Los datos de New Pew demuestra que chicos y chicas viven la adolescencia de forma diferente en los EE.UU.
Alguien que le hace luz de gas a otra persona tiende a cambiar la versión de la historia a su antojo. Después le hace creer que está equivocada o que le falla la memoria.
Esta es una forma manipuladora de hacer que la otra persona se sienta mal por enfadarse por una serie de actos o palabras. De esa forma empieza a dudar de sí misma y a cuestionarse su propia interpretación de los hechos.
Una afirmación narcisista que hace que la otra persona dude de sí misma y que acabe teniendo ansiedad y falta de autoestima.
Las personas que hacen luz de gas suelen trivializar las preocupaciones o las sugerencias de las otras personas para menospreciarlas.
Una de las tácticas de quienes hacen luz de gas es aislar a su objetivo y hacer que no se sienta querido (algo que esta frase logra perfectamente).
También se les da bien tergiversar la verdad para culpar a la otra persona y hacer que esta se sienta confundida y dude de sí misma. Se trata de un comportamiento muy tóxico.
Si le plantas cara a alguien que te ha hecho luz de gas, lo negará todo y dirá que eso no es lo que quería decir. Esto hace que la otra persona dude de su interpretación de la realidad.
Esta frase es una forma pasiva de desarmar a la otra persona. Incluso hace que esta se cuestione su capacidad para discernir la realidad de la ficción.
Otra forma de menospreciar los sentimientos de la víctima es hacerle creer que está exagerando.
El objetivo de esta frase es menospreciar lo que estés diciendo. También te hace creer que estás exagerando y que lo que has vivido no es cierto.
Esta frase sirve para acusarte de mentir. Cualquier cosa que digas puede ser utilizada en tu contra hasta el punto de hacerte sentir vergüenza.
Cuando intentas expresarte con alguien que te está haciendo luz de gas, menospreciará tus sentimientos y hará que te sientas como si no tuvieses ningún valor.
En lugar de reconocer lo ocurrido, alguien que haga luz de gas intentará convencerte de que te estás dejando llevar por la paranoia.
Esta es una forma de hacerte creer que no aceptarás nada de lo que la otra persona te diga, o sea que al final el problema seguirá siendo tuyo.
De la misma forma que te puede acusar de estar dándole demasiadas vueltas a todo, puede cuestionar tus reacciones.
Esta es una forma más brusca de decirte que estás siendo paranoico. Te devuelve la acusación, lo que puede hacer que acabes sintiendo vergüenza e incluso disculpándote.
La palabra "siempre" suele utilizarse para exagerar las cosas.
La persona que está haciendo luz de gas quiere hacerte creer que estás equivocado, ya que todo el mundo está de su lado.
Una frase como esta puede hacerte creer que eres una persona insensible.
El objetivo de esta frase es cortar la conversación y no darte el tiempo que necesitas para expresarte.
Esta frase te hace dudar de ti mismo, ya que la otra persona se cree superior y piensa que no se equivoca.
Como a quienes hacen luz de gas les gusta tergiversar el pasado, tienden a sentirse amenazados cuando la otra persona saca a relucir algo que pasó hace tiempo (y que era verdad).
¡Como si tú esperases que la otra persona lo fuese! Esta es una forma de volver a poner el foco sobre ti.
Esta frase es un intento de cortar la conversación, sobre todo cuando la persona que hace luz de gas se siente amenazada.
Esta frase acaba con la conversación y hace que te sientas culpable por no poder pasar página. También da por sentado que tú también necesitas perdón.
Con esta frase la persona busca devolverte la pelota y hacerse la víctima.
Esta técnica sirve para hacer que dudes de tus propios recuerdos y lograr que creas la versión de la otra persona.
Irónicamente, quienes hacen luz de gas acusan a los demás de tener ese comportamiento cuando ellos mismos siempre necesitan tener la razón.
Esta es una forma de invalidar tus pensamientos y sentimientos. Básicamente, te hace creer que lo que estás sintiendo no es normal.
Fuentes: (Parade) (Good Housekeeping)
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La luz de gas o gaslighting es un proceso que no resulta obvio de primeras. Se prolonga en el tiempo y consiste en decirle a una pareja, un amigo, un trabajador, etc. una versión falsa de la realidad donde una parte manipula las conversaciones para menospreciar los sentimientos de la otra. Se trata de una técnica muy tóxica y perjudicial, ya que hace que la persona acabe creyendo que se está imaginando las cosas o que está exagerando. Si crees que puedes estar siendo una víctima de luz de gas, a continuación te ofrecemos una lista con varias frases que puede que ya hayas escuchado. ¡Atento!
¿Sufres luz de gas?
Reconocer este comportamiento a tiempo puede ahorrarte muchos traumas emocionales
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