La tela de araña es extremadamente fuerte para su tamaño. ¿Cómo de fuerte? Según la Universidad de Bristol, un cable de seda de araña sería cinco veces más fuerte que un cable idéntico de acero.
En términos de resistencia, la seda de araña es similar al kevlar, un tipo de fibra de aramida que se utiliza en carrocerías de aviones y chalecos antibalas.
La seda de araña está hecha de miles de pequeñas y delgadas fibras entrelazadas llamadas nanofibrillas. La disposición de estas nanofibrillas es lo que le confiere tanta elasticidad.
Las arañas crean su seda a través de las hileras, que pueden producir siete tipos de seda, cada uno de ellos para un fin distinto.
Por ejemplo, el tipo de seda que producen para envolver presas es diferente del que utilizan para formar sacos de huevos. Los distintos tipos de seda se producen controlando los tipos de proteínas segregadas.
No hay ninguna araña capaz de producir los siete tipos de seda (que sepamos, al menos). Varía en función de la especie y del sexo (es decir, solo las hembras producen la seda utilizada para hacer capullos).
La parte central de la telaraña en espiral es pegajosa y las arañas saben cómo maniobrar en sus propias telarañas.
La pegajosidad de una telaraña se pierde en aproximadamente un día. Factores como la exposición al aire y al polvo son los principales responsables. La araña suele comerse su propia tela antes de hacer una nueva. De este modo, la araña recicla la proteína utilizada para los hilos de seda.
Se suele creer que las arañas forman sus telas y luego se limitan a esperar el almuerzo. Pero no todas las arañas lo hacen. Algunas las utilizan activamente para organizar emboscadas y cazar. Por ejemplo, pueden lanzar la telaraña sobre una presa.
Se calcula que las arañas utilizan la seda desde hace unos 300 millones de años. Se cree que las arañas primigenias lo hacían inicialmente para crear sus sacos de huevos y forrar madrigueras, donde esperaban a que sus presas quedaran atrapadas.
Algunas especies de arañas siguen utilizando este sistema, como las arañas de embudo australianas. Estas arañas reciben una señal transmitida a través de la tela y salen de su guarida para matar a la presa que tropezó con su tela.
Algunas telas de araña tienen dibujos hermosos e intrincados, y resulta que atraen más presas. Este es el caso de las arañas tejedoras de orbes que producen un tipo de seda llamada stabilimentum.
Se han atribuido a este tipo de redes beneficios tanto estructurales como fisiológicos, pero su función exacta sigue siendo desconocida.
Las investigaciones sugieren que reflejan muy bien la luz ultravioleta y, por tanto, atraen más insectos.
Las arañas pueden utilizar su seda para volar. Lo hacen mediante una técnica llamada vuelo en globo. Y no se trata solo de usar la tela como liana Algunas pueden elevarse hasta 4 km y recorrer grandes distancias utilizando las corrientes de aire y los campos eléctricos de la Tierra.
La investigación sugiere que los antepasados de una especie de arañas trampilla podrían haber utilizado esta técnica para viajar de África a Australia.
La araña de agua, también conocida como araña de campana, vive exclusivamente en el agua y forma telarañas entre las plantas bajo el agua.
En realidad, estas arañas recogen aire de la superficie y lo llevan a sus guaridas bajo el agua. Desde allí, reciben señales cuando la presa golpea los hilos de seda y atacan.
Las arañas que viven en entornos difíciles necesitan protegerse de los elementos y su seda es lo bastante resistente para hacerlo. Es el caso de la araña saltadora del Himalaya, por ejemplo, que puede encontrarse a alturas de 6.705 m, en el Everest.
Las arañas puntean sus telas de forma similar a como se afinan las cuerdas de un instrumento. Utilizan la vibración acústica de las distintas hebras para saber qué ocurre en la telaraña.
Cuando se arranca una hebra, el sonido y la resonancia rebotan, informando a la araña de la presencia de un insecto, de daños en la tela o incluso de una potencial pareja.
Antes de convertirse en tela, la seda está en forma líquida. Un cóctel de reacciones bioquímicas en el cuerpo de la araña la convierte instantáneamente en seda.
Además, la araña puede elegir el tipo de tela que desea producir cuando sale del fluido convertido en seda a través de la hilera.
Probablemente hayas visto estas enormes "ciudades" de telarañas. Algunas arañas, como la Anelosimus eximius, son muy sociables y viven en grandes colonias.
Es cierto que algunas hembras matan al macho después del apareamiento, pero no es el caso de todas las arañas. De hecho, algunos macho hacen uso de sus telarañas para evitar una cita mortal.
Los machos de especies como Ancylometes bogotensis y Nephila pilipes atan a las hembras con sus telarañas durante el cortejo. El propósito es calmar la agresividad de las arañas hembra (pueden romper fácilmente la seda), por lo que la seda también tiene propiedades calmantes.
Probablemente te hayas fijado en que las telas de araña pueden retener gotas de agua. Las nanofibrillas están diseñadas para ello, gracias a los nudos y los dibujos.
Los científicos han experimentado con fibra sintética con protuberancias en espiral, similares a las de la seda de araña, y han descubierto que retiene el agua por condensación.
Una sola de estas protuberancias puede contener hasta 2.000 veces su volumen en agua.
Fuentes: (University of Bristol) (Science News) (Current Biology) (Grunge) (Popular Science)
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Ingeniería natural: Por qué las telarañas son obras maestras evolutivas
Uno de los supermateriales de la naturaleza
ESTILO DE VIDA Arácnidos
Todos conocemos las telarañas. Conocemos su aspecto y también su tacto. Estos finos hilos de seda son muy especiales. Son increíblemente fuertes, flexibles, pegajosos y pueden retener el agua, por nombrar solo algunas de sus características. Pero, ¿puede convertirse la seda de araña en el próximo supermaterial?
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