Explorando las pagas y los beneficios del clero
Todos nos merecemos un buen descanso del trabajo de vez en cuando. Tener tiempo para desconectar y cuidar de nuestra salud física y mental es absolutamente esencial. Sin embargo, no siempre es fácil poner límites que nos permitan desligarnos por completo del trabajo y, por otro lado, pasarnos las vacaciones preocupados por lo que nos pueda esperar a la vuelta resulta cuanto menos contraproducente... Si eres de esas personas que siempre siente el impulso de responder a los correos aun estando en una playa paradisíaca, ¡esto te interesa!
Tanto si planeaste el viaje hace meses como si fue una decisión de última hora, lo importante es que tengas claras tus prioridades y que lo dejes todo lo más resuelto posible antes de irte de vacaciones.
Una vez sepas lo que tienes que hacer antes de irte, apúntalo todo en un calendario para que puedas centrarte en las tareas.
Si las vacaciones están a la vuelta de la esquina, puede que tengas que trabajar una o dos horas más de lo habitual para dejarlo todo listo. Eso sí, no te machaques.
Acuérdate de hacer pausas para descansar y recargar pilas aunque todavía estés trabajando.
Con un poco de suerte, conseguirás reducir la carga de trabajo antes de irte de vacaciones. Una buena forma de conseguirlo es mantener tu agenda lo más ligera posible hasta que vuelvas.
Esto significa no aceptar nuevos encargos hasta que vuelvas. Además, limitar el número de reuniones también te ayudará a dedicarle más tiempo a las tareas que ya tienes entre manos.
Programa una respuesta automática para que todos tus colegas sepan que estás de vacaciones y que no vas a responder a sus correos hasta que vuelvas.
Puedes personalizar el correo incluyendo la fecha en la que volverás y las direcciones de uno o dos colegas que pueden responder por ti.
Una vez estés de vacaciones, puede que te parezca imposible desconectar del trabajo porque no paras de recibir notificaciones.
Por suerte, puedes desactivarlas temporalmente para evitar que te sigan amargando el tiempo libre.
También puedes eliminar temporalmente cualquier aplicación relacionada con el trabajo para no sentir la tentación de entrar y ponerte a responder mensajes.
Si necesitas un empujoncito más para desconectar, puedes sustituir las aplicaciones laborales por otras que te recuerden que estás de vacaciones, como Kindle, Headspace o cualquier otra.
Si tienes un celular o un computador específicos para trabajar, no te los lleves contigo si puedes evitarlo.
Sin embargo, la mayoría no podemos prescindir de los dispositivos electrónicos así como así, sobre todo si solo tenemos un celular. No obstante, te recomendamos que lo dejes en el cuarto del hotel durante las horas que pases en la playa o en la piscina, por ejemplo.
Si miras el celular ocasionalmente tampoco se acaba el mundo. No obstante, si borrar aplicaciones o guardar los dispositivos no te funciona, prueba a ponerte en modo "no molestar".
Después, dedica un momento específico del día a leer los mensajes (a poder ser durante 30 minutos como máximo).
El principal objetivo de las vacaciones es relajarse y desconectar, o sea que tampoco se trata de que tengas la agenda llena de planes. No obstante, tener demasiado tiempo libre puede que te haga pensar en el trabajo.
Por lo tanto, asegúrate de tener un cierto itinerario para mantener la mente relativamente ocupada.
Cuando te entre la preocupación, recuerda que tus colegas saben lo que están haciendo y que son igual de competentes que tú.
¡El mundo no se acaba por que te tomes unos días libres! Sabrán apañárselas sin ti.
Todo el mundo tiene derecho a desconectar y recargar pilas. Irte de vacaciones no te convierte en una persona vaga.
Tener tiempo libre es esencial, bueno para la salud e importante para mejorar tu rendimiento laboral.
Sabemos que es tentador, pero no le escribas a tu mejor amigo de la oficina preguntándole por los últimos chismes.
Si solo piensas en el trabajo, no estarás relajándote ni disfrutando del tiempo libre. ¡El chismorreo puede esperar!
No somos máquinas, por lo que no pasa nada por dejar de pensar en el trabajo durante unos pocos días o semanas.
Usa tu tiempo libre como consideres oportuno, ya sea para viajar o relajarte. La clave está en que vuelvas al trabajo con energía renovada.
Seamos honestos: siempre puedes volver a descargarte las aplicaciones o restablecer los ajustes necesarios para recibir nuevamente notificaciones.
Sin embargo, es importante que reflexiones sobre por qué te vas de vacaciones. Sea cual sea la razón, has decidido darte un respiro y eso es exactamente lo que deberías hacer.
Fuentes: (Self) (Inc.)
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Créenos: ¡ese correo puede esperar!
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Todos nos merecemos un buen descanso del trabajo de vez en cuando. Tener tiempo para desconectar y cuidar de nuestra salud física y mental es absolutamente esencial. Sin embargo, no siempre es fácil poner límites que nos permitan desligarnos por completo del trabajo y, por otro lado, pasarnos las vacaciones preocupados por lo que nos pueda esperar a la vuelta resulta cuanto menos contraproducente... Si eres de esas personas que siempre siente el impulso de responder a los correos aun estando en una playa paradisíaca, ¡esto te interesa!