Dormir es crucial para los humanos, ya que nos ayuda a llevar una vida saludable. Uno podría decir que es un regalo de Dios, ya que ayuda a que el cuerpo y la mente se recuperen como ningún otro remedio.
En la Biblia, el sueño puede interpretarse de muchas maneras. Puede ser una referencia al acto físico de dormir o a una inactividad moral o espiritual (apatía, pereza, etc.). A veces también se usa como metáfora de la muerte.
La Biblia también menciona que descansar es necesario. ¡Incluso Jesús necesitaba hacer una pausa de vez en cuando! En Juan 4:6 podemos leer lo siguiente: "Allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, cansado del camino, estaba allí sentado junto al pozo. Era hacia la hora sexta".
La Biblia también menciona un momento en que Jesús se quedó dormido: "Él estaba en la popa, dormido sobre un cabezal. Lo despertaron, diciéndole: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?»" (Marcos 4:38).
Al contrario que Jesús, Dios no necesita dormir y, por lo tanto, no lo hace: "No permitirá que resbale tu pie, tu guardián no duerme; no duerme ni reposa el guardián de Israel" (Salmos 121:3-4).
"Entonces el Señor Dios hizo caer un letargo sobre Adán, que se durmió; le sacó una costilla, y le cerró el sitio con carne. Y el Señor Dios formó, de la costilla que había sacado de Adán, una mujer, y se la presentó a Adán" (Génesis 2:21-22).
La Biblia menciona que Dios puede comunicarse con los creyentes a través de los sueños. Encontramos un ejemplo de ello en Génesis 46:2: "Dios dijo a Israel en una visión nocturna: «Jacob, Jacob». Respondió: «Aquí estoy»".
Pero esta referencia a los sueños que aparece en el Génesis no es la única que hay en la Biblia. De hecho, hay muchas más. El Evangelio según Mateo también habla de cómo Dios se le apareció a José en un sueño para decirle que se casase con María porque el hijo de esta era del Espíritu Santo.
También se dice que un ángel se le apareció a José en sueños y le transmitió un mensaje de Dios: "Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se retiraron a su tierra por otro camino. Cuando ellos se retiraron, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo»" (Mateo 2:12-13).
En Hechos de los apóstoles 2:17 se menciona que durante el fin del mundo los creyentes tendrán sueños y visiones: "Y sucederá en los últimos días, dice Dios, que derramaré mi Espíritu sobre toda carne y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán y vuestros jóvenes verán visiones y vuestros ancianos soñarán sueños".
En Eclesiastés 5:6 podemos leer un claro mensaje acerca de depositar demasiada esperanza en nuestros sueños: "Donde abundan los sueños, abundan las vanas ilusiones y la palabrería. Pero tú teme a Dios".
Confiar en los sueños de otros también puede ser peliagudo, o al menos eso se dice en Jeremías 29:8-9: "Porque esto dice el Señor del universo, Dios de Israel: Que no os engañen los profetas que viven entre vosotros, ni vuestros adivinos; no hagáis caso de los sueños que os cuentan, porque os profetizan mentiras en mi nombre, sin que yo los haya enviado —oráculo del Señor—»".
Pero no todo es malo. En la Biblia también encontramos versos reconfortantes sobre el sueño. Veamos cuáles son.
Por ejemplo, la Biblia dice que quienes confíen en Dios estarán a salvo mientras duermen: "Así caminarás confiado y no tropezará tu pie. Podrás descansar sin temor, dormir con un sueño relajado" (Proverbios 2:23-24).
Salmos 4:9 es otro ejemplo: "En paz me acuesto y enseguida me duermo, porque tú solo, Señor, me haces vivir tranquilo".
"Tendrás seguridad en la esperanza, te sentirás protegido y dormirás tranquilo; descansarás sin que nadie te asuste, y muchos buscarán tu favor" (Job 11:18-19).
Dormir plácidamente es un regalo de Dios hacia los niños: "Es inútil que madruguéis, que veléis hasta muy tarde, que comáis el pan de vuestros sudores: ¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!" (Salmos 127:2).
En la Biblia también se menciona la relación que existe entre el trabajo duro y un buen descanso nocturno: "Duerme bien el obrero, coma mucho o coma poco; al rico la hartura no le deja dormir". (Eclesiastés 5:11).
"Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré" (Mateo 11:28).
En Proverbios 20:13, el sueño se asocia con no seguir el camino de Dios: "No tomes gusto al sueño, te empobrecerás; ten los ojos abiertos, de pan te hartarás".
En Proverbios 6:9 encontramos otro mensaje similar: "¿Hasta cuándo dormirás, perezoso?, ¿cuándo te sacudirás la modorra?".
En Lucas 22:46 encontramos otra connotación negativa asociada al sueño: "Y les dijo: «¿Por qué dormís? Levantaos y orad, para no caer en tentación»".
Acostarse con alguien suele ser un eufemismo de tener sexo: "¿Puede alguien andar sobre brasas sin que así se le quemen los pies? Pues lo mismo el que se se acueste con la mujer del prójimo: no quedará indemne quien la toque" (Proverbios 6:28-29).
Dalila le cortó el pelo a Sansón mientras este dormía, lo que hizo que perdiese su fuerza: "Lo adormeció sobre sus rodillas y llamó a un hombre que le rapó las siete guedejas de su cabeza. Entonces comenzó a debilitarse y su fuerza se alejó de él" (Jueces 16:19).
En la Biblia el sueño también se trata como una analogía de la muerte: "Dicho esto, añadió: «Lázaro, nuestro amigo, está dormido: voy a despertarlo»" (Juan 11:11).
La Biblia nos dice que quienes esperan por Cristo se unirán a él en el reino de su Padre, independientemente de si están vivos o muertos.
Fuentes: (Learn Religions) (Bible Study Tools) (OverviewBible) (OpenBible) (National Geographic) (BibleGateway)
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Desentrañamos sus aspectos tanto físicos como espirituales
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Dormir es de vital importancia, ya que nos ayuda a recuperar energía y a tener un cuerpo y una mente sanos. Sin embargo, aunque parece algo irrelevante, se trata de una acción con varias connotaciones, sobre todo espirituales. Por ejemplo, si bien la Biblia no es un tratado de biología humana, sí menciona el descanso en varias ocasiones, todas ellas con significados diferentes. Si quieres saber qué dicen las escrituras sagradas sobre el sueño y sus muchas interpretaciones, ¡haz clic para descubrirlo!