Antes de ponerte manos a la obra, pásate los dedos por la barba para saber en qué dirección te crece el vello. Lo sabrás si te resulta suave al tacto.
Un momento ideal para afeitarse es justo después de darse una ducha, ya que la piel estará caliente, húmeda y libre de sebo y células muertas. De esa forma evitarás que la suciedad obstruya la cuchilla o la maquinilla de afeitar.
Otra opción es lavarte la cara con agua caliente y aplicarte una toalla también caliente durante 30 segundos como mínimo. Esto suaviza la barba y abre los poros.
Por lo general, la crema o la espuma de afeitar no ofrecen el mismo nivel de lubricación protectora que el gel.
Por otro lado, el gel de afeitar es más concentrado que la espuma y posee una consistencia más rica y cremosa. Esto ayuda a crear una barrera húmeda que facilita el deslizamiento de la cuchilla, sobre todo en el caso de las pieles secas y maduras.
Aplicarse gel o crema de afeitar es todo un arte. Si tienes la piel muy seca o sensible, ponte un poco de producto en la cara con los dedos o una brocha y espárcelo formando círculos.
Usar una brocha de afeitar ayuda a levantar los pelos y a distribuir la crema de forma más homogénea.
Una vez aplicada, deja que la crema haga efecto durante un par de minutos. De esta forma le darás tiempo a penetrar en los pelos y a suavizarlos, algo esencial si se tiene un vello facial grueso.
Como mencionábamos al principio, es mejor afeitarse en la dirección de crecimiento del vello, ya que así se previene la formación de bultitos y erupciones.
Dicho esto, puedes romper las reglas. Si quieres que la piel te quede bien limpia y suave, lo ideal es que te afeites dos veces. La primera en la dirección de crecimiento del vello y la segunda a contrapelo.
Asegúrate de limpiar la cuchilla en agua cada vez que te la pases. De esta forma el proceso será más higiénico y evitarás que la hoja se estropee. Cambia la hoja o la cuchilla (en caso de que sea desechable) al cabo de unos seis afeitados.
No hay un orden definido para afeitarse, pero si eliges empezar por la zona del bigote, coloca la cuchilla debajo de la nariz y deslízala en dirección al labio superior (en cual deberás meter hacia dentro para estirar la piel). Usa una cuchilla con un filo especial para recortar que te permita llegar mejor a las zonas estrechas.
Ve despacio cuando te afeites las mejillas, sobre todo si tienes la piel delicada. Haz movimientos largos y aplica siempre la misma presión.
En el caso del cuello y la mandíbula, pasa la cuchilla siguiendo la dirección del vello, pero ten en cuenta que esta puede ser diferente en ambas zonas. Si este es tu caso, gira la cuchilla y pásala haciendo movimientos ascendentes cuando haga falta.
Tras el afeitado, lávate siempre la cara con agua fría para reducir la inflamación. Ponte crema hidratante para ayudar a cerrar los poros y retener la humedad. También conviene usar protección solar para evitar los efectos negativos de los rayos UV.
Acostúmbrate a secar la cuchilla cuando acabes de utilizarla. De esta forma evitarás que se acumulen bacterias. Guárdala siempre en un sitio seco lejos de la ducha o el lavabo.
Si te has dejado barba, la mejor forma de estilizarla es recortarla por el cuello y las mejillas. Déjate el vello de la barbilla más largo para crear un efecto difuminado. Para lograr el mejor resultado posible apuesta por una recortadora y una cortapelos de calidad.
Cuando compres una cuchilla ten en cuenta dos cosas: el rendimiento y la durabilidad. La precisión del afeitado es importante, pero no pases por alto la comodidad y la ergonomía. Fíjate también en si la cuchilla es fácil de limpiar y sustituir.
Una cuchilla clásica requiere de una cierta destreza para poder usarla de manera segura y efectiva. Asimismo, se necesita más tiempo para poder lograr el resultado deseado.
La concentración lo es todo cuando se usa una cuchilla clásica. Tienes que sujetarla en un ángulo de 30 grados para que la hoja pueda cortar bien el vello. Ajústala ligeramente para seguir el contorno del rostro.
Si llevas muchos años afeitándote en mojado y decides pasarte a la maquinilla, necesitarás darle un tiempo de adaptación a tu piel, ya que este método no requiere crema, gel o agua.
Como decíamos antes, las recortadoras son muy útiles para cuidar de la barba. Úsala hacia arriba o hacia abajo, en la dirección del vello o a contrapelo: tú eliges. De esta forma disfrutarás de una barba arreglada.
Otra opción es tener unas tijeras afiladas a mano para estilizar la barba o prepararla antes de un afeitado total. ¡No les des ningún otro uso!
Si tienes barba, plantéate ir a un barbero de confianza para disfrutar de un afeitado profesional con una cuchilla clásica.
De hecho, la barbería es el único lugar donde disfrutarás de todos los beneficios del ritual previo al afeitado que hemos descrito aquí. ¡Y también puedes aprovechar la visita para cortarte el pelo!
Afeitarse, sea de la forma que sea, puede irritar la piel, pero el afeitado en mojado suele ser el principal culpable. Los bultitos, las erupciones y los cortes son algo habitual, ¿pero qué se puede hacer para detener el sangrado?
Si te cortas al afeitarte, el lápiz hemostático es tu mejor amigo. Este práctico accesorio suele estar hecho de alumbre. Aplícalo sobre la herida y dejará de sangrar al instante.
Una buena loción posafeitado está pensada para reducir la irritación, las erupciones y los bultitos. Suele llevar alcohol o avellano de bruja para ayudar a calmar y nutrir la piel, así como a cerrar los poros. La mayoría suelen estar perfumadas para dejar un olor agradable.
¿Sabes que existen varias alternativas naturales y orgánicas a la loción posafeitado? Suelen venderse en forma de aceite o bálsamo e incluyen aceite de coco, el cual también actúa como una crema de afeitado suave y no irritante.
El bálsamo de aloe vera también es un complemento estupendo para cualquier tratamiento posafeitado. Penetra en la epidermis y ayuda a aliviar la irritación y la sequedad, a la vez que repara la piel y la suaviza.
Fuentes: (Gillette) (Men's Health) (Cosmetify) (Coco Earth)
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Cómo lograr un afeitado perfecto: consejos esenciales
¡Disfruta de una piel suave como nunca antes!
ESTILO DE VIDA Cuidado personal
Afeitarse es un mal necesario para la mayoría de hombres. Por desgracia, pasar una cuchilla por una de las partes más sensibles del cuerpo puede inflamar los folículos pilosos y provocar picor, pelos encarnados y erupciones. ¡Por no hablar de los cortes! Sin duda, conseguir el afeitado perfecto es todo un arte. Si quieres saber cómo lograrlo, ¡atento a estos consejos!