Al contrario que muchos otros exploradores, el geógrafo británico Percey Fawcett buscó algo que nunca se ha llegado a encontrar: una ciudad antigua en el centro del Amazonas.
En la década de los 20 organizó varias expediciones con el objetivo de encontrar esta ciudad perdida a la que se refería como Z. Durante la última desapareció junto a su hijo Jack y un amigo de este, Raleigh Rimell.
En 1845, el explorador John Franklin dejó Gran Bretaña con una tripulación de más de 100 personas con el objetivo de encontrar el Paso del Noroeste. Sus dos barcos, el HMS Terror y el HMS Erebus, desaparecieron en el Ártico canadiense.
El 13 de febrero de 1984, el aventurero japonés de 43 años Naomi Uemura desapareció mientras escalaba el monte Denali.
Aventurero desde pequeño, Uemura era de todo menos amateur. Se convirtió en la primera persona en llegar al Polo Norte y en recorrer el río Amazonas solo.
Eudoxo de Cícico fue un explorador griego que quiso circunnavegar África desde Europa en el siglo II a.C. Aunque no fue el primero en probar suerte, puede que sí fuese el primero en perderse en el intento.
Eudoxo ya había completado dos viajes a la India a través del mar Rojo. Sin embargo, cuando quiso regresar del segundo, probablemente se perdió en algún lugar de la costa este africana.
La pionera de la aviación Amelia Earhart y su piloto, Fred Noonan, se desvanecieron el 2 de julio de 1937. Era el segundo intento de Earhart de convertirse en la primera piloto en circunnavegar la Tierra alrededor de la línea del ecuador.
Ni los cuerpos ni el avión se recuperaron. Earhart fue declarada muerta el 5 de enero de 1939.
Lapérouse fue un explorador y oficial naval francés. Con una carrera exitosa a sus espaldas desde los 15 años, en 1785 el rey Luis XVI le encargó dirigir una expedición científica por el mundo.
Lapérouse llegó a Australia en 1788, pero su flota desapareció al partir de la bahía de Botany. No fue hasta 1826 que un capitán irlandés, Peter Dillon, encontró pruebas de lo que le había ocurrido. Cerca de las islas Vanikoro encontró anclas y restos de un naufragio que más tarde se identificaron como los dos barcos de Lapérouse. El cuerpo, sin embargo, se perdió para siempre.
El explorador noruego Roald Amundsen fue el primero en lograr atravesar el Paso del Noroeste en barco en 1905. En 1911, dirigió a un grupo que se convirtió en el primero en llegar al Polo Sur.
En 1500, Gaspar Corte-Real se convirtió en uno de los exploradores de mayor renombre de Portugal cuando dirigió una expedición a Groenlandia creyendo que estaba yendo hacia Asia Oriental. Al año siguiente volvió con su hermano Miguel. Tras llegar a Groenlandia y posiblemente a Terranova, dos de las tres naves de la flota regresaron a Portugal, incluida una capitaneada por Miguel. El navío de Gaspar, sin embargo, nunca volvió.
Cuando Miguel se enteró de que su hermano había desaparecido, volvió para buscarlo pero no tuvo suerte. De regreso a casa, todas las naves llegaron a Portugal menos la de Miguel.
En 1291, otros dos hermanos también desaparecieron durante sus viajes. Mientras buscaban un paso hacia Asia, los genoveses Vandino y Ugolino Vivaldi nunca volvieron a ser vistos con vida después de adentrarse en el Mediterráneo a través del estrecho de Gilbraltar.
Aunque su expedición fue técnicamente un fracaso, no fue en vano. Los errores de los hermanos Vivaldi ayudaron a que muchos otros viajes tuviesen éxito.
El marinero británico George Bass descubrió el estrecho que separa Australia continental de la isla de Tasmania, de ahí que reciba su nombre. Sin embargo, se lo recuerda principalmente por haber desaparecido durante una expedición a Sudamérica.
Aún no se sabe qué fue lo que le pasó. Partió del Australia a bordo del Venus en 1803 pero nunca más se lo volvió a ver.
Juan Caboto fue un navegante italiano que se convirtió en el primer europeo en llegar a la costa de Norteamérica después de los vikingos. Siguiendo las órdenes de Enrique VII de Inglaterra, en 1497 descubrió lo que hoy en día es Terranova.
Henry Hudson fue un navegante y explorador inglés que dio nombre a la bahía de Hudson, el río Hudson y el estrecho de Hudson, entre otros sitios.
Más conocido por explorar lo que hoy en día es Canadá y algunas zonas del noreste de EE. UU., Hudson desapareció en 1610 intentando encontrar el Paso del Noroeste para dirigirse a Asia.
El científico y explorador alemán Ludwig Leichhardt dirigió varias expediciones en Australia. En una ocasión se lo declaró muerto y volvió a aparecer 18 meses después sano y salvo.
En 1848, Leichhardt emprendió su última expedición con la intención de cruzar el desierto australiano de este a oeste. Sin embargo, esta vez desapareció de verdad.
Peng Jiamu fue un biólogo chino que desapareció durante una incursión en el desierto en 1980. Había participado en numerosas expediciones científicas en el desierto de Lop Nor desde los años 50.
En 1980, Pend dirigió a un grupo de biólogos, geólogos y arqueólogos hacia Lop Nor, considerado uno de los sitios más secos del planeta. Sin embargo, desapareció al cabo de varios días tras abandonar el campamento en busca de agua.
Fuentes: (Mental Floss) (History)
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Durante más de 150 años se creyó que tanto él como su tripulación habían desaparecido sin dejar rastro. Sin embargo, en 2014 varios arqueólogos descubrieron los restos del Erebus en el estrecho de Victoria. Los del Terror aparecieron dos años después en la isla del Rey Guillermo.
Amundsen desapareció el 18 de junio de 1928 mientras participaba en una misión de rescate por aire del avión Italia en el Ártico. Tiempo después se encontraron restos de la nave en la que volaba, lo que indicó que se había estrellado en el mar de Barents. El cuerpo nunca se halló.
Tras regresar a Inglaterra para informar de sus avances, Caboto partió en una última expedición en 1498 pero nunca más se le volvió a ver.
Exploradores que desaparecieron sin dejar rastro
¡Nunca se les ha vuelto a ver!
ESTILO DE VIDA Viajes
Hubo una época en la que casi todo el mundo era territorio desconocido y no había mayor honor que ser explorador. Un puñado de aventureros valientes y curiosos se adentraron en los rincones más oscuros y profundos de nuestro planeta con la esperanza de arrojar un poco de luz sobre ellos. Sin embargo, al ser una profesión tan peligrosa, muchos no regresaron para contar lo que habían visto. En esta galería hacemos un repaso de los exploradores que desaparecieron sin dejar rastro. ¡Adelante!