Un vínculo anímico es una "conexión fuerte e inusual entre dos personas" que las une física, mental y espiritualmente.
Por muy raros que sean, es posible tener más de un vínculo anímico a lo largo de la vida. También se puede experimentar uno no correspondido si la otra persona no siente lo mismo.
Los vínculos anímicos a veces se dividen en tipos o categorías. Uno de ellos es el de protección.
El vínculo anímico de protección ocurre cuando una persona atraviesa una situación vulnerable y otra la rescata. Este es particularmente fuerte y tarda en recuperarse si se rompe.
Otro ejemplo es el de unión. Este normalmente empieza como un sentimiento muy intenso, ya sea lujuria, dolor o incluso odio.
Este tipo de vínculo anímico tiende a darse entre quienes se están conociendo y las personas pueden romperlo hablando en detalle de la conexión que hay entre ellas.
Los vínculos anímicos no son lo mismo que las almas gemelas en el sentido de que no se basan en la mutualidad. Las almas gemelas tienen que querer que la relación funcione, mientras que los vínculos anímicos no necesariamente dependen de ese deseo.
De hecho, las almas gemelas suelen disfrutar de relaciones largas y fructíferas, mientras que los vínculos anímicos tienen más probabilidades de acabar en una relación muy intensa.
Si tienes un vínculo anímico con alguien, no quiere decir que estés condenado/a. Estas conexiones forman parte de la vida y no necesariamente son buenas o malas.
Puede que tengas un vínculo anímico tóxico si descubres que eres incapaz de dejar de pensar en la otra persona por mucho que lo intentes.
También puede que te sientas utilizado/a cuando estás con esa persona, aunque no te des cuenta cuando estás con ella.
Puede que no consigas expresarte del todo con esa persona, aunque la consideres un buen amigo/a.
También es habitual sentir un fuerte deseo de mantener la relación aunque sepas desde hace tiempo que no te aporta nada.
También puede que empieces a fantasear con la otra persona, aunque no sea exactamente tu tipo.
Podrías sentirte perdido en la relación o incluso dejar a un lado a tus amigos o familiares para estar con esa persona.
Otro comportamiento habitual entre quienes tienen vínculos anímicos tóxicos es dejar a un lado sus valores o deseos para priorizar los de la otra persona.
Por último, los vínculos anímicos tóxicos pueden hacer que nunca sientas que eres lo suficientemente bueno/a para la otra persona.
Si tienes un vínculo anímico tóxico, no temas. Existen varios pasos que puedes dar para librarte de él y seguir con tu vida.
El primer paso para romper el vínculo es reconocer que existe. De lo contrario, no conseguirás librarte de él.
Dedícale algún tiempo a analizar la relación y asegúrate de que la persona a la que te sientes unida también es consciente de su existencia.
El siguiente paso es librarte de cualquier objeto que pertenezca a la otra persona. Devuélvele todas sus cosas y bórrala de las redes sociales.
Lo siguiente que deberías hacer es analizar tus sentimientos con un diario. Escribe todo lo que piensas y sientes por esa persona.
Escribir un diario es una gran forma de plasmar todos tus sentimientos acerca de la relación y así poder pasar página.
Otro paso importante es saber perdonarte a ti mismo y a la otra persona por los errores que hayáis cometido en la relación.
Una vez lo hayas hecho, toma la decisión consciente de romper el vínculo y de echar a la otra persona de tu vida.
Puede que te ayude visualizarte cortando el lazo que os une a los dos o romper verbalmente los votos que os podáis haber hecho el uno al otro.
Si a pesar de hacer todas estas cosas sigues sintiéndote unido a esa persona, no tengas miedo de ir al psicólogo.
Lidiar con las rupturas y las relaciones tóxicas puede ser muy difícil, por lo que no hay nada de malo en pedir ayuda.
Fuentes: (wikiHow) (StyleCraze)
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Dicho esto, algunos vínculos anímicos pueden ir por el mal camino y volverse tóxicos. A continuación te dejamos una lista de las diferentes señales que lo indican.
Vínculos anímicos: ¿cómo saber si el tuyo se ha vuelto tóxico?
Estas son las señales que lo delatan
ESTILO DE VIDA Psicología
¿Alguna vez has sentido que tu alma está unida a la de otra persona? ¿Has conocido a alguien y has sentido que vuestra esencia estaba entrelazada de alguna forma? Si es así, puede que hayas experimentado un vínculo anímico, es decir, una conexión íntima y profunda que une a dos personas a varios niveles. Sin embargo, aunque estos vínculos pueden dar pie a relaciones fructíferas y enriquecedoras, a veces son tan intensos que pueden llegar a torcerse. Si quieres saber cuáles son las señales de un vínculo anímico tóxico y descubrir cómo romperlo, ¡haz clic para seguir leyendo!