Hoy en día nos estamos cuestionando los roles de género más que nunca, por lo que no es ninguna sorpresa que cada vez haya más hombres que prefieren dedicarse a las tareas del hogar. En EE. UU., por ejemplo, el número de amos de casa ha aumentado exponencialmente a pesar de que siempre se ha considerado una labor femenina. ¿Qué ocurre cuando en una relación los roles tradicionales se invierten y es el hombre el que acaba dependiendo económicamente de la mujer? Si quieres averiguar si tienes madera de amo de casa, ¡sigue leyendo!
Tomar la decisión de ser amo de casa puede tener varias ventajas inmediatas para los hombres que trabajan en una oficina, por ejemplo. Para empezar, no tendrán que perder más tiempo en los desplazamientos.
Ni tendrán que dejarse los ojos mirando una pantalla hasta las tantas para poder acabar los informes a tiempo.
Tampoco tendrán que soportar más un trabajo que detestan y la presión que esto conlleva.
Ser amo de casa implica dejar a un lado el estrés propio de un trabajo de oficina o cualquier otro empleo por cuenta ajena.
Un amo de casa es un hombre que gestiona el hogar como ocupación principal mientras su cónyuge o pareja trabaja fuera de casa... Más o menos.
En realidad, un amo de casa no tiene por qué dedicarse exclusivamente a las tareas del hogar. Los avances tecnológicos y las oportunidades laborales remotas ofrecen la posibilidad de compaginar la casa con el teletrabajo.
Tradicionalmente, sin embargo, un amo de casa es un hombre que se ocupa a tiempo completo de los hijos y el hogar.
Por lo tanto, una de las ventajas es pasar más tiempo con los pequeños de la casa.
O, si no tienes hijos, con los mayores.
Un padre que pasa tiempo en casa se vuelve más partícipe de la educación de sus hijos. Estar ahí por y para ellos les ayudará a desarrollar habilidades cognitivas esenciales.
También significa estar ahí para ayudarles con las tares de la escuela. ¡Puede que hasta tú mismo acabes aprendiendo algo nuevo!
Si tu cónyuge o pareja llega cansada del trabajo, puede que te toque a ti ser el cuentacuentos de los niños. Leerles antes de que se vayan a dormir es una forma estupenda de acabar el día con tranquilidad.
Ser amo de casa implica no tener que contratar canguros o limpiadores, por lo que es una forma de ahorrar dinero.
Mantener la casa limpia y ordenada es beneficioso para ambas partes. Cuando tu mujer llegue a casa después de pasar todo el día en la oficina, apreciará no tener que ponerse a fregar los platos o a darle de comer a los niños.
Cuidar del hogar también implica cocinar para toda la familia.
Quién sabe, ¡puede que descubras que eres todo un chef!
Alimentar a una familia de forma nutritiva y económica hará que saques a relucir tus mejores habilidades domésticas y económicas.
Llevar las cuentas del hogar suele ser una responsabilidad compartida, pero cuando se es amo de casa, esta labor suele recaer sobre una sola persona. Se trata de una obligación importante que hará que tengas una idea clara de los gastos y los ahorros.
¡Pero no todo es trabajar! El tiempo es tuyo, así que no te olvides de desconectar de vez en cuando. ¿Por qué no encuentras una nueva afición como la jardinería?
En el caso de algunos hombres, ser amo de casa significa tener la excusa perfecta para llevar a cabo algunos arreglos pendientes. De hecho, cuanto más manitas te vuelvas, más dinero ahorrarás.
Otra forma de desconectar es hacer ejercicio. Salir a correr es una forma estupenda de reequilibrar el cuerpo y la mente. ¡Por no hablar de que es mucho más gratificante que pasar ocho horas al día en una oficina!
Si tienes hijos, organízate en función de su horario escolar. Llevarlos al colegio e ir a buscarlos cuando salgan de clase es otra forma de conectar con ellos.
Uno de los principales riesgos de ser amo de casa es que te vuelvas rencoroso con tu pareja por su éxito laboral.
Sobre todo si tu mujer ocupa un cargo importante y dependes económicamente de ella.
Puede que te vuelvas celoso y envidioso si es una persona popular que disfruta de una vida social activa con sus compañeros.
En ese caso, es probable que te aburras de la rutina doméstica. Si tienes un ego frágil y una autoestima baja, puede que sientas que tu identidad pende de un hilo. Esta situación podría llegar a dañar vuestra relación.
Puede que os tengáis que replantear la estrategia, pero recuerda que cuidar de los hijos y el hogar te enseñará cosas sobre ti mismo, ya que pondrá a prueba tu empatía, paciencia y motivación.
La sociedad no suele mostrarse agradecida por la labor de las amas y amos de casa, así que no esperes recibir mucho reconocimiento por tus sacrificios. Pero recuerda que, en última instancia, los estás haciendo para ofrecerle un buen hogar a tu familia.
Dicho esto, la apreciación que más te mereces vendrá de tu propia familia.
Fuentes: (Time) (Harvard Business Review) (Institute for Family Studies) (Glamour)
Ver también: Cómo criar a un hijo a distancia
Descubre si tienes las habilidades para ser un amo de casa excepcional
Cada vez más hombres se quedan al cargo del hogar
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Hoy en día nos estamos cuestionando los roles de género más que nunca, por lo que no es ninguna sorpresa que cada vez haya más hombres que prefieren dedicarse a las tareas del hogar. En EE. UU., por ejemplo, el número de amos de casa ha aumentado exponencialmente a pesar de que siempre se ha considerado una labor femenina. ¿Qué ocurre cuando en una relación los roles tradicionales se invierten y es el hombre el que acaba dependiendo económicamente de la mujer? Si quieres averiguar si tienes madera de amo de casa, ¡sigue leyendo!