La autovalidación se define como "la acción de aceptar los sentimientos y experiencias de uno mismo". Es decir, se trata de entender tus propios sentimientos y de considerarlos válidos.
Se trata de reconocer que tus sentimientos son normales y de no juzgarte a ti mismo por tenerlos, aunque no necesariamente sean justificables.
La autovalidación también implica reconocer tus talentos y puntos fuertes, priorizar tus necesidades y decirte cosas agradables.
Si quieres ponerla en práctica, una gran forma de empezar es meditando. Si lo haces correctamente, puede ayudarte a entender lo que estás sintiendo en ese preciso instante.
Dedica tiempo a desconectar y a contemplar tus pensamientos y sentimientos según vayan surgiendo. Haz un esfuerzo consciente por hacerles frente aunque sean desagradables y no los escondas.
Ten en cuenta que experimentar emociones negativas como la tristeza, el miedo y el enfado nunca es fácil, pero reconocerlos es el primer paso para validarlos.
Puede que también te resulte útil recordar que ignorar las emociones negativas u ocultarlas solo hará que vayan a peor. Hacerles frente las despoja de su poder.
Otro paso importante es aprender a reflexionar sobre tus propias experiencias. La reflexión consiste en reconocer las emociones que sientes, intentando averiguar qué las ha motivado y por qué has reaccionado de una forma u otra ante ellas.
Por ejemplo, si el otro día estabas triste, piensa en el porqué. Podrías decirte algo como "El otro día estaba triste y todo empezó porque discutí con mi pareja".
Si no estás seguro de por qué te sientes de una forma u otra en una situación concreta, puedes intentar suponer por qué. Al fin y al cabo, lo importante es que llegues al fondo del asunto de la mejor manera que puedas.
Por ejemplo, podrías decir algo como "Se me revuelve el estómago cada vez que pienso en ir al trabajo, así que debo de tener mucha presión encima".
Ten en cuenta que puede ser difícil practicar la autovalidación si no crees en ti mismo. Para contrarrestarlo, acuérdate de todas las veces que has tenido éxito para recordar tus verdaderas destrezas.
Por ejemplo: "Soy bueno con las entrevistas de trabajo y he salido bien parado de las que he tenido en el pasado. Es normal que me sienta ansioso, pero ya he hecho esto antes y puedo volver a hacerlo".
También es importante que aprendas a normalizar tus sentimientos, tanto los positivos como los negativos. Cuando sentimos algo con mucha intensidad es fácil asumir que nuestra reacción no es normal.
Sin embargo, la realidad es que las emociones fuertes forman parte de la naturaleza humana. Recuérdate a ti mismo que no pasa nada por experimentar ciertas cosas y que es probable que las otras personas se sientan igual que tú en la misma situación.
Si quieres que la autovalidación surta efecto, tienes que ser radicalmente honesto contigo mismo. Es importante que reconozcas tanto tus puntos fuertes como débiles y que aceptes las emociones de las que no te enorgulleces.
Por ejemplo: "Sí, me siento celoso del ascenso de mi amigo. Los celos son algo normal en esta situación y ahora que lo he reconocido voy a centrarme en felicitarle".
Otra parte importante de la autovalidación es aprender a aceptar tus sentimientos sin dejar que estos te definan. Recuerda que las emociones no dictan quién eres y que son pasajeras.
Una buena forma de practicarlo es decir "Me siento..." en vez de "Soy..." cuando hables de tus emociones. Por ejemplo, "Hoy me siento torpe" en vez de "Soy torpe".
En algunos casos, la autovalidación puede reducirse a cuidar como es debido de uno mismo. Haz un esfuerzo por practicar el autocuidado con regularidad y por hacer aquello que te haga sentir sano y feliz.
El autocuidado puede ser desde comer bien hasta hacer ejercicio con frecuencia, pasando por dedicar un día entero a hacer algo que te guste.
Si te cuesta practicar la autovalidación, te recomendamos que te hables a ti mismo como harías con un amigo.
Sé lo más amable posible contigo y dite a ti mismo las palabras reconfortantes que le dedicarías a un ser querido sin pensártelo.
En algunos casos, la autovalidación consiste en sustituir los pensamientos negativos por afirmaciones positivas. Plantéate qué validación necesitas e incorpórala en tu vida diaria.
Si necesitas inspiración, empieza diciéndote cosas como "Mis sentimientos son válidos", "Merezco amor y respeto" y "Confío en mi instinto".
Por último pero no por ello menos importante, ten en cuenta que la autovalidación te ayudará a entenderte mejor a ti mismo y a fortalecer tu sentido de identidad.
Cuanto más reconozcas y aceptes tus sentimientos, más cerca estarás de la versión más auténtica de ti mismo y menos dependerás de la validación ajena.
Fuentes: (WikiHow)
No te pierdas: El método del susurro: qué es y cómo practicarlo
Al contrario de lo que algunos piensan, la autovalidación no es lo mismo que creer que todos tus pensamientos y sentimientos están justificados.
Autovalidación: ¿qué es y cómo practicarla?
Aprende a incorporar estas técnicas en tu día a día
ESTILO DE VIDA Desarrollo personal
Somos humanos, lo que significa que experimentamos un amplio abanico de emociones y que necesitamos que nuestros pensamientos y sentimientos se consideren válidos sin que nos juzguen. Sin embargo, aunque a muchos se nos da bien validar lo que los demás sienten, no nos resulta tan fácil hacer lo mismo con nuestras propias emociones. Sin embargo, merece la pena intentarlo. Al fin y al cabo, cuanto mejores seamos a la hora de validar nuestros pensamientos y sentimientos, menos dependeremos de los demás y más fuerte se volverá nuestro sentido de identidad. Si quieres saber más sobre la autovalidación y aprender a practicarla, ¡haz clic para seguir leyendo!