundo te saca de quicio, puede que estés lidiando con algún problema mental subyacente, como la depresión. Cuando sientas que no soportas a alguien, intenta reflexionar y entender por qué reaccionas así.
Sí, todos nos comparamos de vez en cuando, pero no de forma constante y meticulosa. Si siempre te estás sacando defectos, es normal que acabes sintiéndote inferior a la otra persona.
Intenta ver los logros ajenos como algo positivo para todo el mundo. ¿Prefieres vivir en un mundo de ganadores o de perdedores?
Rara vez te sale pedir perdón de forma genuina. Disculparse es una forma de reconocer los errores, pero si siempre crees tener la razón, entonces no vas a dar el brazo a torcer.
Puede que simplemente no te importe lo que piense la otra persona y que por lo tanto nunca pidas perdón, pero también puede ser que veas las disculpas como una muestra de debilidad. En realidad, es justo al contrario: reconocer los errores requiere mucho valor y deberías estar orgulloso de ti mismo si lo haces, sobre todo si es lo correcto.
O, en otras palabras, eres narcisista. No empatizas con los problemas de los demás y esperas que el mundo se amolde a ti. Si te ves reflejado en esto, puede que sea momento de reflexionar sobre ello.
No te va a quedar más remedio que aceptar que el mundo no gira en torno a ti y que tienes que ponerte a la cola y esperar tu turno como todos los demás.
Sientes que todo el mundo se ríe o se aprovecha de ti. Si alguien hace algo que de alguna forma te afecta negativamente, piensas que ha sido un movimiento calculado y para nada casual.
El mundo no es tan peligroso como crees y no gira en torno a ti. Hay personas tanto buenas como malas; no dejes que estas últimas te nublen el juicio.
Tienes una visión extremista de las cosas que hace que la escala de grises no exista para ti.
Esta mentalidad es muy peligrosa, ya que sueles acabar escogiendo un lado por encima de otro independientemente de si es bueno o malo para ti y los demás. El mundo es mucho más complejo e interesante. Fíjate en los matices y aprende a aceptarlos.
El respeto, al igual que la admiración, es algo que hay que ganarse. No obstante, todo el mundo tiene derecho a ser tratado con respeto, independientemente de quién sea.
Todos esperamos que nos traten con respeto, siempre y cuando nosotros hagamos lo mismo. Sin embargo, si te dedicas a incordiar a los demás y a interferir negativamente en sus vidas, lo más probable es que no reaccionen bien.
De la misma forma, si esperas que los otros te traten con respeto solo por ser alguien notable, entonces va siendo hora que te caigas del burro. Como decíamos al principio, el respeto hay que ganárselo. ¿Qué has hecho tú para merecer el de los demás?
Todos tenemos días en los que nos levantamos con el pie izquierdo, pero si estar de mal humor es tu pan de cada día, es momento de reflexionar. Si te pasas la vida enfadado, amargado y dejando que te coma la envidia, no estás teniendo una actitud nada saludable.
Puede que de verdad tengas problemas o estés lidiando con algún tipo de trauma. Si este es tu caso, busca ayuda profesional para cortar la negatividad de raíz y poder ver la vida con otros ojos. El primer paso, no obstante, es reconocer que algo no anda bien.
¿Te enorgulleces de no caer bien? Si desde el principio te has esforzado por no gustarle a los demás, es normal que no esperen otra cosa de ti.
En el fondo, sin embargo, puede que seas una persona insegura. Además, es probable que sí le caigas bien a algunas personas y que no sepas qué hacer al respecto porque estás acostumbrado a ser el malo de la película. Puede que arrastres algún tipo de trauma y ese papel te resulte cómodo y familiar a pesar de no ser saludable.
Te crees superior a las otras personas. Una cosa es que destaques en algunas áreas y otra que dejes que la arrogancia te haga creer que lo sabes todo. Siempre va a haber alguien que te lleve la delantera en otros aspectos.
Por ejemplo, puede que seas un experto en tu trabajo, pero lo más probable es que no sepas mucho de otros temas. Lo mismo se aplica a las personas. Si un compañero no es tan excepcional como tú, no significa que valga menos. Simplemente puede que sus habilidades sean más útiles en otro campo.
Tienes una mentalidad victimista y te gusta ser el centro de atención. Siempre eres el objeto de todas las tragedias e injusticias, ¡incluso de las que no sufres!
Además de ser alguien negativo, hacerte la víctima es tu forma de no asumir nunca la responsabilidad por tus actos. ¿Realmente el mundo es cruel contigo o solo no estás queriendo asumir que lo te ocurre es culpa tuya?
No eres capaz de alegrarte por los logros de los demás y, encima, te saca de tus casillas. Esta es una clara señal de que eres una persona envidiosa, lo cual no solo es agotador, sino también muy tóxico.
Piensa en qué es lo que despierta esa envidia dentro de ti. ¿Por qué te sientes celoso en lugar de alegrarte por los demás? ¿Es para hacerte sentir mal a ti mismo? ¿Para desanimar a la otra persona? ¿Crees que es justo? ¿Por qué? Estas son algunas de las preguntas que puedes hacerte.
La verdad puede doler, pero hay que aceptarla tal y como es. Si eres el tipo de persona que siempre busca excusas y argumentos para rebatir las cosas, en el fondo sabes que no funciona así.
Puedes empezar por aceptar que la verdad a veces no es agradable. Habrá momentos en los que te sientas mal y que las cosas no salgan como tú querrías, pero así es la vida. La aceptación no siempre es fácil, pero ser consciente de lo que te rodea es el primer paso para llegar a ella.
Nuestros seres queridos a veces nos entienden mejor que nosotros mismos. Si más de dos personas han sacado a relucir tu mala actitud, puede que sea momento de escucharles.
Y, sobre todo, de dejarles hablar. Pídeles ejemplos específicos y pregúntales cómo creen que deberías haber reaccionado. De esta forma, serás más consciente de tus actos y comportamiento.
Fuentes: (A Conscious Rethink) (Live Bold and Bloom)
Ver también: Razones por las que no caes bien (¡algunas son culpa tuya!)
Cómo tu actitud puede influir en tu éxito: señales y soluciones
¿Te ves reflejado en alguna de estas cosas?
ESTILO DE VIDA Comportamiento
Todos tenemos días mejores y peores, pero nuestra actitud juega un papel muy importante en cómo nos perciben las otras personas. A veces puede que no nos comportemos como es debido sin tan siquiera darnos cuenta. En esta galería puedes descubrir cuáles son las señales de que tienes una mala actitud y qué puedes hacer para remediarlo. Cuéntanos en comentarios con cuántas te identificas. ¡Adelante!