¿Temperaturas más cálidas, flores frescas y sol? A todos nos encanta. Pero para quienes padecen alergias estacionales, el clima más cálido y lo que viene con él no es todo diversión y alegría. Piensa en los picores, estornudos y ojos llorosos. ¡Qué horror! Y aunque algunos desencadenantes son bastante obvios, como un pícnic en el parque, hay otras cosas cotidianas que pueden hacer que tus alergias sean aún más insoportables.¿Te pica la curiosidad? Echa un vistazo a esta galería para saber más sobre los desencadenantes de esos molestos síntomas.
El polen puede adherirse fácilmente a tu ropa cuando estás en la calle. Luego te llevas todos esos agentes irritantes a casa y los esparces por ahí.
Para detener la proliferación de posibles alérgenos, cámbiate de ropa en cuanto llegues a casa y lávala con agua caliente.
Ciertos alimentos crudos, como las manzanas, los tomates y el apio, tienen una proteína en la superficie que nuestro organismo puede confundir con el polen. Se llama síndrome de alergia oral y puede provocar picor de garganta y boca.
Pelar y cocinar estos alimentos puede ayudar, pero algunas personas tendrán que evitarlos por completo.
Las investigaciones demuestran que el estrés es malo para los alérgicos. Un estudio de 2021 publicado en el International Journal of Molecular Sciences sugiere que las hormonas relacionadas con el estrés estimulan la producción de mastocitos, las células asociadas a la inflamación alérgica de la nariz.
Cuando no te sientes bien y estás ansioso, es cuando tus síntomas tienden a empeorar. La buena noticia es que relajarse puede ayudar a combatir este desencadenante.
Los productos que contienen fragancias añadidas pueden irritar el interior de los párpados y las fosas nasales.
Esto incluye perfumes, velas perfumadas e incienso. Intenta estar al natural hasta que acabe la temporada de alergias.
Olvídate de las lentes de contacto y opta por las lentes durante la temporada de alergias. Las lentillas pueden retener accidentalmente el polen en los ojos, lo cual provoca irritación.
Si no quieres renunciar a tus lentillas, opta por las duras en lugar de las blandas, o prueba las desechables.
El alcohol, y el vino tinto en particular, pueden empeorar las alergias. Aunque todas las bebidas alcohólicas actúan como vasodilatadores, es decir, ensanchan los vasos sanguíneos, lo cual puede provocar goteo nasal, el vino tinto es especialmente problemático por su alto contenido en sulfitos.
Los sulfitos son compuestos que provocan reacciones alérgicas y se encuentran de forma natural tanto en la cerveza como en el vino.
Con docenas de fármacos entre los que elegir, el pasillo de los medicamentos para la alergia de la farmacia puede resultar abrumador. Y además, la mayoría pertenecen a una de estas tres categorías: antihistamínicos, descongestivos y corticoesteroides.
Un antihistamínico suele aliviar los estornudos, el picor y el goteo nasal, mientras que los descongestionantes combaten la congestión de las fosas nasales inflamadas. Los corticosteroides alivian la inflamación y el picor. No obstante, acude a un alergólogo si persisten los síntomas.
Al igual que las velas y los perfumes, nadar o simplemente sentarse junto a una piscina con cloro puede ser igual de perjudicial para las alergias. El cloro es un gas irritante y hace lo mismo que los vapores.
También hay que tener cuidado con los productos de limpieza que contienen lejía. Aunque la concentración es menor que en una piscina, puede resultar irritante para algunas personas.
El polen no solo se pega a la ropa. También se pega a la piel y al pelo. Así que tenlo en cuenta la próxima vez que pienses en escatimar en duchas.
Si te despiertas congestionado a diario, ducharte antes de acostarte puede ayudarte a eliminar los alérgenos de tu cuerpo.
Aunque no seas alérgico a tu amigo peludo, tus mascotas pueden provocar un brote de alergia al llevarse el polen a casa en sus patas y/o pelaje.
Por lo tanto, es posible que quieras limpiarlos un poco cuando vuelvan a entrar.
El tiempo cálido y húmedo aumenta la contaminación atmosférica por ozono durante los meses más cálidos. Esto puede provocar tos y dolor torácico a cualquiera que esté expuesto a él, especialmente si eres asmático o alérgico.
El polvo en el aire también puede causar problemas. Sobre todo si el aire propulsado, como el procedente de un ventilador, levanta polvo.
Los alérgenos de interior, como los ácaros del polvo, prosperan en los confines de la ropa de cama y los colchones. Por eso, al hacer la cama, los estás arropando literalmente en su hogar de ensueño.
Si puedes, airea las sábanas y deja que la luz natural las seque. Así será más difícil que sobrevivan estos microorganismos y alérgenos.
Esta actividad otoñal puede ser un desencadenante si eres sensible al moho. Al moho le encantan las zonas húmedas, así que si rastrillas las hojas, moverás mucho moho.
El moho también puede ser el culpable de tus síntomas de alergia mientras cortas el césped. Solemos pensar que tenemos alergia a la hierba, pero si es durante el otoño, es más probable que se trate de una alergia al moho.
Es probable que tu alergia empeore en los días secos, soleados y ventosos, cuando los árboles liberan polen en el aire y lo propagan.
Además, los días de llovizna y nublados también pueden desencadenar los síntomas. La lluvia ligera agita el polen en el aire, haciendo que se rompa y que sus diminutas partículas se dispersen.
Fuentes: (PureWow) (Health.com)
No te pierdas: Sinusitis, resfriado o alergias: ¿Cuál es la diferencia?
Factores comunes que pueden empeorar tu alergia
¡No dejes que te arruinen el día!
ESTILO DE VIDA Alergia
¿Temperaturas más cálidas, flores frescas y sol? A todos nos encanta. Pero para quienes padecen alergias estacionales, el clima más cálido y lo que viene con él no es todo diversión y alegría. Piensa en los picores, estornudos y ojos llorosos. ¡Qué horror! Y aunque algunos desencadenantes son bastante obvios, como un pícnic en el parque, hay otras cosas cotidianas que pueden hacer que tus alergias sean aún más insoportables.¿Te pica la curiosidad? Echa un vistazo a esta galería para saber más sobre los desencadenantes de esos molestos síntomas.